Un maestro contra la impotencia

Cuando Diego vio por primera vez el mar, le dijo a su padre: ¡°?Ay¨²dame a mirar!¡±. Con esa met¨¢fora nos recuerda Eduardo Galeano, en uno de sus cuentos, que ni siquiera mirar es una acci¨®n tan evidente. Lo que vemos lleva su carga de historia, de costumbre, de ideolog¨ªa. La obra de autores como ¨¦l es una de las ayudas con las que contamos para verlo de otra forma.

Durante mis a?os de profesor, cuando explicaba en clase la teor¨ªa de la dependencia, uno de los textos que mandaba leer a mis estudiantes era un fragmento de su libro Las venas abiertas de Am¨¦rica Latina. Porque Galeano no era solo un inmenso poeta y narrador, capaz de volver hermosas las estampas tristes, de hacer sencillas las cuestiones complicadas. Era tambi¨¦n un l¨²cido analista que nos explic¨® c¨®mo funcionan el poder y la Historia, retratando con una prosa inmejorable el pasado de un continente al que quiso devolver al lugar que le negaban los mapas oficiales.

Este libro recordaba la explotaci¨®n de los esclavos africanos en las colonias americanas para la sustracci¨®n de oro y plata y la obtenci¨®n de materias primas en el siglo XVI, un saqueo cuya memoria es clave fundamental para poder entender la acumulaci¨®n de capital en Europa.

Poco despu¨¦s, algunos compa?eros que est¨¢bamos trabajando para ¡ªcomo ¨¦l dec¨ªa¡ª cambiar lo que somos, le visitamos en Montevideo. ?l escuch¨® lo que le cont¨¢bamos, y luego nos dijo: ¡°Ustedes son los enemigos de la impotencia¡±. Quiz¨¢ no le dijimos entonces que a superar la impotencia nos ayuda lo que encontramos en sus libros: esa manera suya de mirar el pasado que es tambi¨¦n un modo de ayudarnos a mirar el futuro. ¡°La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atr¨¢s¡±, nos dej¨® escrito: ¡°Por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que ser¨¢¡±. Acompa?ados de tu memoria, Eduardo, seguimos caminando, contra la impotencia.

Pablo Iglesias es secretario general de Podemos.