¡°La memoria es un cuento que nos contamos a nosotros mismos¡±
La escritora vuelve a su mundo del siglo XXII en la novela 'El peso del coraz¨®n'
En el siglo XXII el planeta ha quedado convertido en jirones de vida, y m¨¢s all¨¢ de dioses, formas de gobierno y el destino ciclot¨ªmico, hay algo que se complica y desvela en secreto a todos: ¡°el coraz¨®n hambriento¡±. Incluso a Bruna Husky, la androide detective que sabe qu¨¦ hacer con sus apetencias sexuales, mientras ¡°la necesidad sentimental la deja desconcertada, reduci¨¦ndola a una criatura menesterosa¡±.
Ah¨ª est¨¢ el palpitar de la novela de Rosa Montero (Madrid, 1951), El peso del coraz¨®n (Seix Barral). Ha ido al Madrid del a?o 2109 para comprobar que el tiempo lo toca todo, menos el coraz¨®n. Y la forma ideal que ha hallado para indagar en eso, y en temas que la han acompa?ado a lo largo de sus 14 novelas, la muerte, la memoria o la identidad, ha sido a trav¨¦s de un thriller de ciencia ficci¨®n. Un mundo que no es ¡°ni dist¨®pico, ni ut¨®pico, sino reflejo del actual. Es mi novela m¨¢s pol¨ªtica y realista¡±.
La creaci¨®n de ese mundo futurista es el mejor regalo literario que Montero se ha dado. Lo empez¨® a levantar en 2009, hasta que lo hizo libro dos a?os despu¨¦s en L¨¢grimas en la lluvia, y luego c¨®mic. Hoy regresa a ¨¦l para seguir indagando en cuestiones existenciales a trav¨¦s de una criatura tecnohumana a quien ha prestado mucho de su vida. Se llama Bruna Husky, investiga cr¨ªmenes y una trama de corrupci¨®n de energ¨ªa, vive en Madrid, tiene recuerdos reales y sabe cu¨¢ndo va a morir.
La cienca ficci¨®n es un arma poderos¨ªsima para contar lo que se relata siempre. Esta es mi novela m¨¢s pol¨ªtica y realista
A ese mundo va, ahora, en un viaje fugaz, sentada en uno de los balcones-cabina acristalados de la biblioteca Eugenio Tr¨ªas en el Parque del Retiro, de Madrid; antes de convertirse en nada y resucitar como depurador de aire en su historia.
En este trayecto hacia el 2109, la escritora y periodista se lamenta del prejuicio en Espa?a sobre la ciencia ficci¨®n. Cuando, asegura, ¡°es una arma poderos¨ªsima para contar lo que se relata siempre. Es una novela igual que todas las anteriores en cuanto a hondura y complejidad. Es uno de mis libros m¨¢s ¨ªntimos¡±.
Las razones de esa injusticia las encuentra en que este ha sido ¡°un pa¨ªs de un realismo brutal. No ha habido tradici¨®n fant¨¢stica, y la ciencia ficci¨®n forma parte de la anch¨ªsima tradici¨®n de lo fant¨¢stico¡±. El segundo aspecto lo achaca a que es pa¨ªs inculto en el campo de la ciencia. ¡°Incluso Unamuno dec¨ªa ¡°que inventen ellos¡±. Es una tradici¨®n de resistencia a la ciencia brutal¡±.
Al sobrevolar su planeta Tierra, Montero recuerda que all¨ª ha puesto varias formas de gobierno, lo que la lleva a decir que ahora ve ¡°una ansiedad, una nostalgia, por los autoritarismos en todo el mundo. El sistema democr¨¢tico vive una crisis tremenda. Pero sigue siendo el mejor y ¨²nico posible. Aunque la respuesta de la gente es buscar lo f¨¢cil y simplificador¡±.
