¡°Me niego a ser optimista¡±
La directora de 'Tomboy' regresa con una historia de j¨®venes negras en Francia

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La carrera de C¨¦line Sciamma (Pontoise, Francia, 1980) se estaba encerrando sobre s¨ª misma: cada pel¨ªcula se encadenaba con la anterior tratando de mostrar todas las identidades que pueden verse en el siglo XXI. Y el mejor ejemplo era Tomboy (2011). Con Girlhood,un ¨¦xito en su Francia natal, no traiciona esos personajes en construcci¨®n, que esperan adivinar qui¨¦nes son en el camino ¡ªesta vez un grupo de chicas de los suburbios de Par¨ªs, donde rigen las leyes de las pandillas¡ª, pero hay un gran movimiento. ¡°Siento que esta pel¨ªcula es m¨¢s grande, tiene m¨¢s ambiciones. La idea me surgi¨® al ver por la calle y en el metro a grupos de chicas negras preciosas. Me fascinan sus fuertes personalidades; son car¨¢cteres recios. Tambi¨¦n me percat¨¦ de que en realidad son casi invisibles para el resto y sabemos muy poco de ellas. Empec¨¦ a escribir y me enganch¨¦: no hay nada m¨¢s interesante en Francia estos d¨ªas que ese movimiento social¡±.
El cine franc¨¦s tiene una larga tradici¨®n de mostrar c¨®mo son sus adolescentes. ?Se siente Sciamma parte ya de esa herencia cinematogr¨¢fica? ¡°Bueno, s¨ª, es parte de mi cultura. Pero me siento como un puente entre mi pa¨ªs y la misma tradici¨®n estadounidense. En Francia quiz¨¢ hemos hecho demasiadas pel¨ªculas sobre la juventud enfrentada a la autoridad, lo que lleva a tener una visi¨®n adulta. Y menos sobre su propio mundo, algo m¨¢s com¨²n en EE?UU. Yo ya tengo 35 a?os, pero poseo un fuerte esp¨ªritu adolescente y espero que se mantenga y se vea en pantalla¡±. Ella misma deja fuera de pantalla cualquier reflejo de esa autoridad: ¡°Las importantes son ellas¡±.
¡®Girlhood¡¯ se centra en un grupo de chicas negras de los suburbios de Par¨ªs
En esa adolescencia, la protagonista acaba cayendo en un lado oscuro y sufre por ello: sabe que se est¨¢ perdiendo y m¨¢s a¨²n cuando su hermana sigue sus pasos, pero no logra salir de ese sistema de dominaci¨®n. ¡°La adolescencia es terreno fronterizo: te est¨¢s construyendo. Y tienes derecho a equivocarte. Me document¨¦ mucho porque no quer¨ªa que el espectador juzgara a las chicas sino que viajara con ellas. Y s¨ª, son violentas, algo que en Francia nadie quiere ver¡±. Sciamma puli¨® el guion con las actrices, reclutadas en las calles, ya contratadas: ¡°Cada una tiene miradas y energ¨ªas distintas; hab¨ªa que amoldar los personajes a sus rasgos, aunque no mucho¡±. La directora reh¨²ye la etiqueta de cine social ¡°para acabar cayendo en ella¡±, confiesa entre risas. ¡°Me interesaba ese crecimiento¡ pero se da en un sitio y un tiempo concreto. Las identidades dependen de los entornos. En una chica hay presiones a?adidas¡±. Y eso lo plasma en c¨®mo ven a su protagonista al inicio y al fin del filme sus vecinos adolescentes masculinos. ¡°Me niego a ser optimista. Sin embargo, ellas son fuertes. En el rodaje, como no eran profesionales, tambi¨¦n fueron madurando. Intent¨¦ no ser su madre, pero no qued¨® m¨¢s remedio, en el mejor de los sentidos, que dirigirlas¡±.
Uno de los grandes momentos llega cuando las chicas cantan Diamonds, de Rihanna. ¡°No quer¨ªa que fuera un videoclip, sino que se sintiera su rabia, su felicidad, melancol¨ªa, algo de nostalgia, amor, camarader¨ªa, un c¨®ctel de sentimientos. Es una canci¨®n ic¨®nica, y ellas la bailaron como quisieron, de una forma muy sorprendente para m¨ª. Hubo magia¡±.
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