¡°La lectura es un instrumento clave para el desarrollo de Colombia¡±

Cultura y lectura. Esas son las apuestas de Colombia para crear ciudadanos dignos y con sentido cr¨ªtico y que sirven, adem¨¢s, como instrumentos clave para la paz, sobre todo ante el posconflicto armado, cuyas conversaciones entre Gobierno y guerrilla se realizan en La Habana. En esa creaci¨®n art¨ªstica y en el placer de aprender a vivirla est¨¢ el horizonte del pa¨ªs, seg¨²n Mariana Garc¨¦s C¨®rdoba, ministra de Cultura. Para ella todo el conocimiento y sensibilidad frente a las artes, tradicionales y contempor¨¢neas, ¡°sirven para que la gente aprenda a dirimir los conflictos de otra manera, tanto los personales como los colectivos y nacionales. Y la lectura es un instrumento clave para el desarrollo del pa¨ªs¡±.

Las reflexiones de Garc¨¦s C¨®rdoba llegan a Madrid en el primer d¨ªa del desembarco de Colombia como pa¨ªs invitado a la Feria Internacional de Arte Contempor¨¢neo (Arco), del 25 de febrero al 1 de marzo.

El aumento de la presencia art¨ªstica de Colombia en la escena internacional es la confluencia de talentos individuales y de pol¨ªticas p¨²blicas y privadas. En el centro del modelo est¨¢ el hecho de que el ministerio, creado en 1997 (antes era el Instituto Colombiano de Cultura, Colcultura), ¡°es sobretodo un facilitador de din¨¢micas, pol¨ªticas y propuestas regionales. Es un modelo en el que la cultura no se puede pensar solo desde el Estado sino en di¨¢logo con las regiones a trav¨¦s de ayudas, soportes, becas y programas diferentes en un pa¨ªs de cultura diversa con necesidades y requerimientos distintos en cada zona¡±.

Las artes pl¨¢sticas desplegadas esta semana en Madrid son un ejemplo. Ese vigor reconocido hoy, explica Garc¨¦s C¨®rdoba, surge ¡°en gran medida de una estrategia que incluye cuatro aspectos que se complementan¡±: Primero, el talento individual de los artistas. El segundo tiene que ver con las 17 facultades de bellas artes del pa¨ªs cuyos estudiantes y profesores motivan la creaci¨®n en sus ciudades, al tiempo que ¡°otros alumnos-artistas desarrollan laboratorios, proyectos o espacios en comunidades alejadas del radio de acci¨®n de dichas universidades, a trav¨¦s de iniciativas privadas o con becas y acuerdos concertados con el Gobierno¡±, se?ala. El tercero es el referido al Sal¨®n Nacional de Artistas que desde comienzo de este siglo cambi¨® su modelo, primero se motiva a los creadores para que participen en los salones regionales, luego las obras que surgen ah¨ª se exhiben en el Sal¨®n Regional y finalmente de all¨ª salen las obras que ir¨¢n al Sal¨®n Nacional. ¡°Estas tres etapas dan otra dimensi¨®n a la creaci¨®n y al resultado del arte que habr¨¢ de verse en galer¨ªas y museos. De tal manera que parece una bienal¡±, asegura la ministra de Cultura. Y el cuarto aspecto se llama Artbo, Feria de Arte de Bogot¨¢, creada desde 2005, por la C¨¢mara de Comercio. All¨ª participan galer¨ªas de Colombia y de todo el mundo, lo cual, dice Garc¨¦s C¨®rdoba, ¡°permite la visita de artistas y expertos internacionales que se fijan en los autores colombianos y luego compran o promueven sus obras en diferentes zonas del mundo¡±.

Gracias en parte a esos cuatro factores, las artes pl¨¢sticas colombianas y sus autores est¨¢n en museos, galer¨ªas y ferias como la de Arco. Eso ha permitido ampliar y enriquecer el espectro art¨ªstico que va desde cl¨¢sicos como Fernando Botero, pasando por prestigiosos contempor¨¢neos como Doris Salcedo, hasta la emergencia efervescente de ?scar Murillo.

Pero en el centro de toda esa cultura colombiana est¨¢ el libro, la lectura.?El 37% del presupuesto del ministerio, 1,2 billones de pesos [es decir, en torno a 156 millones de euros del total de 420], se destina a la promoci¨®n y fomento de la lectura y el fortalecimiento y creaci¨®n de bibliotecas p¨²blicas. Una labor que hacemos en coordinaci¨®n con el Ministerio de Educaci¨®n, que se dedica al ¨¢mbito de las aulas y bibliotecas escolares¡±, cuenta Garc¨¦s C¨®rdoba. ¡°No queremos campa?as pasajeras de lectura¡±, a?ade la ministra, ¡°sino enraizar el placer por el libro y que no sea visto como una obligaci¨®n¡±. Un ejemplo son los 7.900 Institutos de Bienestar Familiar repartidos por todo el pa¨ªs, hogares que acogen ni?os de 0 a 6 a?os de familias de bajos recursos econ¨®micos. Centros dotados de bibliotecas para los m¨¢s peque?os con el fin de acercarlos al libro y de que empiecen a descubrir el placer del h¨¢bito lector. ¡°Adem¨¢s, hay 1.404 bibliotecas p¨²blicas, lo que significa que los 1.120 municipios del pa¨ªs cuentan, por lo menos, con una. La idea es que el libro est¨¦, realmente, al alcance de todos¡±, enfatiza la ministra.

El motivo por el que la promoci¨®n de la lectura est¨¦ en manos del Ministerio de Cultura se debe a que se busca difundir no solo los libros sino que la gente descubra su placer al leerlos. Mariana Garc¨¦s sabe que es una tarea larga. En Colombia cada persona lee una media de 1.3 libros por a?o, pero entre los que leen esa cifra se eleva a 4.3. ¡°La lectura crea ciudadanos con sentido cr¨ªtico, y contribuye a que se desempe?en mejor en la sociedad. La lectura ense?a las diferencias y, a partir de ah¨ª, ense?a a trabajar en ellas¡±, apunta.

Muchos organismos p¨²blicos y privados est¨¢n creando proyectos de cara al posconflicto. La Universidad Nacional de Colombia, por ejemplo, acaba de inaugurar CREA (Centro de Pensamiento para Artes, Patrimonio Cultural y Acuerdo Social) para promover el debate enfocado a transformar los imaginarios de exclusi¨®n y generar escenarios del di¨¢logo, asegura David Lozano, vicedecano acad¨¦mico de la Facultad de Artes de la UN.

Arte, cine, m¨²sica, libros¡­ Toda la cultura, afirma Garc¨¦s C¨®rdoba, es generadora de paz. ¡°Llevarla a las comunidades crea ciudadanos dignos y llevarla a un pueblo despu¨¦s de alguna tragedia tiene el efecto de sanaci¨®n o de contribuir a calmar el dolor en la poblaci¨®n afectada¡±, se?ala. Esto se hace, cuenta, a trav¨¦s de la casa de la cultura del pueblo, de la biblioteca y/o de la radio, y estos tres elementos hacen que la vida gire alrededor de ellos y permita no solo el entretenimiento sino tambi¨¦n el di¨¢logo.