El retorno de los grandes magos
El ilusionista Hausson estrena un espect¨¢culo donde presenta trucos que se hac¨ªan en los teatros de Barcelona el siglo pasado
Entre principios de siglo y los a?os sesenta, los teatros de Barcelona recib¨ªan a los grandes magos internacionales y llenaban las plateas. El mago Hausson estrenar¨¢ el 8 de abril (La Seca, Barcelona) un espect¨¢culo que es un tributo, as¨ª se llama (Magic tribute),a aquella ¨¦poca de esplendor. ¡°No se trata de un ejercicio arqueol¨®gico ni nost¨¢lgico. No es un revival"¡± aclara, se trata de presentar efectos m¨¢gicos que hac¨ªan aquellos ilusionistas y que mantienen su misterio y su poes¨ªa. El efecto ser¨¢ el mismo aunque la puesta en escena sea contempor¨¢nea. Y ello se combinar¨¢ con el propio repertorio de Hausson para, en definitiva, vivir una noche m¨¢gica.
La n¨®mina rescatada de aquellos grandes magos, algunos de los cuales llegaban a la ciudad con vagones de trenes repletos de cofres y trucos para montar su espect¨¢culo, est¨¢ lleno de apellidos ilustr¨ªsimos: The Great Raymond, Horace Godin, Fu Manch¨², Richiardi jr, Chang y Kalanag. No hay nombres dom¨¦sticos porque ninguno de los magos locales, explica Hausson, ten¨ªa la grandeza teatral de aquellos sin que ello suponga un dem¨¦rito a su maestr¨ªa. El m¨¢s cercano ser¨ªa Li-Chang, el badalon¨¦s Joan Forns, que se inspir¨® en Fu Manch¨² y la chinoiserie tan en boga en aquellos tiempos en este mundo donde los nombres orientales parec¨ªan incrementar la cuota de misterio. Y tambi¨¦n contribu¨ªa a ello el t¨ªtulo de los trucos, entre lo enigm¨¢tico y lo claramente tenebroso: El ¨¢rabe perforado, Sinfon¨ªa perdida en el espacio junto con el piano y la pianista, La mujer dividida por completo por una sierra circular, etc¨¦tera.
Del Gran Raymond, que estuvo en Barcelona en 1916, Hausson ha escogido La cabina espiritista, "un efecto que todav¨ªa se hace ahora con la misma t¨¦cnica de entonces". De Horace Goldin, que actu¨® en el Novedades, adapta la ilusi¨®n de la mujer serrada. Este truco tiene una larga historia empezando por quien fue el primer en ofrecerlo. Al margen del debate sobre su paternidad, Goldin siempre reclam¨® la autor¨ªa y lo hizo acudiendo a los tribunales. Lo patent¨® en 1923 y disfrut¨® del monopolio del mismo durante 17 a?os. Pero de aquello Goldin sac¨® una lecci¨®n. No hay que patentar los trucos de magia. Para hacerlo hay que depositar la documentaci¨®n completa sobre la invenci¨®n y ello implica exponerla a terceros que pueden copiarlo, como le sucedi¨®. En los a?os 30, en su largo deambular por los tribunales, persigui¨® a la tabacalera Reynolds porque en una campa?a publicitaria, con el lema ¡°Es divertido ser enga?ado¡pero m¨¢s divertido saber" descubr¨ªa el secreto de la mujer partida. Goldin perdi¨® y abandon¨® las peleas con abogados. Hausson cree que es in¨²til batallar por la propiedad intelectual en la magia. No existe. ¡°La mejor manera de proteger un juego es publicarlo, as¨ª, al menos, queda reconocida tu autor¨ªa¡±. Tambi¨¦n discrepa rotundamente de la publicidad de Reynolds. ¡°En magia es una muestra de inteligencia que el espectador se deje llevar por la ilusi¨®n que se crea y no intente destapar ning¨²n secreto. De hecho, la magia no enga?a porque todo el p¨²blico sabe que detr¨¢s de lo que ve hay truco¡±.
