Medio siglo (por ahora) de Los Sabande?os

Casi 80 discos editados y m¨¢s de dos millones de copias vendidas, 1.000 canciones creadas, 3.000 conciertos ofrecidos. El grupo folcl¨®rico canario Los Sabande?os alcanza el medio siglo de vida en 2015 excediendo el estricto ¨¢mbito musical; convertido en uno de los m¨¢s destacados referentes de la identidad de las Islas Canarias.

1966 no queda tan lejos en la memoria l¨²cida de Elfidio Alonso, fundador y alma de Los Sabande?os, 79 a?os e inmerso en pleno proceso de creaci¨®n del nuevo disco del grupo, Atl¨¢ntico. Aquel a?o se presentaron por primera vez ante el p¨²blico. Eligieron para la ocasi¨®n el Ateneo de La Laguna (Tenerife), y ¡°el ¨¦xito fue inmediato¡±, recuerda Alonso. Ninguno de los amigos apasionados por la m¨²sica tradicional que se unieron para crearlo imagin¨® ad¨®nde llegar¨ªa la parranda cuya ambici¨®n inicial no pasaba de tocar en las fiestas de los pueblos de la isla.

El primer disco, Fol¨ªas Parranderas, lo grabaron con un ¨²nico magnet¨®fono que no permit¨ªa hacer playback ni parar o unir fragmentos de canciones: hab¨ªa que cantarlas todas de corrido. Elfidio Alonso cuenta que una de ellas duraba cinco minutos. Justo cuando la acabaron de grabar sonaron las campanas de la Catedral de La Laguna (su local se encontraba al lado), y se libraron por los pelos de tener que empezarla de nuevo.

Los Sabande?os lo componen 34 miembros, con edades que oscilan entre los 22 a?os del m¨¢s joven hasta los casi 80 del propio Elfidio Alonso, el mayor de todos y ¨²nico superviviente de los 18 que iniciaron el camino que les ha llevado hasta hoy. No son un grupo profesional, por lo que sus componentes son y ejercen de m¨¦dicos, abogados, mec¨¢nicos o enfermeros. Cuando alguno tiene guardia u otra obligaci¨®n laboral inexcusable, no le queda otro remedio que faltar ese d¨ªa al ensayo o concierto.

En estas cinco d¨¦cadas han actuado en Europa (B¨¦lgica, Portugal o Italia), Am¨¦rica (Estados Unidos, M¨¦xico, Argentina, Venezuela) o en ?frica, y hasta en Jap¨®n han editado sus discos. Junto a ellos han grabado canciones no solo reconocidos m¨²sicos como Mar¨ªa Dolores Pradera, Alfredo Kraus o Silvio Rodr¨ªguez, sino un mont¨®n de personajes populares, entre ellos Paco Rabal y Jorge Valdano, que accedi¨® a participar en dos de ellas cuando entrenaba al C.D. Tenerife a principios de la d¨¦cada de los 90 del siglo pasado.

Los Sabande?os han sido modelo para otros grupos de Espa?a y Am¨¦rica, y su car¨¢cter innovador es reconocido como una de las claves de su ¨¦xito. Su historia est¨¢ jalonada de galardones y reconocimientos musicales. Estuvieron a punto de obtener el premio Grammy Latino 2009 en la categor¨ªa de Mejor ?lbum Tropical Tradicional, y han sido propuestos este a?o a los premios Princesa de Asturias por el Cabildo insular de Tenerife, el Gobierno de Canarias y el Parlamento auton¨®mico.

Elfidio Alonso rescata algunas an¨¦cdotas de su memoria. Por ejemplo, que ellos interpretaron, antes de que la popularizara Ana Bel¨¦n, la canci¨®n La Muralla, y que en ella la censura franquista les oblig¨® a cambiar en la letra la referencia al cierre de la muralla al ¡°sable del coronel¡± por el m¨¢s as¨¦ptico ¡°sable de don Manuel¡±. O que adaptaron a sus ritmos y sonidos el himno del Real Madrid cuando el equipo blanco obtuvo su d¨¦cima Champions League. Se lo cantaron a Florentino P¨¦rez en un acto ben¨¦fico en la localidad madrile?a de Brunete, y el presidente blanco se emocion¨® al ser declarado `Sabande?o de honor¡¯. ¡°De vez en cuando lo ponen en los partidos del equipo en el Santiago Bernab¨¦u¡±, apunta orgulloso.

Han pasado 50 a?os, pero quedan muchos m¨¢s por venir. La incorporaci¨®n de los nuevos m¨²sicos y cantantes al grupo garantiza su pervivencia. Los Sabande?os seguir¨¢n subiendo a los escenarios con su inconfundible `manta esperancera¡¯ ¡ªprenda tradicional utilizada por los pastores de las cumbres de Tenerife que forma parte de la indumentaria del grupo en sus actuaciones ¡ª. Y los canarios que, en cualquier parte del mundo, les escuchen interpretar el pasodoble Islas Canarias, el himno oficioso del archipi¨¦lago, no podr¨¢n evitar derramar una furtiva l¨¢grima.

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