Aldo Manuzio, el humanista que invent¨® el libro de bolsillo
Una exposici¨®n en la Biblioteca Nacional recuerda al primer editor literario de la Historia
Aldo Manuzio (1451-1515) encarna el prototipo humanista del Renacimiento, pero, con algo de amplitud de miras, tambi¨¦n podr¨ªa estudiarse en las escuelas de negocios. Considerado el primer editor literario de la Historia ¡ªos¨® recuperar a los cl¨¢sicos en griego cuando ya casi nadie dominaba el idioma m¨¢s all¨¢ de los bizantinos y cuatro sabios¡ª, tambi¨¦n fue el inventor del libro de bolsillo, lo cual entra de lleno en el terreno de la innovaci¨®n empresarial.
En su cat¨¢logo figuran 120 t¨ªtulos, que incluyen numerosas ediciones pr¨ªncipe de cl¨¢sicos griegos, obras biling¨¹es y el que fue considerado el libro m¨¢s bello jam¨¢s impreso: El sue?o de Pol¨ªfilo (Hypnerotomachia Poliphili), an¨®nimo, escrito en italiano, con m¨¢s de 200 grabados, y publicado por encargo. Una obra sujeta a mil interpretaciones que Javier Azpeitia, que prepara una novela sobre el editor italiano, sintetiza as¨ª: ¡°La primera novela gr¨¢fica seg¨²n los m¨¢s modernos. El Finnegans Wake del Renacimiento, seg¨²n los m¨¢s literatos. Un tratado de arquitectura en clave que inspir¨® a los creadores del Jard¨ªn de Versalles, seg¨²n los m¨¢s exquisitos. Una novela ilegible hecha por un pedante sin lectores, seg¨²n los m¨¢s esc¨¦pticos¡±.
A este emprendedor y humanista le dedicar¨¢ la Biblioteca Nacional de Espa?a (BNE) la exposici¨®n 500 a?os sin Aldo Manuzio: Mercaderes en el templo de la literatura, que podr¨¢ visitarse desde el pr¨®ximo martes hasta el 19 de abril. Ser¨¢ una de las m¨²ltiples actividades programadas en este A?o Manuziano, que conmemora el quinto centenario de su fallecimiento (el 6 de febrero de 1515), que incluye eventos en Londres, Venecia, Nueva York, Mil¨¢n, Dubl¨ªn, Glasgow o Los ?ngeles.
¡°Con sus libros impresos convirti¨® la literatura al tiempo en objeto de culto y producto de mercado¡±, sostiene Azpeitia, tambi¨¦n comisario de la muestra de la BNE, profesor en el M¨¢ster de Edici¨®n de la Universidad Aut¨®noma y antiguo editor de Lengua de Trapo. ¡°En tiempos de crisis de cr¨¦dito y de saturaci¨®n de t¨ªtulos, un poco como ocurre ahora, salvando las distancias, ¨¦l sortea el momento cr¨ªtico con sus decisiones¡±, a?ade. ¡°Le han puesto en muchos pedestales, pero lo que ¨¦l inventa es un negocio con la literatura. Hasta entonces la literatura no funcionaba y ¨¦l decide publicar las primeras ediciones de los cl¨¢sicos en griego, que casi nadie le¨ªa. Monta un cat¨¢logo con voluntad de recuperar esa literatura cl¨¢sica y consigue que casi todos los intelectuales europeos quieran aprender griego¡±, expone Azpeitia.
La decisi¨®n de Manuzio se da en un contexto de salto tecnol¨®gico y cultural revolucionario, con la aparici¨®n de la imprenta, alrededor de 1450. En las siguientes cinco d¨¦cadas se imprimen en Europa entre 30.000 y 40.000 t¨ªtulos (los apreciados incunables), una oferta desproporcionada dada la escasez de poblaci¨®n lectora. No hay cifras fiables sobre los niveles de alfabetizaci¨®n de entonces, pero la primera estad¨ªstica que lo aborda en Espa?a cuatro siglos m¨¢s tarde ¡ªen 1841¡ª recoge que s¨®lo el 9% de las mujeres y el 39% de los hombres sab¨ªa leer (el porcentaje descend¨ªa si se escudri?aba tambi¨¦n a quienes pod¨ªan escribir), seg¨²n el art¨ªculo La alfabetizaci¨®n en Espa?a, publicado por Antonio Vi?ao, de la Universidad de Murcia.
Con sus decisiones, Manuzio se convierte en editor de culto en Europa. Todos los humanistas quer¨ªan figuran en su cat¨¢logo. Las peticiones deb¨ªan ser tan frecuentes que el editor colg¨® en su puerta una petici¨®n: ¡°Quienquiera que seas, Aldo te suplica que, en cada estancia, le expliques con toda brevedad lo que deseas de ¨¦l y, despu¨¦s, te marches sin retardo¡±.
El caso m¨¢s significativo fue el de Erasmo de Rotterdam, que logr¨® que Manuzio publicase sus traducciones al lat¨ªn de Eur¨ªpides, adem¨¢s de instalarse en Venecia para trabajar durante dos a?os con el editor y ampliar sus Adagios. Seg¨²n Azpeitia, ¡°tiempo despu¨¦s, Erasmo se burlar¨ªa de la avaricia y taca?er¨ªa con que Torresani administraba su fortuna en su di¨¢logo sat¨ªrico Opulencia s¨®rdida¡±. Andrea Torresani de Asola era el suegro de Aldo Manuzio y propietario mayoritario de la imprenta, asociado a un corrupto papelero veneciano llamado Pierfrancesco Barbarigo. Su momento de mayor esplendor se da, seg¨²n Javier Azpeitia, cuando ponen en marcha un formato que transforma los h¨¢bitos de lectura ¡ªse deja de leer en atril¡ª y triplica las tiradas medias (hasta los 3.000 ejemplares). ¡°Se trata de libros de formato octavo, con lomos de menos de un palmo, port¨¢tiles¡±. El nuevo objeto se convierte en un elemento habitual en los retratos y dado que los libros de bolsillo de Manuzio eran exquisiteces, pronto se expandi¨® por Europa un nuevo fen¨®meno tambi¨¦n muy vigente: las ediciones pirateadas.
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