¡°Es terrible ser ciego y sordo, pero no es el final¡±

Cuando se acerca a su interlocutor, Jean-Pierre Am¨¦ris (Lyon, 1961), que mide dos metros, choca la mano y exclama: ¡°Es usted tan alto como yo. Entender¨¢ probablemente de lo que le voy a hablar¡±. Cuando era adolescente, Am¨¦ris sufri¨® acoso escolar por su tama?o. ¡°No me sent¨ªa c¨®modo, ni mucho menos integrado. No hablaba con nadie¡±. Adem¨¢s, vio la pel¨ªcula El milagro de Ana Sullivan (1962), sobre c¨®mo una sordociega, Helen Keller, aprendi¨® a comunicarse. ¡°Me dej¨® trastornado¡±. As¨ª naci¨® la semilla de La historia de Marie Heurtin, que acaba de estrenarse en Espa?a, un drama sobre la capacidad de comunicarse y de amar del ser humano. Durante a?os, el director de T¨ªmidos an¨®nimos (2010) se plante¨® rodar sobre Keller, hasta que descubri¨® otra historia fascinante, la de otra sordociega, Marie Heurtin, que adem¨¢s ocurri¨® en su pa¨ªs, en un libro, En la prisi¨®n,que apenas dedicaba 15 p¨¢ginas a Heurtin. ¡°Decid¨ª visitar el Instituto Larnay inmediatamente, en Poitiers, donde Heurtin entr¨® en 1895¡±. Larnay ya no es un establecimiento religioso como en el siglo XIX, pero a¨²n est¨¢ especializado en la educaci¨®n de ni?os sordomudos, principalmente, y alguno sordociego. ¡°Conoc¨ª a los peque?os, a sus padres... Ten¨ªa que hacer el filme¡±.

Encontr¨® a su actriz protagonista all¨ª mismo, en Larnay. ¡°Me cost¨® mucho convencerla... y a final no lo logr¨¦. Porque le supon¨ªa un gran esfuerzo memor¨ªstico y renunciar a sus clases de danza¡±. Finalmente, en un colegio para ni?os sordos en Chamb¨¦ry, apareci¨® Ariana Rivoire. ¡°Estaba en el comedor, se le hab¨ªa olvidado el casting. Era albanesa y en su pasado hab¨ªa ciertas similitudes con Marie, superando todo tipo de dificultades comunicativas¡±.

Am¨¦ris ha intentado que el espectador entre en el mundo de estos discapacitados: ¡°En mi primer encuentro, me tocaban la cara para entender c¨®mo era yo. Ese proceso de acercamiento y contacto me pareci¨® muy cinematogr¨¢fico... aunque no sab¨ªa c¨®mo responderles¡±. Durante los a?os en que escribi¨® el guion, el cineasta pas¨® largas temporadas con los ni?os: ¡°Me ense?aron que s¨ª, que es terrible ser sordo y ciego, pero que no es el final. Ellos disfrutan de la vida, del amor, incluso de los deportes o los ordenadores¡±. Por eso rehuy¨® el punto de vista ¡°de esos documentales que hablan de sufrimientos y retos superados¡±. ¡°Porque cuanto m¨¢s tiempo pasaba con ellos, m¨¢s disfrutaba de la vida y de su solidaridad. Son ni?os, son personas, son como nosotros, son nosotros¡±.