Bidinte, la sonrisa de ?frica en Madrid
El m¨²sico de Guinea Bissau, excelente percusionista, mezcl¨® los ritmos africanos con toques flamencos
Se llamaba Fernando Jorge da Silva Bidinte, y el mundo art¨ªstico le conoc¨ªa por su segundo apellido, una alegr¨ªa contagiosa, una m¨²sica soleada y vibrante y acaso por una de las sonrisas m¨¢s bonitas del mundo. Esa sonrisa que ha dejado de iluminar desde que el pasado jueves un problema cardiovascular acab¨® con su vida de repente.
Nacido en la isla de Bolama, en Guinea Bissau, el 7 de enero de 1963, Bidinte recal¨® en Madrid a comienzos de los noventa. Ven¨ªa a dar unos conciertos tras pasar tres a?os en Lisboa. El destino quiso que se quedara en una ciudad por aquellos d¨ªas abierta al mundo y que acog¨ªa a m¨²sicos llegados de otras latitudes, como Rasha, Las Hijas del Sol, Wafir, Seydu, Bar¨®n Ya Bukl¨² o los hermanos Thiossan¨¦ tambi¨¦n desde ?frica, o Gema y P¨¢vel, o Habana Oscura (luego Habana Abierta) desde el Caribe. Un disco de Camar¨®n le hizo cambiar su manera de entender la m¨²sica, y como guitarrista que era, adem¨¢s de excelente percusionista, compositor y cantante, empez¨® a cruzar los ritmos y melod¨ªas de su pa¨ªs con un sutil y evocador toque flamenco. Ah¨ª est¨¢n discos como Kumura e Iran di Fanka¡¯s, en solitario, o el colectivo con La Banda Negra como muestra de su enorme talento y altura compositora.
Era la alegr¨ªa personificada. Se crec¨ªa ante la adversidad, como demostr¨® desde muy peque?o al elegir la m¨²sica como vocaci¨®n, ante la oposici¨®n de su familia y las constantes negativas de su padre. Los problemas que ten¨ªa con el papeleo al principio de vivir en Madrid o la eterna irritaci¨®n de ojos no le desanimaban para seguir cantando y dando conciertos. Vitalidad y simpat¨ªa que no estaba re?ida con un esp¨ªritu solidario y constructivo.
Tras m¨¢s de 15 a?os estable en la capital, ¨²ltimamente viv¨ªa entre Almendralejo (Badajoz), Madrid y largas estancias en Bissau, donde colaboraba ense?ando a ni?os a introducirse en la m¨²sica y llevando en cada viaje instrumentos que le donaban sus amigos de Espa?a. Ten¨ªa dos hijas, Alana y Awinnie, de un primer matrimonio con una compatriota en Lisboa; y otra, L¨²a, con Mar¨ªa Trueba, hija del escultor fallecido M¨¢ximo Trueba, hermano de los reconocidos cineastas, David y Fernando. A Mar¨ªa Trueba le dedic¨® al separarse una de sus canciones m¨¢s hermosas, Boneca di oss (Saco de huesos). Alana es, de momento, la ¨²nica que ha seguido sus pasos, aunque lo suyo es el soul como cantante del excelente combo madrile?o Cosmosoul.
Preparaba estos d¨ªas con su amor de Madrid, la dramaturga y actriz Mercedes Lezcano, el espect¨¢culo Hablemos de ?frica, que pretend¨ªan estrenar juntos este a?o en la programaci¨®n de Veranos de la Villa en Los Jardines de Sabatini, tan pr¨®ximos a la casa que ambos compart¨ªan.
Hace 15 a?os Bidinte viaj¨® a los campamentos de refugiados saharauis para participar en el Festival S¨¢hara en el Coraz¨®n. Esa experiencia le inspir¨® despu¨¦s otra preciosa canci¨®n, Acampamentos, dedicada, por extensi¨®n, a todos los exiliados africanos. Comparti¨® all¨ª jaima con el gran Rosendo, el roquero de Carabanchel que luego le invit¨® a tocar la guitarra en un disco suyo.
Fue tambi¨¦n m¨²sico acompa?ante del cantautor Luis Pastor. En el ¨²ltimo carnaval estuvo dando conciertos por Salvador de Bah¨ªa (Brasil) junto a Milton Nascimento. Ha muerto en Bissau, rodeado de su familia, mientras preparaba la tanda de conciertos que iba a ofrecer en unos d¨ªas en la isla guineana de Bubake. Su sonrisa permanecer¨¢ en el recuerdo de muchos corazones estos d¨ªas destrozados.
Babelia
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