El funeral del rey Ricardo III reivindica al ¨²ltimo Plantagenet
Su cuerpo se localiz¨® en 2012 debajo de un aparcamiento

M¨¢s de cinco siglos despu¨¦s de su muerte en el fragor de la batalla, Ricardo III va a merecer finalmente ese sepelio digno de un rey que le hab¨ªa negado la historia. Los restos del monarca ingl¨¦s, hallados hace tres a?os en el subsuelo de un aparcamiento municipal de Leicester, fueron trasladados hoy en un solemne y multitudinario cortejo hacia la catedral de esta ciudad, donde recibir¨¢n sepultura el pr¨®ximo jueves. Ser¨¢ el segundo y definitivo entierro de aquel soberano al que William Shakespeare recre¨® clamando ¡°?Mi reino por un caballo!¡±.
Miles de personas desplazadas a esta localidad del centro de Inglaterra arroparon el recorrido del carruaje de caballos que, a lo largo de m¨¢s de cinco horas, desfil¨® por los lugares m¨¢s emblem¨¢ticos asociados a la figura de Ricardo III portando un sencillo f¨¦retro de roble. En su interior, el esqueleto y la calavera que un equipo de arque¨®logos de la Universidad de Leicester hab¨ªa localizado en 2012 ante la incredulidad general, pero que acab¨® siendo atribuido al soberano ¡°m¨¢s all¨¢ de toda duda razonable¡± gracias a las pruebas de ADN. Junto a los investigadores y acad¨¦micos que asistieron a la ceremonia, destacaba la presencia de un carpintero canadiense residente en el Reino Unido, Michael Ibsen, cuya identificaci¨®n como descendiente directo de Ana de York, hermana del rey, permiti¨® un cotejo gen¨¦tico con la osamenta hallada.

El centro acad¨¦mico fue al mediod¨ªa el punto de partida de un cortejo que recal¨® en Fane Lane Farm, la campi?a donde el rey habr¨ªa perdido a su caballo y sobre todo ese casco protector sin el que tuvo que luchar en la batalla de Bosworth (1485): el an¨¢lisis de sus restos ha concluido que pereci¨® a resultas de las heridas que sufri¨® en la cabeza, infligidas por la punta afilada de una de las armas de infanter¨ªa de la ¨¦poca medieval. El ¨²ltimo monarca de la dinast¨ªa de Plantagenet fue enterrado sin pompa ni ceremonia en la iglesia de Grey Friars, y su figura condenada desde entonces a la propaganda negativa de los Tudor, sucesores en el trono, o a la de la obra de Shakespeare que lo representa como a un tirano deforme.
Los avances de la ciencia en el siglo XXI han permitido establecer que Ricardo fue en realidad un hombre de atractiva planta, cuya escoliosis no desfiguraba su esbeltez, y que adem¨¢s ten¨ªa un rostro apuesto, reconstruido hoy en tres dimensiones. El redescubrimiento del personaje se traduc¨ªa en la concurrida asistencia que acompa?¨® el desfile de sus restos hasta el destino final de la catedral de Leicester, donde el f¨¦retro permanecer¨¢ expuesto cuatro d¨ªas hasta la ceremonia del entierro, que ser¨¢ presidida por el arzobispo de Canterbury, jefe de la Iglesia de Inglaterra. Los actos de hoy, sin embargo, dieron espacio a un servicio religioso oficiado por el arzobispo cat¨®lico de Westminster, Vincent Nichols, en atenci¨®n a la fe que profesaba Ricardo d¨¦cadas antes de la reforma protestante consumada durante el reinado de Enrique VIII.
La fascinaci¨®n por el redescubrimiento de la figura de Ricardo III ha inundado de curiosos las calles de Leicester, para irritaci¨®n de la ciudad de York, que reclamaba ser la sede de su definitiva sepultura por cuestiones de linaje pero que perdi¨® la liza en los tribunales. Ricardo, un personaje abyecto a tenor de la pluma de El Bardo, se ha trastocado en reclamada estrella del p¨²blico contempor¨¢neo.
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