La pasi¨®n de Irene Gracia
La ganadora del Juan March de Novela Breve crea novelas m¨ªsticas pobladas de diablos
Sue?a con ¨¢ngeles y diablos. Dice que tiene una ansia divina. Pero su religi¨®n es la filosof¨ªa, eso sin duda. Irene Gracia (Madrid, 1956) regresa a la tem¨¢tica fant¨¢stico-religiosa en su libro Anoche anduve sobre las aguas, que le vali¨® el premio Juan March de Novela Breve en 2014. "Eso es como un juego", dice sobre el galard¨®n dado a su quinta novela, "no creo que esta sea la mejor ni la peor. Cuando la suerte te sonr¨ªe no puedes creer que te lo mereces porque luego, cuando te de la espalda, tirar¨¢s la toalla".
Pero ha tenido esa suerte varias veces: En 1994 recibi¨® el Premio Ojo Cr¨ªtico por su ¨®pera prima (Fiebre para siempre) y fue finalista al premio de la Fundaci¨®n Jos¨¦ Manuel Lara a la mejor novela publicada en 2006 por El coleccionista de almas perdidas. Y eso que la literatura no es ni siquiera su primera incursi¨®n en las artes.
Gracia sol¨ªa ser pintora. Y antes de eso, m¨²sica. Fue a mediados de los noventa que decidi¨® dedicarse a la literatura porque se escandaliz¨® con el mundo del arte: "Me daba un poco de miedo llamar la atenci¨®n en este pa¨ªs", dice, aunque en realidad ha atra¨ªdo m¨¢s miradas por sus libros que por sus cuadros. Ahora empieza a creer que es momento de pintar y escribir simult¨¢neamente, aunque sigue teniendo sus dudas. "Los escritores tambi¨¦n son can¨ªbales. El destino que han escogido la mayor¨ªa de los artistas es narcisista, y yo creo que somos m¨¢s relevantes cuando trabajamos en grupo", reflexiona con aire so?ador.
A¨²n cuando es cr¨ªtica, Gracia habla despacio y sin alzar la voz. Pensando cada frase con cuidado, pero relajada. Como si nada pudiese alterarla. M¨ªstica. Y justamente ese es uno de los temas que usualmente toca en sus libros. En su m¨¢s reciente novela, una de sus protagonistas es casi divina: puede levitar, ver el cielo y sue?a tambi¨¦n con ¨¢ngeles. "Yo me eduqu¨¦ en un colegio de monjas, era muy creyente y me fascinaban las historias de santos y los libros sagrados. Eso me afect¨® mucho".
Pero la historia que cuenta no es precisamente agradable o reconfortante. Es er¨®tica, provocadora, y el diablo tiene un papel importante. "La escrib¨ª mientras mi t¨ªa agonizaba. Durante un mes burl¨® a la muerte, y yo estuve con ella todo ese tiempo. Esta historia se me ocurri¨® un d¨ªa en el tren, cuando iba camino a verla... creo que me sirvi¨® para evadirme de ese dolor tan real. Estaba sufriendo y no quer¨ªa una lectura amable, estaba leyendo cosas espantosas". A pesar de que no es la primera vez que Gracia toca estos temas en su escritura, mantiene que todas sus obras son diferentes: "Lo ¨²nico que las une es la t¨¦cnica del oficio. As¨ª, si a un lector no le interesa el universo que he creado, al menos puede disfrutar del trabajo artesanal".
Ahora espera publicar una novela larga en la que por primera vez unir¨¢ su amor por la m¨²sica con la escritura. Quiere narrar la vida dentro de una orquesta. Los ensayos, la presi¨®n del estreno, lo que ocurre detr¨¢s del escenario. "Me lo estoy pasando tan bien... Yo cre¨ªa que no cund¨ªa y de repente me he dado cuenta de que tengo en el caj¨®n varias historias que pueden ser novelas". Y aunque no est¨¦ llena de seres celestiales, Gracia promete que seguir¨¢ plasmando sus t¨ªpicas preguntas filos¨®ficas: "Es la labor de los escritores: abrir interrogantes delirantes, para que luego otros, cient¨ªficos o fil¨®sofos, busquen la respuesta".
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