Antihistoria
Si con la destrucci¨®n de los budas de Bamiy¨¢n aprendimos la palabra talib¨¢n asociada a la voladura de obras de arte milenarias, hoy volvemos a recibir uno de esos v¨ªdeos donde destruyen a martillazos piezas de museo
En Europa contin¨²a una extra?a pol¨¦mica a ra¨ªz de la serie de atentados contra vi?etistas y periodistas sat¨ªricos. El empe?o en confundir las cosas empuja hacia una regulaci¨®n m¨¢s represora de la libertad de expresi¨®n, que impida la s¨¢tira sobre religiones y creencias. No es solo un atajo oportunista, sino que adem¨¢s concede la raz¨®n a los criminales, error que pagar¨ªamos durante a?os, con lo costoso que ha sido llegar hasta aqu¨ª. Si alguien cree que con una legislaci¨®n m¨¢s represora calmar¨ªan a los amigos del rifle de repetici¨®n que irrumpen en mercados kosher, sinagogas, redacciones de revistas y conferencias es que no conoce ni de cerca el ¨¢nimo que propulsa el terrorismo integrista. La idea furibunda que se esconde detr¨¢s no va a calmarse por un apa?o de urgencia, solo ser¨ªa ¨²til para esa parte de la sociedad que se muestra inc¨®moda en un mundo con libertades garantizadas y que a?ora los tiempos de orden y sumisi¨®n a la jerarqu¨ªa.
Despu¨¦s de la penosa estrategia pol¨ªtica que propuls¨® la invasi¨®n iraqu¨ª, Mosul est¨¢ bajo control del fundamentalismo isl¨¢mico. La mentira siempre termina en crueldad. Desde all¨ª se repiten las im¨¢genes que asombraron al mundo cuando la destrucci¨®n de los budas de Bamiy¨¢n. Si entonces aprendimos la palabra talib¨¢n asociada a la voladura de obras de arte milenarias, hoy volvemos a recibir uno de esos estudiados v¨ªdeos donde destruyen a martillazos piezas de museo. Esos v¨ªdeos, igual que las autofotos de futuros terroristas posando armados hasta los dientes como ni?os con juguetes o esos otros donde se coreograf¨ªa con ¨ªnfulas est¨¦ticas el asesinato de personas secuestradas, heredan la ret¨®rica hollywoodense, son ejemplos de cultura pop, serie B de los tiempos del videoclub reciclada para servir al terror religioso. Ejemplifican que todo lo avanzado puede retrocederse en aras de una nueva represi¨®n.
Lo que se trata de negar es la historia. Las obras preisl¨¢micas evidencian que el mundo ¨¢rabe exist¨ªa y creaba antes de la religi¨®n. La reescritura de la peripecia del ser humano sobre el planeta es constante y merece la pena una reflexi¨®n que denuncie la apropiaci¨®n religiosa sobre el conocimiento, el progreso, la organizaci¨®n social. El terror inducido tiene un matiz depredador. La defensa es reconocer lo que somos y hemos logrado al margen de dioses iracundos.
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