Andr¨¦ Brink, un novelista que plant¨® cara al ¡®apartheid¡¯
Censurado por el r¨¦gimen sudafricano, la adaptaci¨®n de su obra ¡®Una ¨¢rida estaci¨®n blanca¡¯ triunf¨® en el cine
Andr¨¦ Brink fue el primer escritor afrik¨¢ans (variante del neerland¨¦s hablada en Sud¨¢frica)?cuya obra fue prohibida durante los a?os del apartheid. La novela Kennis van die Aand (1973) no solo abordaba el tema de la tortura bajo la pol¨ªtica de segregaci¨®n racial, sino que adem¨¢s describ¨ªa un romance apasionado entre un hombre mestizo y una mujer blanca. Traducida m¨¢s tarde por el autor como Looking on Darkness (1974), marc¨® a Brink como un verraaier (traidor) a su pueblo. Dominee Koot Vorster, ministro de la Iglesia Holandesa Reformada y hermano del entonces primer ministro, John Vorster, observ¨®: ¡°Si esto es literatura, entonces un burdel es una escuela dominical¡±.
Brink fue el m¨¢s destacado de una generaci¨®n de j¨®venes escritores disidentes en afrik¨¢ans a los que se conoci¨® como ¡°grupo de los sesenta¡±. Entre ellos estaban el novelista Etienne Leroux y el poeta Breyten Breytenbach, educados, como Brink, en los estrechos valores de la Sud¨¢frica provinciana. Pero todos ellos llegaron a desafiar con su escritura el est¨®lido puritanismo y la pol¨ªtica del racista Partido Nacional.
Pero por mucho que Brink se presentara como antagonista a los valores afrik¨¢ner, no dejaba de reconocer que ¡°por idioma y color de piel¡± segu¨ªa siendo un miembro de la familia, con la que entabl¨® una relaci¨®n de amor-odio que explor¨® a lo largo de una prol¨ªfica carrera que abarc¨® novelas, obras teatrales, ensayos literarios y pol¨ªticos, libros infantiles, traducciones y una autobiograf¨ªa, A Fork in the Road (2009).
En esta ¨²ltima obra recordaba su infancia rural: descendiente de colonos holandeses establecidos en el pa¨ªs en el siglo XVIII, naci¨® en 1935 en Vrede, una peque?a ciudad del Estado Libre de Orange, donde su padre, Daniel, ejerc¨ªa como juez itinerante y su madre, Aletta, ense?aba ingl¨¦s.
Brink fue testigo del brutal maltrato de la poblaci¨®n negra que era aceptado como parte del orden natural de las cosas. Estudi¨® afrik¨¢ans en la Universidad de Potchefstroom (ahora incorporada a la Universidad del Noroeste). Consciente del papel del idioma en la emancipaci¨®n de los afrik¨¢ner, se afili¨® a la Broederbond, la sociedad secreta que dominaba la pol¨ªtica nacionalista.
Pero su postura cambi¨® cuando en 1960 viaj¨® becado a Par¨ªs con su primera mujer, Estelle. La masacre de Sharpeville en marzo de ese a?o, en la que la polic¨ªa sudafricana mat¨® a 69 manifestantes negros, confirm¨® su creciente conciencia del error monstruoso de su gente, y a su regreso, el a?o siguiente, decidi¨® desafiar la moral afrik¨¢ner en la ficci¨®n, mientras ense?aba Literatura Neerlandesa y Afrik¨¢ans en la Universidad Rhodes. Su primera novela, Lobola vir die Lewe (1962) inici¨® el proceso. Pero, como escribiera en 1970: ¡°Ning¨²n escritor en afrik¨¢ans ha intentado todav¨ªa plantear un desaf¨ªo pol¨ªtico s¨®lido al sistema... Parece que no contamos con nadie con reda?os para decir ¡®no¡±.
Esta situaci¨®n cambi¨® con Looking on Darkness, escrita despu¨¦s de otra estancia en Par¨ªs en la que el autor entr¨® en contacto con el embriagante aire de mayo del 68. Para asegurarse de llegar al p¨²blico fuera de su propio pa¨ªs, empez¨® a escribir, primero en afrik¨¢ans y despu¨¦s en ingl¨¦s, una serie de novelas que versaban sobre el apartheid. Estas obras fueron internacionalmente aclamadas y lograron numerosos premios: Rumours of Rain (1978), A Dry White Season (1979) y A Chain of Voices (1981). En ellas figuran de forma destacada afrik¨¢ners disidentes y, cada vez m¨¢s, personajes negros. Brink acab¨® siendo identificado como un enemigo del Estado, amenazado y sujeto a interrogatorios.
A Dry White Season, en la que un profesor blanco acaba por comprometerse pol¨ªticamente cuando un amigo negro que investigaba la muerte de su hijo es asesinado mientras est¨¢ detenido, supuso un punto de inflexi¨®n en la carrera de Brink. Y no solo porque la novela fuera llevada al cine en 1989 con el t¨ªtulo Una ¨¢rida estaci¨®n blanca y un reparto estelar en el que figuraban Donald Sutherland, Janet Suzman, Zakes Mokae, Susan Sarandon y Marlon Brando, sino porque en ella utiliz¨® transcripciones de actas judiciales que mostraban la aut¨¦ntica forma de operar de las fuerzas de seguridad. Los censores sudafricanos declararon el filme ¡°da?ino para las relaciones raciales y perjudicial para la seguridad del Estado, el bienestar general, la paz y el buen orden¡±.
En los estertores del apartheid y tras el fin de este, Brink se reinvent¨® como autor, creando sofisticadas metaficciones como La primera vida de Adamastor (Anaya, 1994) o Los derechos del deseo (Ediciones del Bronce, 2002), en muchas de las cuales luchaba contra el olvido hist¨®rico.
Las obras de Brink, cuyo nombre se baraj¨® en las quinielas del Nobel, han sido traducidas a 30 idiomas y han obtenido innumerables premios. El 6 de febrero pasado el escritor muri¨® nada m¨¢s regresar a Sud¨¢frica tras recibir un doctorado honoris causa por la Universidad de Lovaina, en B¨¦lgica. Ten¨ªa 79 a?os.
? ¡®The Guardian¡¯ 2015.
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