¡°Tengo un deseo f¨ªsico brutal de hacer re¨ªr¡±

?Por qu¨¦ hace cine? Para contar historias a la gente, y a ser posible divertirles.

?Qu¨¦ le divierte contar ahora? Tengo un deseo f¨ªsico brutal de hacer re¨ªr. Estamos pasando una ¨¦poca dura de transformaci¨®n en la que el mundo muta: re¨ªrnos es m¨¢s importante que nunca. Tambi¨¦n es m¨¢s dif¨ªcil que nunca.

?Por qu¨¦ estamos tan mal? La humanidad es un tira y afloja entre los que lo quieren todo y la gente que intenta defenderse y estar mejor.

?Qu¨¦ le hace re¨ªr? Me hacen re¨ªr Wyoming, mi hermano David, Groucho, Billy Wilder...

?Y de lo que ocurre? La gente seria siempre es c¨®mica. Se pueden hacer chistes de todo. Y no lo digo s¨®lo por Charlie Hebdo. Creo que fue Savater quien cit¨® una frase de Cioran que me encanta: ¡°Las religiones son cruzadas contra el humor¡±. Hay que re¨ªrse de todo.

?Por ejemplo? Monicelli dec¨ªa que la comedia italiana se hizo adulta cuando descubrieron que se pod¨ªan re¨ªr de la muerte. Dio lugar a la edad de oro de ese cine. Ahora leo los chistes m¨¢s antiguos de los griegos, ?y lo modernos que son! Mira este: ¡®Un t¨ªo va a la peluquer¨ªa, el barbero le pregunta c¨®mo ha de cortarle el pelo y el hombre dice: ¡°En silencio¡±. ?Te meas!

Totalmente actual. Como este. Alguien encuentra a otro: ¡°Oye, me dijeron que hab¨ªas muerto¡±. ¡°Pues mira, aqu¨ª estoy¡±. Y el primero le replica: ¡°Me f¨ªo m¨¢s del otro tipo que me dijo que hab¨ªas muerto¡±.

¡°Que mi madre pudiera llegar a leer y tener su biblioteca es una conquista de la humanidad¡±

En Qu¨¦ noche la de aquel d¨ªa los Beatles arrojan a un solemne por el v¨¢ter... ?Qu¨¦ solemnes arrojar¨ªa? Solemnes nos ponemos todos. Los grandes dictadores me parecen grotescos, y si no fuera por la cantidad de gente que han matado ser¨ªan objeto de risa. Hitler, Mussolini, Franco... Fidel y Ch¨¢vez son pat¨¦ticos, no son grandes asesinos pero tambi¨¦n tienen sus muertos. El propio Stalin da risa, un payaso.

Y han mandado mucho. Esto demuestra lo pat¨¦ticos que somos. Algunos, elegidos. ?C¨®mo somos tan gilipollas que elegimos gobernantes tan ineptos!

Eso: ?por qu¨¦ somos tan gilipollas? Si pasa con ellos, ?qu¨¦ le reprochamos al ciudadano com¨²n!

?Y a qui¨¦n elegir¨ªa usted? A m¨ª me gustar¨ªa votar a un partido donde estuvieran ?ngel Gabilondo, Eduardo Madina, ??igo Errej¨®n, Alberto Garz¨®n, Irene Lozano y Tania S¨¢nchez. Y Gaspar Llamazares..., ?qu¨¦ gran alcalde de Madrid ser¨ªa! Pero ¡°mi¡± partido desgraciadamente no existe.

?De lo que pasa qu¨¦ le conmueve? La gente cojonuda. Una vez fui a Bosnia, en una campa?a contra las minas antipersona. Hab¨ªa un chico franc¨¦s, cum laude en Econom¨ªa, le hab¨ªan ofrecido un puesto en el Banco Mundial; ¨¦l pas¨® y cre¨® cooperativas en Ruanda; luego cre¨® cooperativas lecheras en Bosnia. Me conmueve cuando me encuentro gente acojonante.

?Qui¨¦n es el presidente de los acojonantes? Mi madre. Mataron a su padre en la guerra. ?l no estaba en ning¨²n bando, pero ten¨ªa un hermano cura. Fueron a buscar al hermano, no lo encontraron y a ¨¦l lo fusilaron los milicianos. Ella empez¨® a trabajar a los trece a?os; fue una semana al colegio, y me ense?¨® a leer. ?Y a los tres a?os y medio yo ya le¨ªa de corrido el Quijote! Cuando David, el peque?o, se hizo mayor ella se hizo su biblioteca. Que llegara a tener su propia biblioteca es una de las grandes conquistas de la humanidad.