Mario Camus: Leer, escribir, rodar, mus...
En una entrevista, el director de ¡®Los santos inocentes¡¯ habla del desinter¨¦s por la literatura de los estudiantes de cine
Est¨¢ bordeando los 80 a?os y sigue manteniendo ese vigoroso aspecto de deportista que ha lucido siempre. Tambi¨¦n conserva la misma timidez de toda su vida. Aunque es un magn¨ªfico conversador, reh¨²ye comentar sus trabajos, frustrando las expectativas del periodista. ¡°Ser¨ªa un pedante enorme si me pusiera a formular teor¨ªas; lo que s¨ª recuerdo son las dificultades de cada rodaje¡¡±.
As¨ª pues, content¨¦monos con admirar sus pel¨ªculas, m¨¢s de 30, entre ellas algunas que han sido aut¨¦nticas campanadas en la historia del cine espa?ol (La colmena y Los santos inocentes, por ejemplo), junto a otras, igualmente extraordinarias aunque no recibieran el mismo calor del p¨²blico (Los d¨ªas del pasado o El color de las nubes, por citar ahora solo dos). O las series de televisi¨®n como Fortunata y Jacinta o La forja de un rebelde.
Mario Camus es un tipo modesto. Siempre ha dicho que las pel¨ªculas son obra de un equipo (¡°Se adjudican a un autor pero hay medio centenar de personas trabajando en ellas¡±), y as¨ª lo record¨® al recoger el Goya de Honor que le dieron en 2011, uno de los muchos premios que ha recibido por el conjunto de su obra, entre otros el Nacional de Cinematograf¨ªa en 1985.
Procura no olvidar los nombres de cuantos compusieron el equipo de cada rodaje, ni a los compa?eros de generaci¨®n para quienes suele tener comentarios de respeto cuando no de admiraci¨®n. Saura, Erice, Olea, Regueiro, Borau, Picazo, Patino¡ A Camus le suele gustar incluir frases al principio o al final de sus pel¨ªculas, as¨ª hizo con una de T. S. Eliot, ¡°La ¨²nica sabidur¨ªa que podemos adquirir es la sabidur¨ªa de la humildad. La humildad es interminable¡±. Y con ese precepto sigue caminando.
¡°El problema es el de siempre: es m¨¢s dif¨ªcil montar la financiaci¨®n de una pel¨ªcula que rodarla¡±
Nos citamos durante uno de sus viajes a Madrid, que suele aprovechar para cenar con viejos amigos. ¡°Yo llevo una vida en la que no existo¡±, dice, refiri¨¦ndose a Santander, donde naci¨® y ahora vive alejado del mundanal ruido, con su lectura y alguna partida de mus. Hizo su ¨²ltima pel¨ªcula, El prado de las estrellas, en 2006 y parec¨ªa que con ella se hab¨ªa despedido del cine. ¡°Hombre, yo no digo eso¡ No me estoy muriendo, y adem¨¢s me vendr¨ªa al pelo rodar. Lo ¨²nico que me gustar¨ªa es que fuese una pel¨ªcula c¨®moda. Las ¨²ltimas que he hecho han sido rodadas a 20 kil¨®metros de mi casa, como m¨¢ximo. Es lo mismo que hac¨ªa Kubrick, que reconstruy¨® Vietnam en los alrededores de su casa, cerca de Londres, para la pel¨ªcula La chaqueta met¨¢lica¡ En esas condiciones s¨ª que har¨ªa otra pel¨ªcula¡ Pero el problema es el de siempre: es m¨¢s dif¨ªcil montar la financiaci¨®n que rodarla, es decir, tener que ir a ver a menganito o a fulanito, y que te vayan mandando de uno a otro¡ ?ramos como pordioseros y lo seguimos siendo¡¡±.
Desde hace a?os mantiene el sue?o de adaptar al cine la trilog¨ªa de Pio Baroja Agon¨ªas de nuestro tiempo, pero por una u otra raz¨®n, o siempre por la misma, el proyecto se ha ido diluyendo. ¡°A Baroja se le ha llevado muy poco al cine. Angelino Fons adapt¨® La busca, y lo hizo muy bien. Ten¨ªa talento¡ como tantos otros que no lograron la suerte que merec¨ªan¡ Es una generaci¨®n un tanto desperdiciada. En fin¡¡±. ?l es hombre de libros. ¡°Yo tuve una formaci¨®n a salto de mata pero le¨ª muchos libros¡±, comenta.
