C¨®mo reprogramar RTVE
Deuda galopante, denuncias de manipulaci¨®n, bajos ¨ªndices de audiencia... La crisis sist¨¦mica de Televisi¨®n Espa?ola reclama un debate urgente sobre qu¨¦ hacer con ella
Un director, Ignacio Corrales, destituido en junio del a?o pasado. Una deuda de 716 millones de euros, colosal hemorragia que se intenta contener con 130 millones que salen del bolsillo del contribuyente. La amenaza de disoluci¨®n del Consejo de Administraci¨®n por las catastr¨®ficas cuentas. Un grupo de profesionales, el Consejo de Informativos, que denuncia manipulaci¨®n en julio. Una dimisi¨®n del presidente, Leopoldo Gonz¨¢lez-Echenique, en septiembre. Unas cuotas de audiencia del 10 %, menos de la mitad de lo que se registraba hace diez a?os (23 %). En diciembre, una defensora del espectador, Carmen Sastre, que transmite la queja de que personas como Isabel Pantoja y Ortega Cano salen demasiado en antena. Profesionales que denuncian una caza de brujas, en enero, dudas sobre qu¨¦ modelo implantar, acusaciones a principios de mes de la creaci¨®n de una redacci¨®n paralela de cara a unas elecciones cruciales por parte del nuevo director de informativos, Jos¨¦ Antonio ?lvarez Agud¨ªn. ?Qu¨¦ organizaci¨®n es capaz de aguantar semejante baile?
El problema de una televisi¨®n p¨²blica es que no desempe?e el papel que se le supone a una televisi¨®n p¨²blica. As¨ª de evidente, s¨ª, y as¨ª de sencillo. Se supone que la televisi¨®n p¨²blica debe ayudar a construir democracia. Debe garantizar acceso a una informaci¨®n equilibrada y de calidad. No debe resultar excesivamente onerosa para el bolsillo de los ciudadanos. Si no es un elemento vertebrador de una sociedad, si acaba siendo un instrumento al servicio del partido de turno, sea este el que sea, despierta las protestas, y los debates.
¡°Una televisi¨®n p¨²blica funciona si no genera pol¨¦mica y los ciudadanos entienden que es un servicio p¨²blico como lo son los hospitales, las carreteras, o la educaci¨®n¡±. As¨ª se pronuncia Alfonso S¨¢nchez-Tabernero, catedr¨¢tico de Empresa Informativa y rector de la Universidad de Navarra. Si este mismo debate se produjera en el Reino Unido, dice el rector, que vivi¨® por temporadas en este pa¨ªs, no habr¨ªa tantas dudas.
¡°Hemos creado un monstruo excesivamente grande para el servicio que da, esa es la trampa de elefantes en la que hemos ca¨ªdo¡±, manifiesta Lalo Azcona, expresentador del telediario en los a?os de la Transici¨®n. ¡°En el resto de Europa las televisiones p¨²blicas no son un desastre econ¨®mico; por eso no se crea un debate sobre su existencia¡±.
La compleja situaci¨®n econ¨®mica de la corporaci¨®n comandada por Jos¨¦ Antonio S¨¢nchez, director que tom¨® posesi¨®n el pasado mes de octubre, obedece, en gran parte, a un doble hachazo en sus ingresos. El primero se produjo en el verano de 2009, cuando el gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero suprimi¨® la publicidad en televisi¨®n: 450 millones de euros al a?o menos. Se pact¨® que las privadas contribuyeran a la financiaci¨®n del ente p¨²blico como compensaci¨®n por hacerse con todo ese pastel publicitario; pero su contribuci¨®n ha ido menguando, a?o a a?o. El segundo hachazo fue la reducci¨®n de la subvenci¨®n p¨²blica en un 30 % de 2010 a 2013, en el marco de los recortes presupuestarios de la era austera inaugurada en tiempos de crisis. La doble jugada dej¨® a la corporaci¨®n en los huesos.
?C¨®mo se soluciona el entuerto? El Partido Popular llev¨® en noviembre pasado al Congreso una propuesta para rescatar la publicidad, pero la cuesti¨®n est¨¢ en el aire. Reinstaurar la publicidad resulta impopular. Pero encontrar un modelo estable de financiaci¨®n es urgente para cortar la sangr¨ªa: en los ¨²ltimos tres a?os el desfase presupuestario fue de 112, 113 y 132 millones de euros (para los a?os 2012, 2013 y 2014).
En los ¨²ltimos tres a?os el desfase presupuestario fue de 112, 113 y 132 millones de euros (para 2012, 2013 y 2014)
La implantaci¨®n de un canon, que el consumidor pagar¨ªa al comprar un televisor, como ocurre el Reino Unido ¡ªaunque est¨¢ siendo cuestionado en los ¨²ltimos tiempos¡ª , ser¨ªa una posibilidad. ¡°Pero aqu¨ª nunca se han atrevido a hacerlo¡±, se?ala Alejandro Perales, presidente de la Asociaci¨®n de Usuarios de la Comunicaci¨®n, que defiende un modelo mixto que recurriera a dinero p¨²blico, publicidad y canon.
Emili Prado, catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, descarta el canon en una era en la que se accede a la televisi¨®n por m¨²ltiples dispositivos y apunta que se deber¨ªa explorar la f¨®rmula de los peajes. Pagar por contenidos (como partidos de f¨²tbol), o por el acceso a servicios (como el archivo, por ejemplo). ¡°Pero no para hacer negocio¡±, puntualiza, ¡°sino como algo subsidiario¡±.
