Adi¨®s a la serie m¨¢s longeva
¡®Goenkale¡¯, producida por ETB, emitir¨¢ en diciembre su ¨²ltimo cap¨ªtulo
Hace 21 a?os, ETB-1, el canal en euskera de la radiotelevisi¨®n p¨²blica vasca, imagin¨® Arralde, un pueblo costero, en cuya calle principal, Goenkale, el nombre que tom¨® la que luego ha sido la ficci¨®n m¨¢s longeva de Espa?a, se suced¨ªan los avatares de la familia Lasa. El primer cap¨ªtulo se emiti¨® el 3 de octubre de 1994 y hace unos d¨ªas se grab¨® su ¨²ltimo episodio, que se podr¨¢ ver el pr¨®ximo diciembre. El serial se despedir¨¢ tras 3.707 programas y 1.854 horas de emisi¨®n. Los bajos ¨ªndices de audiencia, un rating de 1,7%, obligan a cerrar el bar Boga, uno de los escenarios clave de la serie, y, para varias generaciones de telespectadores, a despedirse definitivamente de los m¨¢s de 700 actores, entre principales, secundarios y extras, que han pasado por Goenkale.
¡°ETB ten¨ªa una tradici¨®n de hacer episodios semanales de ficci¨®n. Sab¨ªamos que en otras latitudes los diarios funcionaban mucho y en un viaje a Bristol, a una feria de televisi¨®n, pasamos por la BBC de Gales. All¨ª vimos lo que pretend¨ªamos hacer, una serie diaria¡±, recuerda Joxe Mari Otermin, uno de los impulsores de la serie, quien adem¨¢s particip¨® en la creaci¨®n de la radiotelevisi¨®n vasca a principios de los ochenta. ¡°Se le plante¨® a m¨¢s de un productor y a alguno le pareci¨® imposible. Absolutamente quijotesco, pero Pausoka lo cogi¨® r¨¢pidamente¡±, a?ade, en referencia a la productora que hasta hoy ha coproducido la serie junto a ETB.
Para Otermin, la clave de la longevidad de Goenkale reside en, por un lado, la variedad de tramas, con un sinf¨ªn de int¨¦rpretes y personajes nuevos a?o tras a?o y, por otro, a los asuntos tratados. ¡°Ha sido un poco un espejo, el intento de acercarnos a una sociedad, y creo que el ¨¦xito ha estribado en eso, en haber sido algo as¨ª como el espejo de la sociedad vasca¡±, apunta.
Otermin rememora el tratamiento del consumo de drogas o de la homosexualidad. La pol¨ªtica y el terrorismo, sin embargo, pasaron de largo por Arralde. Si se le pregunta a Ainhoa Aierbe, quien encarna a Leonor, cubana, uno de los personajes centrales de Goenkale y que, a excepci¨®n de breves ausencias, ha permanecido en la ficci¨®n desde la cuarta temporada, el ¨¦xito se fragu¨® en los primeros a?os, cuando la serie, de corte ¡°costumbrista, que se acercaba muy bien a la realidad de los pueblos de Euskadi¡±, supo atraer a un p¨²blico quiz¨¢s mayor, para luego tambi¨¦n ser capaz de sumar a los j¨®venes.
Una ficci¨®n ambientada en Euskadi... y en la ¡°que cualquiera pod¨ªa salir¡±, a?ade Jabi Elortegi, director de la serie durante cerca de un lustro ¡ªantes que ¨¦l hubo cuatro profesionales al frente del proyecto y despu¨¦s, otros tres¡ª.
Fue en la etapa de Elortegi cuando Goenkale pas¨® a emitirse dos d¨ªas por semana, con cap¨ªtulos de una hora de duraci¨®n. ¡°Nos empezamos a complicar, a contar tramas que bien podr¨ªan haber sucedido en otro sitio, hab¨ªa una especie de chiste, ¡®eso no sucede ni en Arralde¡¯, pero siempre estuvo la cercan¨ªa con la gente¡±, especifica. El protagonismo de la familia Lasa se diluy¨® para recaer el peso de las diversas tramas en otros personajes, entre amores y desamores, embarazos, asesinatos, secuestros, mentiras...
Goenkale, cantera, entre otros int¨¦rpretes, para Iban Garate, B¨¢rbara Goenaga, Gorka Otxoa, Miren Ibarguren o Aitor Luna, fue premiada en 2007 por la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisi¨®n con el galard¨®n La Serie con M¨¢s Vida. Tambi¨¦n fue entonces reconocido como el programa m¨¢s destacado de la ¨²ltima d¨¦cada en Euskal Telebista.
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