A elegir

Veo los caretos de los que piden nuestro voto y escucho lo que nos van a otorgar si confiamos en ellos. O sea, lo de siempre. Aunque observe rostros afortunadamente nuevos en la eterna farsa y la biograf¨ªa y la actitud de algunos de ellos merezcan mi respeto o mi admiraci¨®n (Gabilondo, Carmena, Montero), me sigue martilleando en el cerebro el sombr¨ªo poema Nocturno, de Alberti. Ese que dice: ¡°Manifiestos, art¨ªculos, comentarios, discursos, humaredas perdidas, neblinas estampadas, ?qu¨¦ dolor de papeles que ha de barrer el viento, qu¨¦ tristeza de tinta que ha de borrar el agua!¡±.

No s¨¦ si el dolor de cabeza que me puede provocar un Festival de Cannes dedicado casi con exclusividad al cine asi¨¢tico y europeo ser¨¢ comparable al que podr¨ªa sufrir aqu¨ª ante la ineludible matraca visual y auditiva de dos semanas de campa?a electoral, pero al menos, en Cannes, si la programaci¨®n te asusta, puedes ver y oler el mar, tambi¨¦n asistir a un desfile apabullante de mujeres hermosas, mires a la derecha, a la izquierda o de frente.

Y, c¨®mo no, ser¨ªa deseable hasta para los esc¨¦pticos con causa y en posesi¨®n de m¨¢s de dos neuronas, que los de siempre se metieran un hosti¨®n en las urnas, que llegara el inaplazable rejuvenecimiento entre los representantes del pueblo, que estos durante un tiempo razonable hicieran creer a los ciudadanos que todo hab¨ªa cambiado un poquito para que el repulsivo estado de las cosas no siguiera exactamente igual.

Pero aseguran las infalibles encuestas que la mayor¨ªa del personal seguir¨¢ votando a peperos y sociatas, a los benditos hacedores del bien com¨²n desde que la palm¨® aquel monstruo bajito y con bigote. Mientras llega el d¨ªa del reparto municipal y provincial, escucho cosas tan ingeniosas en los m¨ªtines como la seguridad de Cospedal en que la Virgen ayuda al PP, un argumento incontestable. Tambi¨¦n aparece otro de mis ¨ªdolos, el presunto cuentabilletes Rus, el de ¡°champ¨¢n y mujeres¡±, afirmando: ¡°No necesito ni hacer campa?a. Soy el n¨²mero uno. En mi pueblo me llaman El Fen¨®meno¡±. Lo del inteligente Rivera precisa un notario: ¡°Si no aceptan nuestras propuestas, cuando otros partidos nos ofrezcan cargos, poltronas, consejer¨ªas, direcciones generales, nos levantamos de la mesa y nos vamos¡±.