Asados a la parrilla (televisiva)
Comedy Central intenta consolidar en Espa?a un formato centenario: el ¡®roast¡¯
Comedy Central emite estos d¨ªas la aparici¨®n televisiva m¨¢s sonada de Justin Bieber en a?os, aquella en la que el personaje de imagen m¨¢s blindada del mundo se sent¨® en un plat¨® para ser cruelmente insultado en prime time durante hora y media: ¡°Adm¨ªtelo de una vez: a ti te gustar¨ªa ser negro. ?Pero cu¨¢l ser¨ªa tu nombre de rapero? ?Feminem?¡±, le dijo uno de los c¨®micos responsables de las burlas. De las pocas bromas publicables de aquella velada, esa ser¨ªa una. Otra: ¡°A tus fans se les llama beliebers porque estos d¨ªas se considera pol¨ªticamente incorrecto el t¨¦rmino retrasados¡±. El resto probablemente ni admitir¨ªa una reproducci¨®n por escrito.
Si lo de invitar a un famoso a un plat¨® para baldonarlo suena marciano a o¨ªdos espa?oles es porque aqu¨ª no es tan conocido este centenario formato estadounidense. Se llama roast, que mezcla el sustantivo toast (¡°brindis¡±, ¡°homenaje¡±) con el verbo roast (¡°asar¡±, pero tambi¨¦n ¡°criticar severamente¡±) y naci¨® junto al siglo XX en los teatros de Nueva York. Consiste en que varios c¨®micos le reprochen verdades en formato de broma a un personaje que, al final, se venga dedic¨¢ndoles un mon¨®logo lacerante. En su versi¨®n m¨¢s suave, es lo que se le hace al presidente de EE UU en la llamada cena de corresponsales. En la m¨¢s cafre, es desde hace 14 a?os la joya de la corona del canal Comedy Central, que cada temporada produce un roast con celebridades cada vez m¨¢s intocables, de Hugh Hefner y Pamela Anderson al principio a Donald Trump y James Franco hoy.
El de Justin Bieber, estrenado el 30 de marzo en EE UU, ha tra¨ªdo un soplo de aire fresco: en su estreno en Espa?a, el 1 de abril, fue el roast m¨¢s visto: 39.328 espectadores, seg¨²n datos de la cadena. Una subida de un 309% para su franja de audiencia del ¨²ltimo mes. ¡°Est¨¢ claro que Justin Bieber tiene tir¨®n, pero tambi¨¦n creo que el formato se va conociendo¡±, apunta Cristina Alcelay, directora del canal.
Santiago Segura centr¨® la primera apuesta exitosa de importar el g¨¦nero
El a?o pasado, el canal produjo un roast a Santiago Segura, el primer intento exitoso de importar el g¨¦nero tras los much¨ªsimos que en los ¨²ltimos a?os han protagonizado varios c¨®micos espa?oles. ¡°Llevamos a?os intent¨¢ndolo y siempre se nos ha dicho que no, que nadie quiere ser roasteado en Espa?a¡±, recuerda Antonio Castelo, quien antes de presentar el programa Antonio Castelo domina el mundo en la SER desarrollaba productos c¨®micos en televisi¨®n. ¡°Tenemos much¨ªsimo potencial: imag¨ªnate un roast con Jordi Hurtado, o con Bel¨¦n Esteban, o con el presidente del Madrid¡¡±.
Los motivos pasan, como siempre en comedia, por la cultura. ¡°Vista desde Espa?a, resulta sorprendente la capacidad de los estadounidenses de re¨ªrse de s¨ª mismos. All¨ª se entiende que no hay publicidad mala¡±, dice Tom¨¢s Silberman, coordinador de guiones en Central de c¨®micos. ¡°Supongo que tiene que ver con que Espa?a sea tradicionalmente un pa¨ªs dividido en dos bandos. Cada uno est¨¢ demasiado centrado en el otro y re¨ªrse de s¨ª mismo se percibe como un gesto de debilidad, cuando en realidad es lo contrario¡±.
Despu¨¦s de que tantas voces hayan clamado por importar el roast, quiz¨¢ ninguna tan conocida como la de El Gran Wyoming, parece que el momento ha llegado. La intentona m¨¢s reciente fue la que m¨¢s cerca estuvo de cuajar: en 2013, el equipo de guionistas de Doce monos casi logra hacerle un roast a Mercedes Mil¨¢. ¡°Su agente se puso un poco nerviosa al ver la propuesta. En el papel, solo pon¨ªa: personas que se insultan¡±, explica Tom¨¢s Fuentes, uno de ellos. ¡°Pero hay que decir que lo entendi¨®, se interes¨®, y entonces le toc¨® preparar Gran hermano 15¡±.
En mayo, Comedy Central Espa?a emitir¨¢ el segundo roast de la historia nacional, con un personaje a¨²n secreto. Ser¨¢ que Internet ha popularizado la sensibilidad estadounidense. O que la nueva generaci¨®n de c¨®micos patrios es m¨¢s reconocible. ¡°Igual en Espa?a a la gente famosa le ha costado desnudarse frente al p¨²blico, pero cada vez se hace m¨¢s; el re¨ªrse de uno mismo, el hacer comedia¡±, concluye Alcelay.
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