¡°Estoy teniendo una enorme paciencia con el Museo del Prado¡±
Rodr¨ªguez-Spiteri dice que que hay soluciones aunque desde el museo no quieran hablar
Desde que en julio del a?o pasado se supo que los responsables de Patrimonio Nacional estaban dispuestos a hacer valer su derecho de propiedad sobre cuatro obras maestras esenciales en la colecci¨®n del Museo del Prado, el conflicto de intereses entre ambas instituciones no ha tenido un respiro. No es para menos. Las obras reclamadas son iconos indiscutibles de la primera pinacoteca espa?ola: El descendimiento de la cruz, de Rogier Van der Weyden (1435); El jard¨ªn de las delicias (1500) y La mesa de los siete pecados capitales (1485) ambas de El Bosco, y El lavatorio (1548), de Tintoretto. Su destino ser¨ªa el nuevo Museo de las Colecciones Reales, cuya apertura est¨¢ prevista para oto?o de 2016.
Patrimonio exige al Prado obras de El Bosco, Tintoretto y Van der Weyden
Jos¨¦ Rodr¨ªguez-Spiteri (Madrid, 1945), presidente de Patrimonio Nacional, argumenta que esas obras llegaron al Prado en 1943 gracias a los dep¨®sitos temporales constituidos en el franquismo y que en 1982, ya en plena democracia, una ley constitucional regul¨® los dep¨®sitos y se estableci¨® que se renovar¨ªan cada dos a?os. La ¨²ltima firma tiene fecha de 22 de febrero de este a?o y, pese a las declaraciones que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya S¨¢enz de Santa Mar¨ªa, realiz¨® en su d¨ªa a este diario en el sentido de que los cuadros no saldr¨¢n del Prado, para Rodr¨ªguez-Spiteri parece que la situaci¨®n no est¨¢ del todo resuelta. En esta entrevista, Rodr¨ªguez-Espiteri afirma que las negociaciones tienen unos mediadores nombrados por Presidencia del Gobierno y Cultura, y que hay soluciones aunque los responsables del Prado (el director Miguel Zugaza y el presidente del Patronato, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca) no quieran hablar con ¨¦l del tema. ¡°Estoy teniendo una enorme paciencia con el Prado¡±, asegura el m¨¢ximo responsable de Patrimonio Nacional, quien asegura que hay ¡°mil f¨®rmulas¡± para desatascar el conflicto. Y una de ellas podr¨ªa ser que las cuatro obras permanezcan en la colecci¨®n permanente del Prado, tal como hasta ahora, pero que ¡°peri¨®dicamente se pueda disponer de ellas para visitar su casa matriz¡±.
Pregunta: ?Una rotaci¨®n pactada y regulada?
Respuesta: Podr¨ªa ser. Es una de las f¨®rmulas con las que los negociadores est¨¢n jugando. Pero puede haber otras.
P.?Despu¨¦s de las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno y de los responsables del Prado, parec¨ªa que la reclamaci¨®n estaba en punto muerto.
R.?Las leyes son las que son. Tengo gran respeto por el equipo que est¨¢ al frente del Prado, y entiendo su posici¨®n. Pero hay unas leyes constitucionales que afectan a todo el Patrimonio Nacional. Los legisladores pudieron dejar fuera a El Prado, pero no se hizo. Tienen que cumplir la ley.
P. Eso significar¨ªa que el Prado se quedar¨ªa sin cuatro obras esenciales, de entre las 15 m¨¢s importantes de su colecci¨®n.
R. Son esenciales para ellos... y tambi¨¦n para el futuro Museo de las Colecciones Reales. El ¨²ltimo acuerdo de renovaci¨®n se firm¨® con Pl¨¢cido Arango como presidente del patronato del Prado. Se les dijo que est¨¢bamos inventariando los fondos de todo Patrimonio para el museo. El plazo acab¨® el 22 de febrero. Nos hemos encontrado con un muro.
