¡®One-hit wonder¡¯: embri¨®n de un cat¨¢logo de casos literarios
Un repaso por algunos de los libros que han eclipsado la obra de sus autores: 'El guardi¨¢n entre el centeno', 'Tristram Shandy'...
En el terreno musical lo denominan one-hit wonder, un ¨¦xito solitario o destacado en la carrera de un artista pero inolvidable, definitivo. Del Adagio de Albinoni a Carros de fuego de Vangelis. Munch ser¨¢ siempre el pintor de El grito. Tambi¨¦n en literatura se produce el fen¨®meno, y resulta estimulante preguntarse por qu¨¦ existen autores que enmudecen despu¨¦s de escribir un libro que deviene bestseller, icono, por qu¨¦ una sola obra les basta, por qu¨¦ contribuyen a un g¨¦nero con un solo libro. El Arcipreste de Hita logr¨® un hit en el XIV con su imprescindible Libro de buen amor. En el XVIII Sterne entr¨® en el Parnaso con su Tristram Shandy, y a qui¨¦n le importa qu¨¦ m¨¢s escribi¨®. Do?a Emily Br?nte siempre ser¨¢ la autora de Cumbres borrascosas, y el resto de su obra es una planicie decimon¨®nica. ?Y en el XX? Raymond Radiguet publica su m¨ªtica novela El diablo en el cuerpo con diecisiete a?os y muere a los veinte. Fin de trayecto. Carmen Laforet publica en 1944 su obra maestra Nada y parece que nada m¨¢s tiene ya importancia en su bibliograf¨ªa. En el inicio estuvo su fin. Pero ?por qu¨¦ J. D. Salinger no escribi¨® m¨¢s novelas despu¨¦s de alcanzar la gloria con El guardi¨¢n entre el centeno? Tal vez por miedo esc¨¦nico. Tal vez porque el ¨¦xito es una enfermedad del artista, y si no que se lo pregunten a Margaret Mitchell y Lo que el viento se llev¨®. La censura explica que Pasternak no pudiera crecer despu¨¦s de que su Doctor Zhivago se convirtiese en mito en 1957 y le valiese un Nobel que no acept¨®. Arundhati Roy prometi¨® una nueva novela despu¨¦s de entrar en el mainstream por la puerta grande con El dios de las peque?as cosas en 1997, pero sigue en silencio, posiblemente enferma del s¨ªndrome de la segunda novela, que produce un v¨¦rtigo que puede durar d¨¦cadas. El mismo a?o Arthur Golden publica Memorias de una geisha: cuatro millones de ejemplares vendidos en ingl¨¦s y m¨¢s de treinta traducciones. Y desde entonces s¨®lo silencio. Es posible que la demanda que tuvo por difamaci¨®n de personaje lo enmudeciera. Feltrinelli public¨® a t¨ªtulo p¨®stumo El gatopardo de Lampedusa, su ¨²nica obra porque se hizo escritor para enjuiciar la pol¨ªtica italiana, y esa novela constituye su juicio. Kennedy Toole supo que La conjura de los necios era una obra maestra; no se la quisieron publicar y se suicid¨®. Jam¨¢s sabremos si hubiesen brotado de su talento m¨¢s obras o si el s¨ªndrome de la segunda novela lo hubiera callado. Autocr¨ªtica literaria, falta de libertades o falta de vocaci¨®n, bloqueo, tedio. Muchos son los motivos que explicar¨ªan I would prefer not to.
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