El otro gran problema es el de la instrumentalizaci¨®n de un servicio p¨²blico para ganar elecciones. ¡°Desde el franquismo, y tambi¨¦n en la Transici¨®n, ha sido utilizada por el partido en el poder¡±, afirma Agust¨ªn Garc¨ªa Matilla, catedr¨¢tico en la Universidad de Valladolid. En esta cuesti¨®n, la etapa m¨¢s esperanzadora fue el periodo del ¨²ltimo Gobierno socialista, en el que el presidente de la corporaci¨®n se eleg¨ªa por consenso, en virtud de la necesidad del voto de dos tercios de la C¨¢mara para aprobar su nombramiento. Fue un par¨¦ntesis en la historia del ente p¨²blico en el que parec¨ªa que, por fin, la televisi¨®n espa?ola se aproximar¨ªa a la referencia de siempre, la BBC. Pero la contrarreforma del Partido Popular en 2012, implantando de nuevo la elecci¨®n del candidato por mayor¨ªa simple, reabri¨® la puerta a la televisi¨®n de partido.
Los cr¨ªticos piden que se reimplante la mayor¨ªa de dos tercios de la c¨¢mara para elegir al presidente y un Consejo despolitizado
El desembarco de Jos¨¦ Antonio S¨¢nchez para ponerse al frente de RTVE tampoco contribuy¨® a sembrar esperanza. Procedente de Telemadrid, donde su gesti¨®n obtuvo cr¨ªticas por el dirigismo informativo, fue director general en la etapa en que RTVE fue condenada por la Audiencia Nacional por no informar con objetividad sobre la huelga general de 2002 ¡ªaquel c¨¦lebre ¡°c¨¦ c¨¦ o o¡± le¨ªdo al final de un Telediario¡ª. ¡°Es fundamental que haya una independencia editorial¡±, reclama Enrique Bustamante, catedr¨¢tico de Comunicaci¨®n Audiovisual de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Comit¨¦ de Sabios que entre 2004 y 2006 intent¨® reformar la televisi¨®n p¨²blica. Reimplantar la mayor¨ªa de dos tercios de la c¨¢mara para elegir al presidente, sostiene, es clave.
El grupo de estudios Teledetodos, formado por profesionales y acad¨¦micos de la comunicaci¨®n, reclama tambi¨¦n la formaci¨®n de un consejo de administraci¨®n que sea reflejo del pluralismo social; un ¨®rgano reducido, con competencias de direcci¨®n estrat¨¦gica y control.
"El consejo de administraci¨®n funciona como una comisi¨®n de control parlamentario bis, deber¨ªa tener un perfil profesional", afirma Alejandro Perales, de la Asociaci¨®n de Usuarios de la Comunicaci¨®n.
Pa¨ªses como Francia o Reino Unido cuentan con una autoridad independiente, de prestigio, desvinculada del poder pol¨ªtico, que supervisa que la televisi¨®n p¨²blica cumpla con objetivos de servicio p¨²blico y como garantes del pluralismo. Esta figura aparec¨ªa en la reforma de 2006 del Comit¨¦ de Sabios, pero no se lleg¨® ejecutar. Los catedr¨¢ticos de la UAB Emili Prado y Miquel de Moragas defienden en su trabajo Repensar la televisi¨®n p¨²blica en el contexto digital un Consejo despolitizado formado por expertos procedentes del modelo audiovisual y por "int¨¦rpretes sociales" que aporten el punto de vista de los distintos grupos sociales. El ¨®rgano de control actual, est¨¢ subsumido dentro de la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y La Competencia y desempe?a un papel muy limitado, dicen sus cr¨ªticos.
¡°Adem¨¢s, la comisi¨®n de control parlamentario actual solo se ocupa de ver si un partido ha salido cinco minutos m¨¢s en televisi¨®n que otro¡±, declara Prado, ¡°nunca ha habido un aut¨¦ntico control parlamentario independiente de fondo¡±.
El modelo tambi¨¦n est¨¢ en cuesti¨®n. "Es muy peligroso que los directivos de la televisi¨®n p¨²blica sientan que su ¨¦xito o su fracaso se mide ¨²nicamente por la audiencia", dice ?lex Mart¨ªnez Roig, director general de contenidos de Canal Plus. S¨¢nchez-Tabernero invoca el modelo sueco, con una programaci¨®n que complementa la de las cadenas privadas; donde, por ejemplo, la televisi¨®n p¨²blica no compite por los derechos deportivos. Agust¨ªn Garc¨ªa Matilla, catedr¨¢tico de Comunicaci¨®n de la Universidad de Valladolid, recuerda que es fundamental una vinculaci¨®n de la televisi¨®n con el sistema educativo, como en la BBC.
La situaci¨®n actual tambi¨¦n reaviva ecos que demandan la privatizaci¨®n. "De ese modo no habr¨ªa despilfarro, ni comisarios pol¨ªticos", se?ala Carlos Rodr¨ªguez Braun, catedr¨¢tico de Historia del Pensamiento Econ¨®mico de la Universidad Complutense de Madrid. ¡°Pero mientras no sea pol¨ªticamente rentable, jam¨¢s se va a privatizar¡±.
Al final, el debate sobre la televisi¨®n p¨²blica depende de qu¨¦ televisi¨®n p¨²blica se tenga. ¡°En Europa¡±, sostiene Emili Prado, ¡°es un instrumento que funciona y es apreciado¡±. Considera que con la digitalizaci¨®n, una televisi¨®n independiente del poder pol¨ªtico es m¨¢s necesaria que nunca. Si la gente recibe la informaci¨®n solo a trav¨¦s de su c¨ªrculo de redes sociales, acaba teniendo una visi¨®n muy parcial de la realidad. ¡°Es fundamental para construir un repertorio de contenidos que compartamos como pa¨ªs¡±.
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