La L¨®pez
Con ella se acab¨® el pecado, escribi¨® Manuel Vicent sobre Charo L¨®pez, destacando su gran belleza y su no menos importante esp¨ªritu de mujer libre, ins¨®lito en aquella Espa?a de los a?os sesenta, cuando ella comenz¨® su carrera como actriz. Hace unas semanas recibi¨® con todos los honores el Fotogramas de Plata por su trayectoria en el cine, y viendo el v¨ªdeo que con ese motivo se proyect¨® hubo sorpresas al repasar su larga y magnifica trayectoria: hab¨ªa trabajos suyos que hab¨ªamos olvidado.
No es s¨®lo una mujer muy bella ¡ªse la ha comparado con frecuencia con Ava Gardner, y en su Salamanca natal la piropeaban como ¡°la maizena¡±, es decir, tres veces buena¡ª sino una actriz de raza, como mostraron sus primeros ¨¦xitos populares en las series para televisi¨®n Fortunata y Jacinta y, sobre todo Los gozos y las sombras, emitidas ambas en los a?os ochenta. Con ellas enamor¨® a la audiencia. Y ahora lo est¨¢ haciendo en el teatro con una versi¨®n lib¨¦rrima de La Celestina que se titula Ojos de agua, en la que muestra que la belleza y el talento permanecen en su caso y que no es cierto aquello que dijo tiempo atr¨¢s: ¡°Pasados los 40 la mujer deja de estar buena y desaparece de escena¡±, o cuando denunci¨® ¡°el machismo brutal que hay en el cine que est¨¢ en manos de hombres, que relegan a las actrices maduras¡±. Ella lo es ahora, y la hemos visto ir madurando a lo largo de unas cien interpretaciones para la pantalla, grande o chica e ir creciendo como actriz, a las ¨®rdenes de Gonzalo Su¨¢rez, Mario Camus, Montxo Armend¨¢riz, Josefina Molina, Fern¨¢n G¨®mez, Almod¨®var¡ casi todos los grandes.
C¨®mo olvidar aquel turbador beso que lanzaba a distancia en La colmena, o su atormentado personaje de Lo m¨¢s natural, o la alcoh¨®lica de Secretos del coraz¨®n, o el mon¨®logo teatral Tengamos el sexo en paz o este otro de ahora sobre una celestina burlona y sufriente. Y en Argentina, donde es admirada, ha triunfado tambi¨¦n en el teatro con, entre otras, Una jornada particular. Bu?uel la eligi¨® para personaje de la Virgen en La v¨ªa l¨¢ctea, pero en Francia a¨²n no la conoc¨ªan y el sindicato la rechaz¨®. Seguramente la L¨®pez ha vivido otras frustraciones parecidas, como ha debido de ocurrirles a otras actrices y actores. Se dice, y no sin raz¨®n, que Espa?a es un pa¨ªs ingrato con sus artistas, algo que Camus no ve¨ªa tan pernicioso porque as¨ª, aseguraba con iron¨ªa, a nadie se le suben los humos. El premio de Fotogramas recibido este a?o por la la L¨®pez ha venido a discutir en parte este aserto. Bienvenido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.