Las sensuales mujeres de Korda
60 retratos femeninos del cubano, 10 no expuestos antes, se muestran en PhotoEspa?a
"Lo que m¨¢s me gusta son las mujeres, el ron y la revoluci¨®n". Ese era el orden de preferencias vitales, dicen, del fot¨®grafo cubano Alberto D¨ªaz Guti¨¦rrez, Korda (La Habana, 1928- Par¨ªs, 2001), el hombre que inmortaliz¨® al Che con su retrato de revolucionario so?ador. Korda protagoniza una de las exposiciones estrella de esta edici¨®n de PhotoEspa?a dedicada a Latinoam¨¦rica. Korda, retrato femenino muestra desde hoy martes y hasta el 6 de septiembre 60 fotos en blanco y negro de mujeres, tomadas casi todas entre 1952 y 1960, y de las que "una decena no se hab¨ªa expuesto", explic¨® ayer la primog¨¦nita de Korda, Diana D¨ªaz, en la presentaci¨®n en el Museo Cerralbo de una muestra en la que colabora el Ministerio de Educaci¨®n, Cultura y Deporte.
La comisaria, Ana Berruguete, subray¨® que Korda se hizo fot¨®grafo "porque quer¨ªa captar la belleza de las mujeres, algo que se convirti¨® en obsesi¨®n". Este tipo de retrato fue su g¨¦nero "por antonomasia", aunque no est¨¦ entre lo m¨¢s conocido de su obra. Korda aprendi¨® de forma autodidacta, al principio con su novia Yolanda ¡ªpara ello tom¨® prestada la Kodak 35 de su padre¡ª y m¨¢s adelante con su primera mujer, Julia L¨®pez. De unas im¨¢genes, "m¨¢s ingenuas", se?ala la comisaria, su estilo evoluciona a una "maestra puesta en escena", en la que los elementos que acompa?an a las f¨¦minas, una l¨¢mpara, un ¨¢rbol, un coche¡, "est¨¢n muy pensados para contar m¨¢s que el mero retrato".
Son tres in¨¦ditas fotos de Julia L¨®pez ¡ªla madre de Diana¡ª las que reciben al visitante. Julia, con la que se cas¨® en 1951 y de la que se separ¨® cinco a?os despu¨¦s, fue el inicio del rosario de mujeres que luego posar¨ªa en el estudio que Korda fund¨® en 1954 en La Habana. Diana era muy peque?a entonces pero recuerda a su padre dando ¨®rdenes a su madre ¡ªy a ella como imagen de anuncios¡ª sobre c¨®mo posar, qu¨¦ gesto poner o c¨®mo colocar los brazos.
De todas esas mujeres que visitaron el estudio ¡ªtambi¨¦n punto de encuentro para artistas e intelectuales¡ª destacan Nidia R¨ªos y Natalia M¨¦ndez, Norka, musas de unos c¨¢nones ajenos al prototipo de las cubanas en la publicidad. Nidia y Norka ¡ªque fue la segunda esposa de Korda¡ª eran altas, delgadas, rubias y de tez blanca.
Berruguete subraya que Korda fue vanguardista porque hac¨ªa sus fotos publicitarias fuera de estudio, en lugares poco comunes, como hoteles o playas, "con gran dominio de la luz natural". Sin embargo, asomaron en Cuba las primeras cr¨ªticas por tanto erotismo. Su respuesta fue retratar a la secretaria del estudio, Lourdes, de negro y en un cementerio en la serie La belleza y la muerte.
Con la revoluci¨®n comunista de 1959 cae la demanda de su obra. La publicidad y la moda son tildadas de expresiones peque?oburguesas. "A los barbudos del segundo escalaf¨®n, no a Fidel, las fotos de mi padre les parec¨ªan pornograf¨ªa", dice D¨ªaz. El r¨¦gimen acab¨® interviniendo en 1968 el estudio del fot¨®grafo que hab¨ªa acompa?ado a Fidel en sus viajes. "Aunque le requisaron material, nunca tuvo un reproche e incluso les convenci¨® para que salvaran los negativos de la revoluci¨®n". Entonces, Korda se fija en nuevos objetivos: retratos de campesinas, milicianas o espectadoras de desfiles que, pese a su ropa o pose, tambi¨¦n muestra hermosas.
No ser¨¢ hasta los a?os 80 cuando Korda retome la moda, una vuelta a los or¨ªgenes que ya no abandonar¨¢. La exposici¨®n se cierra con su ¨²ltima sesi¨®n, de diciembre de 2000. Son fotos de modelos sonrientes en la estaci¨®n de tren de S?o Paulo, el epitafio art¨ªstico de Korda, que fallece en Par¨ªs cinco meses despu¨¦s.
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