El sentido de la vida rota
Perspectivas que a veces ponen los pelos de punta, y siempre invitan a pensar
El ensayo del alem¨¢n Peter Trawny Heidegger y el mito de la conspiraci¨®n mundial de los jud¨ªos (Herder) analiza las anotaciones de Heidegger sobre los jud¨ªos descubiertas en la primera entrega de sus pol¨¦micos Cuadernos negros. Revela aspectos nada halagadores del fil¨®sofo, zoquete a pesar de su saber erudito, que defendi¨® el burdo mito de l?a conspiraci¨®n jud¨ªa internacional. El afamado Byung-Chul Han regresa con el sustancioso El aroma del tiempo (Herder), filosof¨ªa que constata la p¨¦rdida de sentido en nuestras vidas y propone el arte de demorarse, la calma. El fil¨®sofo catal¨¢n Josep Maria Esquirol propone en La resistencia ¨ªntima (Acantilado) una filosof¨ªa de la proximidad para dotar de sentido a las existencias disgregadas. Es mucho el poder unificador de la cercan¨ªa y la buena convivencia en esta ¨¦poca nuestra de aislamiento y sentimientos endurecidos. Frente al optimismo de Esquirol, el original ensayo La conspiraci¨®n contra la vida humana (Valdemar), del norteamericano Thomas Ligotti, ofrece una visi¨®n pesimista de la existencia. Schopenhauer, Mainl?nder, Lovecraft, las novelas de terror o las negras ideas del desconocido fil¨®sofo antinatalista Zapffe son perspectivas que ponen los pelos de punta e invitan a pensar.
En contraste con estos autores descre¨ªdos nos encontramos la sencilla introducci¨®n del suizo Hans K¨¹ng a los Grandes pensadores cristianos (Trotta), solvente y clara. Y claridad es lo que extrajo el fil¨®sofo jud¨ªo Franz Rosenzweig con sus l¨²cidos Escritos sobre la guerra (S¨ªgueme), pura filosof¨ªa pol¨ªtica premonitoria. Fernando Savater firma Voltaire contra los fan¨¢ticos (Ariel), selecci¨®n de textos que ojal¨¢ leyesen tambi¨¦n los fan¨¢ticos, incapaces de pensar y re¨ªr. Sorprendente es el libro del esloveno Slavoj Zizek Mis chistes, mi filosof¨ªa (Anagrama), lleno de ingenio y gracia; dos cualidades que dispens¨® a raudales Lichtenberg, de quien Hermida Editores publica el volumen I de sus Cuadernos. El maestro alem¨¢n del aforismo fue un atento pensador que conoc¨ªa la naturaleza humana y supo perdonar sus balanceos y debilidades.
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