Un viaje de amigos con miles de kil¨®metros por delante

Jon¨¢s Trueba est¨¢ especialmente tranquilo. M¨¢s que tranquilo, feliz. Lo que parti¨® como una broma entre amigos, el hacer una pel¨ªcula con un viaje de miles de kil¨®metros por delante, es una realidad. Los exiliados rom¨¢nticos se present¨® ayer en la secci¨®n oficial del Festival de Cine de M¨¢laga, con una acogida m¨¢s que favorable. Sin un guion previo, sin grandes an¨¢lisis ni preparativos, con un presupuesto de 1,40 euros en vestuario, por ejemplo, Trueba (Madrid, 1981) ha realizado un viaje de 12 d¨ªas en el que reivindica la felicidad, la amistad y la locura de la inmadurez a cualquier edad. M¨¢s que de una reflexi¨®n, su tercer largo nace de una necesidad de mostrar un cine m¨¢s all¨¢ de la denuncia de las adversidades.

¡°Son tiempos para crear espacios vivenciales donde pueda uno recordar que hay risas y amor. Socialmente es importante¡±, dice el hijo del cineasta Fernando Trueba. ¡°Me lo tom¨¦ casi como un deber: hacer una pel¨ªcula de intensidad vital que recuerde la importancia y la existencia de la amistad. Una reivindicaci¨®n de la felicidad. Es obvio que no estamos en un estado de felicidad permanente, m¨¢s bien al contrario, pero quer¨ªa mostrar con una pel¨ªcula que la felicidad existe. Puede ser algo idealista, pero el cine tiene que superar a veces la frontera de la realidad m¨¢s inmediata¡±, asegura Trueba, que compite por primera vez en un certamen.

Es su proyecto m¨¢s impulsivo e intuitivo. ¡°La pel¨ªcula me ha proporcionado una gran felicidad, sobre todo cada vez que pienso que lo normal habr¨ªa sido no hacerla. Fuimos estirando esa broma y siguiendo el impulso de aquella noche en el bar¡±, explica el realizador de Todas las canciones hablan de m¨ª (2010) y Los ilusos (2013). Protagonizada por Francesco Carril, Luis Par¨¦s y Vito Sanz, junto a Renata Antonante, Isabelle Stoffel y Vahina Giocante, Los exiliados rom¨¢nticos se construy¨® a golpe de kil¨®metros, de carreteras y de paradas, en las que fueron surgiendo las mujeres y los sue?os, los amores id¨ªlicos y los ef¨ªmeros. De Madrid a Toulouse, luego a Par¨ªs, m¨¢s tarde a Annecy para acabar en Barcelona. Una locura de unos 4.500 de kil¨®metros en los 12 d¨ªas en los que se rod¨® el filme.

?A d¨®nde van? ?Qu¨¦ buscan estos tres amigos metidos en esa furgoneta? Es una sorpresa que se va dirimiendo por el camino. Tambi¨¦n para Trueba y su equipo que afrontaron el proyecto sin un guion escrito al estilo cl¨¢sico, pero s¨ª muy hablado. ¡°Soy consciente del riesgo porque de alguna manera te complicas la vida. Me gusta escribir guiones pero en este caso no sent¨ª que deb¨ªa hacerse as¨ª. Creo que si me hubiera puesto a escribir la historia me habr¨ªa enredado en otra cosa, habr¨ªa entrado en un proceso de estandarizaci¨®n de la producci¨®n que no s¨¦ ad¨®nde nos hubiera llevado. Es muy delicado en Espa?a ahora hacer cine y estoy muy empe?ado en hacer las pel¨ªculas que puedo y quiero hacer. Los tres filmes que he dirigido son exactamente los que he querido hacer, aunque cada vez con menos tiempo, menos equipo y menos dinero¡±. Ejemplo claro de un resistente creativo, Jon¨¢s Trueba no quiere verse arrastrado por caminos no trazados por s¨ª mismo. ¡°Me obsesiona controlar mi libertad, aunque me limite mucho. Tengo una clara resistencia a entrar en ese embudo de la industria¡±.