P. Hay quien piensa que puede que este museo no sea tan necesario, con los que ya hay en Madrid.
R.?Yo llegu¨¦ a Patrimonio en enero de 2012. Hab¨ªa un proyecto de hacer un museo dedicado a tapices y carruajes. Pero se decidi¨® que solo con carruajes y tapices, no se atraer¨ªa al p¨²blico. El concepto expositivo pas¨® a ser el de contar el mecenazgo a trav¨¦s de los Austrias y Borbones, que es como decir la historia de Espa?a. El problema que me encuentro es que los peines contenedores de los cuadros estaban vac¨ªos. Las obras estaban prestadas en palacios, embajadas y museos, como El Prado. Hab¨ªa que inventariar y traer las obras para el nuevo museo. Se habl¨® con ellos, nunca por carta, y se negaron.
P. ?Est¨¢n ustedes reclamando obras a otras instituciones?
R. S¨ª. Y sin problemas. Por ejemplo, el Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC) ten¨ªa un tapiz nuestro, de Raphael Mengs. Se les comunic¨® que nos lo tra¨ªamos a Madrid y solo preguntaron por el d¨ªa en que el cami¨®n ir¨ªa a recogerlo.
La ley est¨¢ por encima de lo que el se?or Zugaza o yo podamos querer¡±
P. ?Me puede citar otras obras importantes que deber¨ªan abandonar sus museos habituales para venir aqu¨ª?
R. Prefiero no se?alar. Pero s¨ª le digo que tenemos obras de El Greco, Vel¨¢zquez o Goya, que estaban fuera y que van a ser expuestas en nuestro museo.
P.??Puede citarme las cinco obras m¨¢s importantes que servir¨¢n de reclamo para visitar el Museo de las colecciones Reales?
R.?No de momento. Es un espacio enorme. Las obras de arte rondar¨¢n el millar, pero esperaremos a que se haga p¨²blico el proyecto museogr¨¢fico y sepamos c¨®mo se organiza el interior.
P.??Cu¨¢ndo se har¨¢ p¨²blico el concurso?
R. Antes del verano.
P. ?Y cu¨¢ndo espera saber de qu¨¦ obras disponen? Hay unas elecciones generales pronto y su cargo es pol¨ªtico. Puede que haya un sustituto que no quiera litigios con un museo como el Prado.
R. Puede. Pero hay una ley que est¨¢ por encima de lo que el se?or Zugaza o yo podamos querer.
P. Tambi¨¦n se puede legislar para modificar y consolidar una propiedad que muchos consideran un hecho.
R. Se puede hacer una ley para desafectar la propiedad. No es usual, pero se podr¨ªa hacer.
P. Al margen del conflicto, ?c¨®mo es su relaci¨®n con Zugaza? Por cierto, sorprendi¨® que no acudiera usted a la exposici¨®n dedicada a Roger Van der Weyden en el Prado.
R. No fui porque mi par en el Prado es el presidente del Patronato, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca, y ¨¦l no asisti¨® a la presentaci¨®n. Con Zugaza me llevo bien. La ¨²ltima vez nos vimos en El Pardo, en la entrega de las medallas de Bellas Artes. Salimos juntos y le prest¨¦ mi coche y mi ch¨®fer para volver a su casa. Por m¨ª, ninguna tensi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Arte flamenco
- Real Patronato del Prado
- Rogier van der Weyden
- Gente
- El Bosco
- Jacopo Tintoretto
- Obras arte
- Patronato museo
- Museo del Prado
- Arte renacentista
- Renacimiento
- Pintores
- Artistas
- Pintura
- Historia moderna
- Artes pl¨¢sticas
- Patrimonio cultural
- Historia arte
- Historia
- Arte
- Galer¨ªa Colecciones Reales
- Museos p¨²blicos
- Museos
- Instituciones culturales
- Cultura