Idiota / Mamm¨®n
Jordi Casanovas y Nao Albet & Marcel Borr¨¤s firman dos estrenos llamados al ¨¦xito: una comedia negra con risa y angustia y un viaje al infierno de Las Vegas
1
Carles Bad¨ªa malvive al frente de un karaoke des¨¦rtico. Lleva a?os perdiendo. Barba entrecana, coleta, camisa de paramecios, pantalones rojos. Un cierto aire de andar en otra ¨¦poca, como un hermano catal¨¢n del gran Lebowski. Una ma?ana, por fin, cree que su suerte ha cambiado: un anuncio ofrece mucho dinero por someterse a una serie de pruebas psicol¨®gicas. Le recibe una joven y atractiva doctora de origen alem¨¢n. Comienzan las preguntas, y comienza la risa del p¨²blico ante las escasas luces de Carles. Intu¨ªamos que Idiota, reci¨¦n estrenada en la sala Muntaner (Barcelona), no iba a ser, pese a su t¨ªtulo, una comedia c¨®mica. Y no lo es: la risa (que la hay) pronto da paso a una angustia creciente, en clave de thriller negro. A los 10 minutos ya est¨¢s tan atrapado como su protagonista en una telara?a perversa, habil¨ªsima, con ecos de Quitters Inc., uno de los relatos m¨¢s inquietantes de Stephen King. Preguntas capitales: ?Qu¨¦ pretende la fundaci¨®n de la doctora Edeltraud? ?Qu¨¦ hay que hacer para dejar de ser idiota, o para lograr que dejen de tratarte como tal? Ramon Madaula nos tiene acostumbrados a la excelencia y vuelve a realizar un trabajo sensacional: su personaje no genera una especial simpat¨ªa, pero logra, a partir del ¨®ptimo dibujo de Casanovas, que sufras como un animal por la que se le viene encima. El arco est¨¢ soberbiamente modulado: la chulesca campechan¨ªa inicial, el slapstick de torpezas, el desconcierto, el temor, la furia. Hacen falta dos bailarines muy expertos para ese tango, y su oponente, la impecable Anna Sahun, lanza pelotas altas y bajas, afloja y tensa las cuerdas, alza desconcertantes sonrisas esfingiacas, e incluso tiene un momento en el que parece sentir una cierta piedad ante su estupidez. Se le podr¨ªa poner alguna pega al giro sustancial del protagonista, aunque bien cierto es que la extrema presi¨®n puede nublar o avivar por igual el entendimiento. Hay alguna inverosimilitud (que, por supuesto, no conviene insinuar aqu¨ª), pero no detiene tu credulidad porque te la planteas a la salida, como en las pel¨ªculas de Hitchcock: la rueda de la trama va a cien por hora, esquivando cualquier posible obst¨¢culo. El final me pareci¨® rotundamente cre¨ªble: inesperado y cierto, como se le pide a los finales. El toque ideol¨®gico es muy oportuno y algo reduccionista: ¡°la cosa¡± me temo que es general, como los apagones. El tono cr¨ªptico es obligado al hablar de esta funci¨®n, que en los a?os sesenta se anunciar¨ªa con el glorioso ¡°Por favor, no cuente el final¡±. Hablando de finales: no se vayan antes de que acaben los cr¨¦ditos y averiguar¨¢n el significado del t¨ªtulo. O mucho me equivoco, o Idiota es un ¨¦xito a la vista. Y bien podr¨ªa ser internacional, como El m¨¦todo Gr?nholm.