En algunos de sus trabajos ha adaptado a Delibes, Cela, Barea, Aldecoa, Gald¨®s, Garc¨ªa Lorca... ¡°El cine espa?ol de esa ¨¦poca es un ep¨ªgono de Matute, Mart¨ªn Gaite, S¨¢nchez Ferlosio, Mart¨ªn Santos... Estuvimos muy influenciados por sus novelas¡±, comenta.
?l mismo es escritor, no s¨®lo de sus propios guiones: en 2003 public¨® catorce historias bajo el t¨ªtulo de Un fuego oculto. Hoy sigue leyendo con fruici¨®n y sigue escribiendo. Por eso se sorprendi¨® en su breve experiencia como profesor en la Escuela de Cine del poco inter¨¦s que los alumnos ten¨ªan por la literatura. ¡°Hablaban de pel¨ªculas americanas pero no le¨ªan nada. Lo que m¨¢s les importaba era c¨®mo se pod¨ªa financiar una pel¨ªcula¡±, apunta.
Y ampl¨ªa su reflexi¨®n sobre la cuesti¨®n: ¡°Los viejos somos peligrosos porque nos volvemos dogm¨¢ticos, tenemos una especie de autosuficiencia y nos ponemos gilipollas. Pero hay j¨®venes que tambi¨¦n lo son¡ Los de ahora est¨¢n muy preparados, son virtuosos y tienen medios que nosotros no tuvimos. Ah, pero cuando salen de las escuelas ?d¨®nde se colocan si las series que se emiten son americanas? ?Por qu¨¦ tenemos que tragarnos a un abogado de Cincinnati y no contamos cosas de un abogado de Alcoy?¡±.
Camus se form¨® rodando pel¨ªculas de encargo, algunas para el cantante Raphael, otra para Sara Montiel¡ Algunos le consideraron por ello un simple ¡°artesano¡± aunque desde el principio de su carrera hubiera hecho tambi¨¦n pel¨ªculas muy personales, casi siempre historias sobre perdedores, como Los farsantes o Young S¨¢nchez¡ En los ¨²ltimos a?os ha escrito y rodado historias sobre los aleda?os de ETA y los GAL (Sombras de una batalla), sobre la violencia (La playa de los galgos), la traici¨®n a la memoria hist¨®rica (Despu¨¦s del sue?o) o la corrupci¨®n que nos invade (Amor propio)¡
En el festival de Karlovy Vary de 1978 Marisol obtuvo el premio de interpretaci¨®n por su emotivo personaje de enamorada de un maquis en Los d¨ªas del pasado; en el de Berl¨ªn de 1983 La colmena comparti¨® el Oso de Oro, entusiasmando al jurado, que la vio en ultimo lugar y tuvo que cambiar el palmar¨¦s ya decidido; en el de Cannes de 1984 Paco Rabal y Alfredo Landa fueron galardonados por sus interpretaciones en Los santos inocentes¡ ¡°Sin los actores no somos nada¡±, declara Camus, y es bien sabido que con ¨¦l suelen lograr trabajos extraordinarios. As¨ª lo evocaba Dirk Bogarde, que en un restaurante parisino le mand¨® desde su mesa un mensaje privado con solo dos palabras, Milana bonita, en recuerdo de cuando ¨¦l presidi¨® el jurado de Cannes y abog¨® por darle a la pel¨ªcula la Palma de Oro.
¡°El ¨¦xito en Cannes fue impresionante, hasta me da verg¨¹enza recordarlo¡±. Pero lo que son las cosas, los encargados espa?oles de elegir aquel a?o la candidata a los Oscar optaron por otra pel¨ªcula. A Mario Camus le emocionan a¨²n estas an¨¦cdotas pero conservando su buen temple. ¡°?Y estamos vivos, amigo!¡±, exclama con entusiasmo para luego mostrar un toque de melancol¨ªa: ¡°Ojal¨¢ no fuera tan dif¨ªcil hacer cine. Pilar Mir¨® dec¨ªa que los peores enemigos del cine espa?ol eran los ministros de Econom¨ªa, en aquel momento Carlos Solchaga. El cine no ha importado nunca, el panorama es terrible¡±. Y concluye con una frase de Baroja: ¡°Las leyes son como los perros, solo ladran a los que van mal vestidos¡¡±.
Babelia
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