Las reglas del juego, seg¨²n Chema Madoz
Una retrospectiva (2008-2014) resume el trabajo del fot¨®grafo en 120 im¨¢genes
La ha llamado Las reglas del juego, como si ¨¦l siguiera alguna. El fot¨®grafo Chema Madoz presenta una nueva retrospectiva en la Sala Alcal¨¢ 31 de Madrid con im¨¢genes tomadas entre 2008 y 2014. "El t¨ªtulo es una frase hecha que hace referencia a algo estricto, pero el trabajo presentado aqu¨ª se trata justamente de transgredir", dice en medio de la sala el ganador del Premio Nacional de Fotograf¨ªa en 2000 que es conocido por colgar aut¨¦nticas moralejas en las paredes.
Una mano abierta con un agujero de alcanc¨ªa en la palma, una imagen del mar con un trasportador a modo de sol en pleno crep¨²sculo e incluso una corbata a rayas con la frase ¡°Don¡¯t cross this line¡±, son algunas de las fotograf¨ªas que podr¨¢n ver los asistentes a la muestra abierta al p¨²blico desde este mi¨¦rcoles hasta el pr¨®ximo 02 de agosto. "La de la corbata describe un momento concreto que llevamos viviendo desde hace unos a?os en Espa?a, en el que la idea de poder se asocia con ese objeto de la vestimenta", cuenta Madoz, mirando la imagen, mientras reconoce el car¨¢cter reivindicativo de algunas de sus fotos.
Al final, sin embargo, el mensaje de su arte depende mucho del espectador. "Me resulta atractiva la posibilidad de que alguien entienda algo diferente de lo que quiero expresar. Cuando fotograf¨ªo algo capturo la sensaci¨®n que yo siento en ese momento. Luego pasa lo mismo con el espectador, pero su respuesta ser¨¢ a la sensaci¨®n que le da la obra terminada", dice en medio de su tercera retrospectiva, despu¨¦s de la organizada en 1999 en el Reina Sof¨ªa y la inaugurada en 2006 en la Fundaci¨®n Telef¨®nica.??l siempre ha hablado con im¨¢genes, normalmente empleando los objetos como protagonistas. Ahora empieza a utilizar palabras escritas, que se han convertido en un tema que se repite a lo largo de las m¨¢s de 120 fotograf¨ªas en blanco y negro que forman parte de la exposici¨®n comisariada por?Borja Casani.
A veces solo impl¨ªcitamente, como la foto de una serpiente que en lugar de colmillos tiene una pluma, y otras m¨¢s directamente, como la captura de una telara?a de frases que se enreda en un ¨¢rbol: "Son fragmentos de textos de Julio Cort¨¢zar, Emily Dickinson, Georges Perec, Menchu Guti¨¦rrez, Robert Walser, Franz Kafka y otros autores que me interesan". Tambi¨¦n empiezan a aparecer por primera vez animales, especialmente insectos, como hormigas o mariposas. "Pero todo sigue girando en torno al objeto, aunque esos peque?os a?adidos dotan al trabajo de medidas distintas, porque los animales requieren de un tacto y un discurso diferentes".
En 1985 Madoz comenz¨® su carrera como artista con su primera exposici¨®n personal despu¨¦s de haber estudiado historia del arte. Hoy todav¨ªa le sorprende poder seguir viviendo de sus fotograf¨ªas. "Sigo vi¨¦ndolo con una sensaci¨®n de lujo. No f¨¢cil creerse que puedes costearte un poco la vida de esta manera. En este pa¨ªs hay infinidad de artistas que tienen que hacer encargos, cosas en paralelo para seguir produciendo. Me siento muy afortunado", reflexiona el madrile?o, que confecciona casi todas las piezas que fotograf¨ªa.
"Muchas responden a un car¨¢cter muy intimista, a una pulsi¨®n o un momento en concreto. Y suelen ser manipulaciones muy sencillas", explica. Dice que solo pide ayuda cuando necesita algo grande o especial, como un bordado. El resto de las veces el suyo es un trabajo solitario, que luego se convierte en una especie de met¨¢fora, o incluso poes¨ªa visual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.