2
Mamm¨®n (Espai Lliure) es, para mi gusto, la pieza m¨¢s redonda, mejor escrita, y m¨¢s imaginativa de Nao Albet y Marcel Borr¨¤s. Dos narradores (Javier Beltr¨¢n, Paula Blanco) comunican que Mamm¨®n no va a representarse, y lo que viene acto seguido es una obra nueva que cuenta el porqu¨¦, alternando filmaciones, entradas de diario y acci¨®n ¡°real¡± con diversos puntos de vista y flashbacks dentro de flashbacks, con un ritmo endiablado y una fluidez constante, con toneladas de humor y vitalidad. Mamm¨®n comienza en Siria, pero el macroproyecto se queda sin la pasta del Burgtheater, de modo que Albet-Borr¨¤s, cada vez mejores int¨¦rpretes, se convierten en personajes y viajan a Las Vegas para jugarse el dinero del Lliure a la ruleta y meterse todo lo que pillen. La propuesta podr¨ªa desembocar en una jarana a lo Tarantino, clar¨ªsimamente homenajeado en la pen¨²ltima escena, pero hay m¨¢s capas de lo previsto: Mamm¨®n me hizo pensar en un Resac¨®n en Las Vegas (de coca, de whisky, de peyote) con Bola?o y Wes Anderson en el guion. Los sosias de Albet y Borr¨¤s se mueven con la mezcla de avidez y sonambulismo de dos criaturas de Hunter Thompson, guiados por Danny Bravo, un personaje sensacional que parece imaginado por Barry Gifford: actor secundario, maestro de p¨®quer y cham¨¢n imprevisto, con una ¨¦tica a prueba de derrumbes. Manel Sans, uno de esos j¨®venes veteranos que no pisan la escena con la frecuencia debida, hace pensar en un cruce entre Carlos Bardem y Javier Garc¨ªa Pelayo e interpreta a Dylan con una fenomenal conjunci¨®n de ligereza y hondura. Tambi¨¦n est¨¢ estupenda (en todos los sentidos) Mima Riera en el rol de Crystal, una stripper adolescente que se dir¨ªa inspirada en la Jodie Foster de Taxi Driver. Sabiamente, los autores (y directores) saben saltar m¨¢s all¨¢ de las referencias y de lo arquet¨ªpico. Hay verdad y peligro incluso en los personajes con m¨¢s riesgo de caricatura (a cargo de Javier Beltr¨¢n y Paula Blanco, estupendos como el mafioso Bernardo; Mike, el cura traficante, o ?Shang, la amenazadora croupier china), hay escenas con aut¨¦ntica tensi¨®n (la partida de p¨®quer, mod¨¦licamente narrada) o que desembocan en emoci¨®n inesperada (el dolor de Borr¨¤s durante el trip en el Mojave) o en un calambrazo de amargura, como en el mon¨®logo final de Dylan. Tengo muchas ganas, por cierto, de seguir los andares de Dylan Bravo en Cle¨°patra, de Iv¨¢n Morales (6 al 24 de mayo), y L¡¯onzena plaga (4 al 21 de junio), de Victoria Szpunberg, dirigida por David Selvas, que completar¨¢n la trilog¨ªa. De momento, no se pierdan Mamm¨®n.
3
A¨²n no les hab¨ªa comentado Els ve?ns de dalt, el debut de Cesc Gay como dramaturgo y director teatral, que sigue llenando el Romea. Es una comedia muy bien armada, muy francesa (m¨¢s pr¨®xima a Jaoui-Bacri que a Yasmina Reza), llena de r¨¦plicas brillantes y divertidas. Una pareja ¡°liberada¡± irrumpe en la vida de un matrimonio ag¨®nico para poner patas arriba su existencia. Pere Arquillu¨¦ parece retomar aqu¨ª, en clave de humor, su personaje de marido amargado y sarc¨¢stico de?Qui¨¦n teme a Virginia Woolf?, con unos giros eficazmente cercanos al gran Capri, y ?gata Roca borda de nuevo la figura de la mujer delicada y melanc¨®lica uncida (como en Un aire de familia) a alguien que no le conviene. La funci¨®n flaquea algo en su tercio final por una estrategia poco cre¨ªble, pero basa buena parte de su eficacia en mostrar desde la naturalidad, sin clich¨¦s ni acentos rid¨ªcu?los, a la pareja de arriba, los no menos notables Jordi Rico y Nora Navas. Comedia, pues, a toda m¨¢quina, con larga vida por delante.
Idiota. Texto y direcci¨®n: Jordi Casanovas. Int¨¦rpretes: Ramon Madaula y Anna Sahun. Sala Muntaner. Barcelona. Hasta el 14 de junio.
Mamm¨®n. Texto y direcci¨®n: Nao Albet y Marcel Borr¨¤s. Int¨¦rpretes: Nao Albet, Javier Beltr¨¢n, Paula Blanco y Marcel Borr¨¤s, entre otros. Teatre Lliure. Barcelona. Hasta el 26 de abril.
Els ve?ns de dalt. Texto y direcci¨®n: Cesc Gay. Int¨¦rpretes: Nora Navas, Jordi Rico, ?gata Roca y Pere Arquillu¨¦. Teatre Romea. Barcelona. Hasta el 17 de mayo.
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