Cuando el arte se viste de Prada
La firma de moda abre en Mil¨¢n un centro dise?ado por Rem Koolhaas y sin ayuda estatal
Vidrio, aluminio, ladrillo y oro, mucho oro. Con estos materiales el arquitecto Rem Koolhaas ha dado nuevas se?as de identidad a la antigua destiler¨ªa del sur de Mil¨¢n donde ahora se levanta imponente la Fundaci¨®n Prada. Es el hogar definitivo para la colecci¨®n de arte propiedad de Miuccia Prada y su esposo Patrizio Bertelli y un espacio cultural donde las exposiciones temporales se mezclar¨¢n con espect¨¢culos de danza, proyecciones de cine o debates sobre el mundo de la cultura.
Con una superficie de 19.000 metros cuadrados, de los cuales 11.000 se han destinado a exposiciones, la fundaci¨®n que se abre al p¨²blico el d¨ªa 9 es ¡°un regalo para los italianos¡±, en palabras del ministro, Dario Franceschini. El responsable de Cultura record¨® en la presentaci¨®n de la fundaci¨®n que Italia, por su impresionante riqueza arqueol¨®gica, tiene m¨¢s de 20.000 museos necesitados de ayudas en un momento en el que la crisis lo hace dif¨ªcil. ¡°Tenemos mucho que conservar y poco presupuesto para lo nuevo. Estoy seguro de que esta fundaci¨®n va a poner a Mil¨¢n a la cabeza del arte contempor¨¢neo europeo en menos de 10 a?os¡±.
La vieja destiler¨ªa est¨¢ dividida en siete espacios. En varios puntos de los patios circundantes hay un mapa esculpido en el suelo que recuerda la rayuela de Cort¨¢zar que se?ala el uso de cada uno de los pabellones. No har¨ªa mucha falta una se?alizaci¨®n porque el cristal permite ver desde fuera la vida de los interiores. La torre de oro tamiza los rayos de luz y va transformando de manera m¨¢gica la iluminaci¨®n natural.
Las salas centrales est¨¢n destinadas a las exposiciones temporales. Se estrenan con la muestra Cl¨¢sicos seriados, comisariada por Salvatore Settis, en la que el historiador y arque¨®logo aporta varios descubrimientos sobre la escultura griega y romana. Recuerda que en la antig¨¹edad hab¨ªa un concepto colectivo (o pol¨ªtico) del arte. Lo que importaba era la reproducci¨®n masiva de las obras. Los originales (en torno a seis) ten¨ªan la importancia de servir como modelos. Y adem¨¢s, con el bronce, m¨¢rmol y alabastro como materiales b¨¢sicos, los artistas utilizaron otros m¨¢s ef¨ªmeros y aplicaban color a sus obras. ¡°Los griegos y romanos no eran una sucesi¨®n de genios que esculp¨ªan una obra en un arrebato de inspiraci¨®n¡±, bromea el experto. Esta exposici¨®n inaugural tiene su prolongaci¨®n en la sede de la Fundaci¨®n Prada en Venecia, donde se mostrar¨¢n m¨¢s de 90 obras para explorar los or¨ªgenes y funciones de las reproducciones en miniatura de esculturas cl¨¢sicas.
La colecci¨®n permanente est¨¢ distribuida en dos ¨¢reas y agrupada en torno a movimientos art¨ªsticos esenciales del siglo XX: minimalismo, land art y conceptualismo. El coordinador de esta ¨¢rea, el cr¨ªtico Germano Celant, explica que son piezas adquiridas desde mediados del siglo pasado hasta fechas recientes y que gran parte no se ha visto nunca en p¨²blico. Hay nombres como Maurizio Cattelan, Lucio Fontana, Pistoletto, Yves Klein, Charles Atlas, Bruce Nauman, Robert Rauschenberg, Louise Bourgeois o Damien Hirst. Este ¨²ltimo ocupa un impresionante espacio en el semis¨®tano denominado Trittico con una pieza titulada Lost Love (2002). Un enorme recipiente acristalado est¨¢ ocupado por lo que podr¨ªan ser los restos de la consulta de un ginec¨®logo, salvo que la paciente y el doctor han desaparecido. El cine tendr¨¢ un papel esencial que inaugura un documental en el que Roman Polanski habla de las pel¨ªculas que le han inspirado.
En representaci¨®n de la familia habl¨® Patrizio Bertelli, mientras Miuccia Prada permanec¨ªa sentada entre los asistentes. Precis¨® que se trata de una fundaci¨®n absolutamente privada, sin ayudas estatales ni desgravaciones fiscales. Asegur¨® que la fundaci¨®n no ser¨¢ un escaparate de la firma de lujo que representa y que no van a tener tienda en el edificio. Declin¨® hablar del coste de la fundaci¨®n por tratarse de ¡°un asunto secundario¡±. Adem¨¢s, aclar¨® que tampoco es un mecenazgo a la vieja usanza, cuando los nobles o la Iglesia encargaban las obras a los artistas: ¡°Lo nuestro es un encuentro permanente sobre el arte y todo lo que tenga que ver con la cultura. El programa est¨¢ abierto y se admiten propuestas¡±. La celebraci¨®n se traslad¨® despu¨¦s al bar dise?ado por el cineasta Wes Anderson que reproduce las cafeter¨ªas milanesas de los sesenta y en la que no falta una m¨¢quina de m¨²sica con las canciones de 200 cantantes italianos.
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