Conciencia social
Pablo Guti¨¦rrez retrata las ruinas de la crisis en una novela que gana en lo sociol¨®gico y pierde en lo sat¨ªrico
En alguna entrevista, Pablo Guti¨¦rrez (Huelva, 1978) ha declarado que la literatura no tiene valor ¡°si no intenta intervenir de alguna manera¡±. Sin embargo, no hay intervenci¨®n fuera del mercado, y lo que un libro pueda hacer apenas modifica el escenario. Intervenir, por lo dem¨¢s, obliga a romper con la invisibilidad, pero a costa de mezclarse en el discurso hegem¨®nico que todo lo traga y todo lo regurgita. Guti¨¦rrez, no obstante, aspira a que la literatura reconozca la necesidad de comprometerse con el agravio de la crisis, cuyas consecuencias sociales son, y han sido, altamente dram¨¢ticas. En Democracia (Seix Barral, 2012) se ocupaba de un parado, a partir del descalabro de Lehman Brothers, enfrent¨¢ndose al cinismo. En Los libros repentinos, su atenci¨®n recae en Reme, ¡°una vieja indecente que viste con harapos¡±, a quien una imprevista caja de libros la lleva al entusiasmo por la lectura y, con ella, a reconocer su vida frustrada y adquirir una inaplazable conciencia social. El ¡°poder sanador de la literatura¡±, seg¨²n la contraportada, tiene en esta novela una funci¨®n innegable que, no obstante, no sortea una idealizaci¨®n ingenua de la lectura, al no tener en cuenta otras secuelas m¨¢s intratables. La caja de libros se propone aqu¨ª como el hallazgo de un tesoro, cuyo contenido pone en marcha otro enfoque sobre la realidad.
Pero si el punto de partida tiene un aire de f¨¢bula, no sucede lo mismo con el espacio en el que se desarrolla la novela, un barrio de extrarradio de casas baratas, abandonado a su suerte desde la d¨¦cada de 1950, que all¨ª es mala suerte, pobreza y degradaci¨®n. Guti¨¦rrez despliega una suerte de cr¨®nica, un reportaje de lirismo maltrecho, una trepidante locuacidad que se opone a la verbosidad oficial de la que han derivado esas vidas rotas de suburbio, podridas por la penuria laboral y la desesperanza. Todo ello bajo el prisma de las novelas que lee la vieja Reme, que se dir¨ªa una restituci¨®n de la narrativa social de la Generaci¨®n del 98, en especial del Baroja m¨¢s atento a la clase miserable. De ah¨ª extrae la anciana la energ¨ªa que la implica en una protesta activa contra absurdas normativas, como la prohibici¨®n de colgar la ropa a la vista de la calle, a la que se opone iniciando una revuelta. De figura disipada, calumniada por los estragos de la ignorancia y la privaci¨®n, Reme pasa a representar la resistencia civil, aunque la algarada semeja m¨¢s bien un esperpento desactivado por una comicidad algo chocarrera, lo que invalida la exaltaci¨®n de una prosa que ser¨ªa magn¨ªfica si no se ensimismara en una s¨¢tira de efectos previsibles.
La novela, en todo caso, se vence hacia lo sociol¨®gico, y de ello resulta su mejor aportaci¨®n, pues los personajes se reducen, en general, a arquetipos caricaturescos, sobre todo el concejal y su mujer, que vienen a ser el env¨¦s del activista y su mujer, comparsas todos ellos del poder, pero tambi¨¦n, se podr¨ªa decir, del rencor del narrador, muy complacido con sus deshonras morales, mientras dedica una mirada piadosa a los habitantes del suburbio. No hay que aclarar que el rencor de clase es un noble sentimiento. Pero es curioso que la novela necesite la inserci¨®n de fragmentos de obras c¨¦lebres para dotar a la narraci¨®n de un prestigio pret¨¦rito, como si el autor no hubiera encontrado el lenguaje adecuado para expresar la actualidad. Esto hace de Los?libros repentinos una novela perdida en el tiempo, indecisa entre el ahora mismo, con la impugnaci¨®n de una pol¨ªtica que administra el infortunio, y el requerimiento de una literatura que, en otra ¨¦poca, estaba al lado de la gente despose¨ªda.
Con el pretexto de la vieja Reme redimida por la lectura, Pablo Guti¨¦rrez ha escrito, sin exageraci¨®n, un tratado sobre las ruinas morales y f¨ªsicas que causa la falta de vivienda digna, de higiene y de urbanidad. La relaci¨®n con Don Quijote es aqu¨ª m¨¢s decorativa que oportuna. Lo que importa es el esp¨ªritu que reclama mayor atenci¨®n a la periferia de la historia, all¨ª donde la construcci¨®n desma?ada de suburbios es fundamental para entender la brecha entre el capital y la miseria.
Los libros repentinos. Pablo Guti¨¦rrez. Seix Barral. Barcelona, 2015. 272 p¨¢ginas. 18,50 euros.
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