Feminismo retro contra Chicharito
'Seis hermanas' es un digno follet¨ªn de mujeres luchadoras para las tardes, un segmento saturado de productos de ¨¦poca muy similares. TVE no se atreve a ser diferente
![Las hermanas Silva, interpretadas por Celia Freijeiro, Marta Larralde, Candela Serrat, Mariona Tena, Mar¨ªa Castro y Carla D¨ªaz.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6OO3BTHEATZLMYKCIBFOWMHM44.jpg?auth=372625c86c079166379483056dbaea88ad6b28db9896ef1bd9087e937463eed1&width=414)
Las televisiones se aferran al t¨®pico de que ellas ven telenovelas y ellos prefieren el f¨²tbol. Y hay mujeres muy forofas, y hombres que ven culebrones, pero el clich¨¦ debe estar por lo general vigente a la vista de la oferta televisiva: la media tarde es una franja horaria abarrotada de productos orientados al p¨²blico femenino y todos de factura similar, folletines de ¨¦poca, ambientados al menos en un siglo atr¨¢s,?rebosantes de sentimentalismo. En busca de un ¨¦xito de audiencia como fue Amar en tiempos revueltos, transfugado a la competencia de Antena 3, TVE apuesta ahora por Seis hermanas. Su destino ser¨¢n las 5.25 de la tarde, justo despu¨¦s de Acacias 38, y ambas tratan de plantar cara a Amar es para siempre, nuevo nombre del tr¨¢nsfuga, y El secreto de Puente Viejo, la propuesta triunfadora de Antena 3 (en Telecinco a esa hora hay raci¨®n doble de S¨¢lvame).
Para el lanzamiento de Seis hermanas, TVE recurri¨® a una muy discutible estrategia, calcada a la de las privadas, que ya llev¨® a cabo con Acacias 38. A saber: estrenarla en prime time simult¨¢neamente en La 1 y La 2. Para los espectadores de La 2 eso es un sacrilegio: ellos ya saben lo que hay en La 1 y en las dem¨¢s pero buscan precisamente lo alternativo. Inquietante el desprecio a la singularidad del segundo canal, que no es ni puede ser lo mismo que Cuatro o La Sexta para las privadas. Pero adem¨¢s irrumpi¨® el factor f¨²tbol: el primer cap¨ªtulo comenz¨® bastante antes de que Chicharito resolviera un emocionante Real Madrid-Atl¨¦tico de Champions (que se emit¨ªa en Canal+). El sonado estreno simult¨¢neo de TVE no lleg¨® al 9% de la audiencia.
Quiz¨¢s el veredicto de la audiencia sea cruel porque Seis hermanas es un producto digno dentro de los cors¨¦s de su g¨¦nero. A una serie que aspira a acumular centenares de cap¨ªtulos no se le puede exigir un ritmo trepidante, pero en la primera entrega (una hora y cuarto, m¨¢s de los 45 minutos que ser¨¢n habituales, y precedido de un documental de autobombo) se adivinaron rasgos interesantes. La serie se centra en las mujeres luchadoras de principios del siglo XX. Bien visto: los derechos de la mujer deben mucho a aquellas que, hace m¨¢s de cien a?os, pelearon por el derecho al trabajo, a la educaci¨®n y al voto (tambi¨¦n al cigarrillo, como escrib¨ªa Elena Fort¨²n en 1926). Esa generaci¨®n fue la que abri¨®, a empujones, el camino hacia la igualdad real, a la que (?hace falta recordarlo?) todav¨ªa no hemos llegado.
Tampoco es que esto sea un tratado de feminismo. Adem¨¢s hay cierta denuncia del clasismo, del puritanismo y de la hipocres¨ªa de una sociedad obsesionada con las apariencias. Pero por encima del mensaje hay drama, por ahora no tan lacrim¨®geno como otras propuestas. El planteamiento inicial da juego: las hermanas Silva son las hijas del due?o de una f¨¢brica textil (Emilio Guti¨¦rrez Caba, muy breve su papel) que fallece repentinamente. Con tal de salvar el negocio familiar, y ante la imposibilidad de ser aceptadas como herederas a todos los efectos, deciden enterrar al patriarca a escondidas y sostener ante todos que parti¨® de viaje a ultramar. As¨ª que toman las riendas de la f¨¢brica haciendo frente a todo tipo de obst¨¢culos, que presumiblemente ser¨¢n el hilo de la serie.
La producci¨®n (de Bamb¨², autora del ¨¦xito Velvet) es m¨¢s que correcta: la ambientaci¨®n de ¨¦poca, la tensi¨®n dram¨¢tica, los giros en la historia. Hay pocos exteriores, pero escenas filmadas con cierta ambici¨®n, como la del arranque, con baile y fiesta de pedida en el Casino de Madrid. Eso s¨ª, como es habitual en su g¨¦nero, los personajes tienden a ser previsibles y poco complejos: los villanos son muy malvados (el hermano del difunto que quiere quedarse con la f¨¢brica, una futura suegra que lanza veneno cada vez que abre la boca), mientras el coraje de las protagonistas lo resiste todo y el gal¨¢n que se convierte en su aliado se muestra seductor y caradura todo el rato, con lo cansado que debe ser eso.?
Uno, que por su perfil no pertenece al p¨²blico objetivo de Seis hermanas, hab¨ªa estado m¨¢s pendiente del gol de Chicharito y cumpl¨ªa en diferido el encargo de analizar la telenovela. Ha quedado claro que no era una noche propicia para un producto destinado a instalarse en la tarde, cuando se ve televisi¨®n de otra manera, y condenada en todo caso a una competencia feroz con otras series muy similares y m¨¢s consolidadas. Es una buena noticia para la industria que TVE insista en la ficci¨®n nacional, pero cabe cuestionar que la p¨²blica se empe?e en ofrecer m¨¢s de lo mismo, en repetirse respecto a s¨ª misma y respecto a los canales privados. Tenemos varias series de ¨¦poca aceptablemente bien hechas, pero ?todas deben ser as¨ª? ?Hab¨ªa que lanzarlas de dos en dos? ?Acaso el complejo presente no dar¨ªa para muchas ficciones con enjundia, tambi¨¦n en forma de culebr¨®n? Dicho de otra manera, ?nadie tiene ganas de arriesgar en la televisi¨®n p¨²blica, cada d¨ªa menos diferenciable de las empresas comerciales con que compite por la audiencia?
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