La mejor nariz de Patrick Pineau

Un s¨ª, un no. Un tal vez, una l¨¢grima, una decisi¨®n. El ¨ªmpetu, la duda. Son quiz¨¢s las mil aristas de cualquier vida concentradas en un personaje lo que convirti¨® a Cyrano de Bergerac en un mito. Patrick Pineau est¨¢ de acuerdo: ¡°El personaje somos todos de alguna manera, s¨ª¡±. ?l un poco m¨¢s. Es ahora su nariz la que respira debajo de la gran nariz; por y para el sue?o del director George Lavaudant. El exdirector del Th¨¦?tre de l¡¯Ode¨®n solo concibi¨® subir a escena la pieza m¨¢s reconocida del dramaturgo franc¨¦s Edmond Rostand cuando imagin¨® a Pineau bajo el ropaje del espadach¨ªn.

Con una sonora carcajada, Pineau evita contestar si Cyrano tiene algo de ¨¦l o viceversa. ¡°En una historia como esa, repleta de peque?as historias hay, inevitablemente, una parte de todos¡±. Esta versi¨®n, estrenada en el Festival Nuits de Fourvi¨¨re de Lyon en junio de 2013, arrastra una ovaci¨®n un¨¢nime por parte de cr¨ªtica y p¨²blico y llega ahora a los Teatros del Canal dentro del Festival de Oto?o a Primavera el 13, 14 y 15 de marzo.

Pineau honra esta pieza ¨ªntima y desnuda de ornamentos que se ha representado, desde su estreno el 27 de diciembre de 1897, en m¨¢s de 1.000 ocasiones. ¡°Es un cl¨¢sico en Francia. Significa afrontar un personaje tremendamente conocido, interpretado y reinterpretado. Existi¨® esa presi¨®n¡­¡±, enmudece Pineau. Y luego prosigue: ¡°Como la de quien se enfrenta a una canci¨®n de Edith Piaf o Jacques Brel¡±. A este h¨¦roe ¡ªo antih¨¦roe del amor¡ª lo acompa?an otros 17 personajes.

¡°Lavaudant ha elegido a un gran grupo de actores y actrices en una mezcla generacional maravillosa que es tambi¨¦n parte de la fuerza del espect¨¢culo¡±, concreta Pineau. El actor, fetiche del director, asegura que Cyrano es Cyrano por todo lo que tiene detr¨¢s y no solo por su propia individualidad. Tambi¨¦n por todo el trabajo de mesa, de grupo y de estudio del texto que la compa?¨ªa francesa LG Th¨¦?tre ha llevado a cabo para conseguir que todo en este cl¨¢sico de cl¨¢sicos fluya como la propia respiraci¨®n.

El acto quinto de la obra de Rostand bull¨® con algo m¨¢s de intensidad en Pineau: ¡°Aunque no tengo una parte favorita, porque la obra en s¨ª es una traves¨ªa a trav¨¦s de una terrible historia de amor, me toc¨® de una forma especial¡±. Es oto?o de 1655 en el parque del convento en Par¨ªs de las Damas de la Cruz. ¡°Ah¨ª est¨¢ en toda su verdad Cyrano. Alguien fracturado, estropeado, alguien que no se quiere a s¨ª mismo, con m¨¢s sombras de las que parece¡±. La profunda soledad y el amor intenso de un personaje que ya lleva tres siglos desmigando las emociones de quien se sienta en el patio de butacas porque, todav¨ªa hoy, puede ser cualquiera.