El montaje ¡®Magic tribute¡¯ se estrena en La Seca el 8 de abril
De Fu Manch¨², Hausson ha escogido La bala atrapada. Esta ilusi¨®n, como todas las que rescata Hausson tiene una larga historia. El m¨¢s acreditado mago que la presentaba fue Chung Ling Soo. Otro chino de carpinter¨ªa que, cuenta Hausson, para intentar dar mayor verosimilitud a su personaje se hac¨ªa acompa?ar en las entrevistas de un traductor de chino porque ¨¦l (en realidad William Ellsworth, nacido en el estado de Nueva York) se supon¨ªa que ignoraba el ingl¨¦s. Chung Ling Soo falleci¨® precisamente en un escenario londinense, en 1918, cuando fall¨® el truco de la bala. Cuentan las cr¨®nicas que sus ¨²ltimas palabras, esta vez en ingl¨¦s, fueron: ¡°Oh Dios m¨ªo. Algo ha fallado, Bajad el tel¨®n¡±. Aunque se especul¨® con el asesinato o el suicidio, por causa de un enredo sentimental, la polic¨ªa cerr¨® el caso estableciendo que se trat¨® de una muerte accidental. Otro nombre chino del repertorio escogido en Magic tribute es el del paname?o Chang, cuyo padre, esta vez s¨ª, era un emigrante chino. Hausson explica que viajaba con 14 toneladas de equipaje. ¡°Fue tan grande su ¨¦xito que en 1928, con 29 a?os, se retir¨®. Pero en un a?o dilapid¨® su fortuna y tuvo que regresar a los escenarios donde repiti¨® el ¨¦xito¡±.
No se trata de un ejercicio de nostalgia ni arqueol¨®gico
De Richiardi jr., Hausson presenta Las hojas de afeitar en la boca. En sus trabajos de rastreo sobre la historia barcelonesa de estos magos, un colaborador de Hausson localiz¨® pegados en una buhardilla del teatro Borr¨¤s, donde Richiardi jr. actu¨® en 1951, dos p¨®sters del artista.
Hausson tampoco se ha olvidado de Kalanag, que en 1962 estuvo en el C¨®mico de Barcelona, un teatro que cerr¨® tras su marcha. Como muchos de estos magos estuvo vinculado a la industria del cine. No es nada extra?o que tuvieran tratos con este nuevo arte, entre cuyos pioneros est¨¢ el mago Meli¨¨s, que vi¨® en ¨¦l otra forma de fabricar ilusiones. De Kalanag (Helmut Ewald Schreiber), Hausson recrea la levitaci¨®n de una dama. Es de las buenas cosas para recordar de Schreiber que se gan¨® el lamentable sobrenombre de Ministro de la magia de Hitler y algunos textos lo relacionan con el espionaje nazi de la misma manera que a Houdini se le atribuyen tareas de espionaje para los brit¨¢nicos.
En definitiva, nombres de una gran ¨¦poca de la magia. ¡°Dur¨® hasta los a?os sesenta. En aquellos tiempos los grandes magos ten¨ªan un enorme reconocimiento popular y actuaban ante la realeza o el papado. Este reconocimiento se ha perdido. En parte, porque los espect¨¢culos de magia en los teatros ped¨ªan una compleja artesan¨ªa s¨®lo al alcance de los mejores. Luego la magia se traslad¨® al cabaret con unas dimensiones m¨¢s peque?as y donde pod¨ªan presentarse trucos m¨¢s asequibles. Creci¨® el n¨²mero de magos hasta que desapareci¨® el cabaret y la magia tuvo que refugiarse en bodas, bautizos, comuniones o eventos de empresa donde las exigencias art¨ªsticas son menores y donde hay muchos magos excelentes, pero tambi¨¦n muchos mediocres¡±.
En los a?os ochenta, algunos cines como el Selecto, el Versalles o el Diana, explica Hausson, todav¨ªa presentaban n¨²mero de variet¨¦s en el entreacto del doble programa, pero aquello fue insostenible como los propios cines. Hausson se ha asentado en La Seca donde el a?o pasado lo visit¨® el brit¨¢nico DMC, cuando este mago rodaba una serie para National Geograhic. Fue a verlo. Le gust¨® el espect¨¢culo y quiso entrevistarlo sobre su po¨¦tica de la magia, una po¨¦tica que podr¨¢ disfrutarse nuevamente a partir del 8 de abril donde cuenta una historia basada, en parte, en la propia historia del ilusionismo
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