Veo ansiedad y nostalgia por los autoritarismos en todo el mundo. El sistema democr¨¢tico vive una crisis tremenda. Pero es el mejor
Ella desciende hasta mostrar a sus seres en su preocupaci¨®n perpetua: la finitud: ¡°Lo que no nos cabe en la cabeza es la idea de la muerte, de la desaparici¨®n, de que no exista nada. La mayor¨ªa vive sin pensar que van a morir, yo no. Los novelistas somos m¨¢s conscientes del paso del tiempo, estamos obsesionados con la idea de la muerte y escribimos contra eso. Pero la gran mayor¨ªa de humanos vive como si fueran eternos.?Es un mecanismo de defensa seguramente¡±. Cree que ser consciente de la muerte no est¨¢ mal, ¡°por otro lado si est¨¢s lleno de muerte est¨¢s lleno de vida tambi¨¦n, eres muy consciente de la vida. La tragedia del ser humano es ser mortal, todo lo que hacemos es contra la muerte. Y la vida se convierte en una estafa. Si supi¨¦ramos cuando nos vamos a morir ser¨ªa terrible. Esa es la gran pena de la pena de muerte, el ir descontando los d¨ªas, es una tortura monstruosa; y si lo supi¨¦ramos no lo podr¨ªamos soportar¡±.
Ahora se adentra en el cerebro de sus criaturas. Donde el peso de la memoria y los recuerdos son tan enormes como hoy. ¡°Pero son falsos¡±, advierte: ¡°La memoria es un cuento que nos contamos a nosotros mismos y que vamos rehaciendo. El cerebro es un arquitecto constante. Necesita equilibrio y orden porque la vida es puro caos. Es imaginaci¨®n y nos completa la vida para darle una apariencia de sentido. Es el creador de nuestras vidas, de alguna manera. Busca crear un relato de nuestra vida. Eso quiere decir que nuestra identidad es una creaci¨®n imaginaria y en constante cambio porque la identidad se basa en la memoria, la identidad por eso es m¨²ltiple y deslizante¡±.
Ese es uno de los temas en toda su obra. Hay una frase de Henry Michaux que le encanta: ¡°El yo es un movimiento en el gent¨ªo¡¯. Claro, la identidad es una realidad resbaladiza y la realidad tambi¨¦n los es¡±.
Ah¨ª llega al centro de su novela: la b¨²squeda incansable del ser humano por el amor, la fuga hacia la felicidad, mientras lo acechan miedos de toda cala?a y se acent¨²a su incapacidad para expresar y recibir y aceptar sentimientos que le trastocan la vida.
Uno de los conflictos de la gente es la disociaci¨®n entre la parte cultural y la animal. Cuanto m¨¢s compleja es la sociedad m¨¢s ajena es a la parte animal de achucharse y expresar afecto, eso es desquiciante
¡°Desde la caverna somos iguales. Ahora tenemos menos resistencia al dolor, por fortuna, y a la tensi¨®n. Nos sentimos m¨¢s inermes y los peligros son m¨¢s globales, c¨®smicos. Uno de los conflictos de la gente es la disociaci¨®n entre la parte cultural y la animal. Cuanto m¨¢s compleja es la sociedad m¨¢s ajena es a la parte animal de achucharse y expresar afecto, eso es desquiciante¡±. Bruna Husky lo padece. ¡°Su problema est¨¢ entre el deseo de amar y no perder la libertad. Somos seres tremendamente contradictorios. Ella est¨¢ todo el rato acerc¨¢ndose y march¨¢ndose, acerc¨¢ndose y march¨¢ndose¡±.?
Montero ve una a?oranza preconsciente a cuando se estaba solo en el ¨²tero. ¡°La salida a esa soledad la buscamos en el amor, incluso sin sexo. Pero en un gran momento de enamoramiento tu individualidad se borra al fundirse en el otro¡±. Es el zarpazo del miedo. ¡°Es por el temor a perder ese amor o persona que nos ama. No quieres depender tanto porque una vez te entregas est¨¢s perdido. No quieres perder el control de tu vida, porque la mirada y el amor del otro te dan la vida. Ese miedo nos hace muchas veces romper las historias. Es un mecanismo de defensa¡±.
¡De vuelta al a?o 2015, Rosa Montero se somete al mismo test que le hiciera el psicogu¨ªa a Bruna Husky, dar una respuesta autom¨¢tica a la palabra citada:
Amigo: Esencial.
Soledad: Necesaria.
Sentimientos: Todo.
Recuerdos: Inventados.
Amor: Fundamental.
Babelia
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