Escultura y suspense
El trabajo de los ¨²ltimos a?os de Monika Sosnowska dialoga con la arquitectura de ?lvaro Siza en la muestra de Serralves
Monika Sosnowska (Riky, Polonia, 1972) dise?a e instala grandes esculturas e intervenciones pensadas para convivir desde y frente al espacio, para interrogar las salas del museo, continuadora del legado de Richard Serra y las instalaciones site-specific. Sus estructuras y formas arquitect¨®nicas, dominadas por marcadas torsiones y aparente morbidez, obligan a la observaci¨®n cercana desde m¨²ltiples posiciones e inducen turbaci¨®n. Teniendo en cuenta la memoria hist¨®rica de los edificios, Sosnowska elabora microhistorias hiladas, no exentas de cr¨ªtica y vindicaci¨®n.
Al visitar esta exposici¨®n en Portugal conviene deshacerse de una lectura retrospectiva. Las siete salas donde se presentan sus obras de los ¨²ltimos 12 a?os invitan a dejarse llevar por la emoci¨®n de las nuevas lecturas propiciadas por el contacto de las reminiscencias de destrucci¨®n y reconstrucci¨®n que condensan sus obras con la proyecci¨®n de la arquitectura de ?lvaro Siza. Un di¨¢logo de tensiones y encuentros, trazado con el comisariado de Suzanne Cotter, que comienza con Stairway (2010), una serpenteante escalera inspirada en la arquitectura brutalista de Tel Aviv, testigo de ideales pol¨ªticos y sociales de Israel a principios de los a?os setenta, y se reafirma en Antechamber (2011), una sorprendente forma estrellada que divide la sala en improvisados espacios laber¨ªnticos, enfrentando el papel preciosista del interior con la rudeza externa, remarcando la trampa visual. Su mirada sorprende, se vuelve irregular, trazada por un ritmo disonante. La misma sensaci¨®n inquietante, de narrativa en suspense, que el visitante experimentaba en la intervenci¨®n realizada para el Musac en 2006, nos acompa?a ahora en algunas de las piezas, al atravesar un pasillo dividido por seis pares de puertas dobles que conforman Entrance (2003), una pieza que confina al visitante en un tiempo confuso y desconcertante.
El intenso sentido de teatralidad que poseen algunas de las piezas desencadena una atractiva tensi¨®n y consigue cuestionar ciertos par¨¢metros escult¨®ricos para identificarlos con la acci¨®n, la intervenci¨®n, como sucede en Hole (2006-2008), reforzando el sentido de escenograf¨ªa barroca con la maniobra ¨®ptica del techo agrietado con pertinentes y metaf¨®ricos escombros en el suelo del museo. El sentido de ruina, tambi¨¦n de accidente, de suspense, se mezcla extra?amente con la intriga de un suceso desconocido; una sensaci¨®n que nos acompa?a, casi a modo de guion cinematogr¨¢fico, durante toda la exposici¨®n.
Y, sin embargo, en este espacio la arquitectura de Siza parece subrayar las artima?as de la artista, marcando la visi¨®n longitudinal y casi m¨ªstica entre cielo y tierra, mediando entre ambos puntos una de sus ventanas-paisaje donde, de forma improvisada, descansan nuestros ojos. El incidente ya no ejerce ¨²nicamente de s¨ªmbolo de rom¨¢ntica decadencia, sino de profundo mensaje narrativo del presente.
Ascensos, fracasos, casi met¨¢foras de una escalera vacilante. En el recorrido, articulado desde las acciones y esculturas instaladas, desde el cuerpo y sus pausas, se mantiene constante el inter¨¦s por lo que vendr¨¢, configurando tras de s¨ª im¨¢genes y acontecimientos ¨ªntimamente relacionados con la arquitectura del imaginario de la artista. Miradas asonantes frente al tiempo y el espacio, en po¨¦ticas desde las que seguir pensando.
Monika Sosnowska: Arquitetoniza??o. Serralves. Rua D. Jo?o de Castro, 210. Porto (Portugal). Hasta el 31 de mayo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.