V¨ªctimas del expolio art¨ªstico nazi recuperan sus tesoros

Nada m¨¢s terminar la Segunda Guerra Mundial, Paul Rosenberg volvi¨® a Par¨ªs. El famoso marchante jud¨ªo, amigo y descubridor de genios como Picasso o Braque, pisaba de nuevo el pa¨ªs que hab¨ªa tenido que abandonar durante la ocupaci¨®n alemana. Quer¨ªa recuperar las joyas que hab¨ªa dejado atr¨¢s, entre las que destacaba la Mujer sentada sobre una butaca pintada por Henri Matisse en 1924. Pero sus pesquisas no tuvieron ¨¦xito. Han tenido que pasar m¨¢s de 70 a?os para que esta obra, tambi¨¦n conocida como La blusa rumana, figura con abanico,vuelva a las manos de sus leg¨ªtimos propietarios. La mujer que ha esperado sentada pl¨¢cidamente con su abanico tanto tiempo abandonar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas el almac¨¦n de M¨²nich en el que ahora est¨¢ oculta para reintegrarse en la colecci¨®n de los Rosenberg.

¡°Paul Rosenberg escribi¨® al propio Matisse para interesarse por el cuadro. M¨¢s tarde continuar¨ªan la b¨²squeda su hermano, su hijo y su nieto. Pero finalmente volver¨¢ a sus propietarios gracias a los periodistas que revelaron la colecci¨®n que Cornelius Gurlitt ten¨ªa en su piso¡±, explicaba ayer en una sala privada de un elegante hotel de M¨²nich Christopher Marinello, representante legal de la familia Rosenberg. Marinello tomar¨¢ posesi¨®n hoy del cuadro, cuyo valor podr¨ªa rondar los 20 millones de d¨®lares. ¡°No voy a hablar de dinero. Esta pintura tiene un significado muy importante para la familia. Es una forma de recuperar una peque?a parte de todo lo que perdieron¡±, a?ade.

La devoluci¨®n de Mujer sentada sobre una butaca marca un antes y un despu¨¦s para dos familias. Para los herederos de Rosenberg ¡ªentre los que est¨¢ Anne Sinclair, periodista francesa y exmujer de Dominique Strauss-Kahn¡ª, porque al final logran la pieza por la que tanto tiempo hab¨ªan luchado. Y es importante tambi¨¦n para los herederos de Cornelius Gurlitt, porque esta es la primera devoluci¨®n del fant¨¢stico legado de m¨¢s de 1.200 obras que unos funcionarios de Aduanas encontraron un d¨ªa de 2011 en un piso de 100 metros del barrio muniqu¨¦s de Schwabing.

El esc¨¢ndalo may¨²sculo estallar¨ªa dos a?os m¨¢s tarde, cuando la revista alemana Focus destap¨® el descubrimiento. Las obras de arte proced¨ªan del padre de Cornelius, el marchante de arte Hildebrand Gurlitt, que se vali¨® de sus v¨ªnculos con el r¨¦gimen de Adolf Hitler para comerciar con las obras que los nazis consideraban degeneradas. Por el camino se qued¨® con una valios¨ªsima colecci¨®n que inclu¨ªa nombres como Picasso, Chagall, Monet o Pissarro.

El representante de los Rosenberg no oculta su satisfacci¨®n. Pero tampoco su inquietud ante las obras que fueron expoliadas por el r¨¦gimen nacionalsocialista y que a¨²n no han sido recuperadas. La familia tiene identificadas unas 60 piezas en pa¨ªses como Austria, EE UU, Suiza o Reino Unido. ¡°Hay m¨¢s cornelius gurlitts que no han salido a la luz. Tenemos constancia de otros poseedores de arte saqueado que no han querido colaborar. Con su actitud, lo ¨²nico que logran es arrastrar el problema hasta sus hijos¡±, asegura. ?Habr¨¢ pronto noticias de nuevas devoluciones? ¡°Lo ¨²nico que puedo decir es que estamos cerca de identificar algunos de estos casos¡±, a?ade el representante con un toque algo enigm¨¢tico.

Marinello no da tampoco pistas sobre el destino del cuadro, que tras pasar a manos alemanas lleg¨® a estar en la colecci¨®n privada del l¨ªder nazi Herman G?ring. El matisse, que fue hallado una caja para tomates en la cocina de Cornelius Gurlitt, est¨¢ sorprendentemente bien conservado. ¡°Habr¨¢ que limpiarlo para que los colores vuelvan a brillar y los morados, azules y rojos de la blusa tengan la fuerza que les dio Matisse. Pero est¨¢ en buen estado¡±, se?ala el abogado de los propietarios.

V¨ªctimas del expolio art¨ªstico nazi recuperan sus tesoros

La Mujer sentada no es la ¨²nica obra que saldr¨¢ pr¨®ximamente de la colecci¨®n Gurlitt, que antes de morir en mayo del a?o pasado leg¨® la parte de su colecci¨®n que un comit¨¦ de expertos considere leg¨ªtima al Museo de Arte de Berna. Otra de las grandes joyas que atesor¨® Gurlitt, Dos jinetes en la playa, pintada por Max Liebermann en 1901, ser¨¢ tambi¨¦n devuelta, en este caso a la familia del coleccionista jud¨ªo David Friedmann. Y el Gobierno alem¨¢n anunci¨® el mes pasado que se hab¨ªa identificado una tercera obra para su devoluci¨®n: El Sena visto desde el Pont-Neuf, al fondo del Louvre, de Camille Pissarro.

Tras el estallido del esc¨¢ndalo, Gurlitt concedi¨® una entrevista a la revista Der Spiegel en la que describ¨ªa a su padre como un h¨¦roe que hab¨ªa protegido su colecci¨®n ¡°contra el fuego de los nazis, contra las bombas durante la guerra, contra los rusos, contra los americanos...¡±. ?C¨®mo encajaron los Rosenberg esta versi¨®n de la historia? ¡°Gurlitt reaccion¨® como cualquier hijo que defiende a su padre. ?l se vio a s¨ª mismo como el guardi¨¢n de las pinturas. Pero al final de su vida reaccion¨® y accedi¨® a entregar el cuadro de Matisse como nosotros exig¨ªamos, sin ning¨²n tipo de condiciones¡±, responde el representante.