¡®Porgy and Bess¡¯ o Gershwin entre Soweto y el Teatro Real
La compa?¨ªa sudafricana Cape Town llega a Madrid con la ¨®pera de Gershwin
Cuando Arnold Schoenberg y George Gershwin quedaban para jugar al tenis, el primero voleaba contra la red de la atonalidad y el segundo mandaba reveses al fondo del teatro musical. Ambos fueron fundamentales para la m¨²sica del siglo XX. Y lograron trascender en la Historia por caminos muy diversos. Jud¨ªos errantes, aterrizaron en Estados Unidos para abrirse camino desde la fascinante pero resquebrajada Viena de entreguerras uno y como parte de la di¨¢spora rusa el otro. N¨®mada y t¨®rrida es esta versi¨®n de Porgy and Bess, obra fundamental de Gershwin, que durante un mes animar¨¢ con imponente canto racial el escenario del Teatro Real. A los dos, les hubiese electrizado.
Los term¨®metros marcan la temperatura justa para dejarse mecer por la hipn¨®tica modorra de la eterna Summertime. Ayer, al piano, son¨® en la voz de Siphamandla Yakupa, soprano de la Cape Town Opera Company, reci¨¦n llegada a Madrid, cuando presentaron la funci¨®n. Tambi¨¦n se anim¨® con ¡®I got plenty o¡¯Nuttin¡¯, Lindile Kenneth Kula, para darnos un sorbo de su Porgy, pordiosero iluminado cuando juega a los dados, desafecto a la vida, pero redimido por el amor de Bess ¨Cque interpretar¨¢n Xolela Sixaba y Nonhlanhla Yende en dos repartos-, una puta adscrita al abuso, que le arranca a este hombre derrotado la tristeza.
Gershwin imagin¨® esta historia para la claustrof¨®bica Carolina del Sur, entre campos de algod¨®n y despiadados filibusteros de la especie. Pero Christine Crouse, directora de escena y Tim Murray, maestro musical, la han trasladado a Soweto, en la Sur¨¢frica del apartheid, inspirados en fotograf¨ªas de Jurgen Schadeberg, que, seg¨²n la encargada de la dramaturgia, ¡°nos mostr¨® las claras conexiones¡±.
Un terreno donde han crecido todos y cada uno de los cantantes que la llevan interpretando con ¨¦xito clamoroso en todo el mundo desde que se estrenara en el Wales Millenium Center de Cardiff en 2009. Le toca el turno a partir del d¨ªa 10 y durante un mes al Teatro Real, con entradas aun disponibles para nueve funciones. ¡°La hemos llevado de gira por muchos lugares, pero en cada uno de ellos surge algo diferente¡±, comenta Murray.
En la catedral de Toledo
Cuando el a?o pasado la Cape Town Company cay¨® por el Teatro del Liceo para escenificar su ¡®Porgy and Bess¡¯, fueron invitados a Santa Mar¨ªa del Mar para dar dejarse o¨ªr. ¡°Montamos un hermoso ruido¡±, asegura Roy Hunter, productor de la compa?¨ªa. Cantaron Gospel, piezas tradicionales surafricanas, entonaron coros de ¨®pera y partes de la obra de George Gershwin. El pr¨®ximo s¨¢bado 13 de junio, en la catedral de Toledo, se podr¨¢ escuchar algo similar. La colaboraci¨®n entre el Teatro Real y la Real Fundaci¨®n de la ciudad ha organizado un concierto titulado ¡®Voces de ?frica¡¯ dentro del Festival de M¨²sica El Greco donde la compa?¨ªa surafricana ser¨¢ la estrella que atronar¨¢ con su swing los pilares g¨®ticos del templo.
En cada ciudad se dejan contagiar por la expansiva vena cantarina de los surafricanos: ¡°Llevan este arte en la sangre. Cada vez que voy all¨ª les escucho cantar por todas partes: en la cola de la cantina, por los pasillos, en las fiestas y los funerales¡±, a?ade el director musical brit¨¢nico.
La pesada sombra del oprobio es algo que no necesitan refrescar en Sur¨¢frica. Y la m¨²sica de Gershwin, que trat¨® de edificar la gran ¨®pera moderna en Estados Unidos, les va directamente al est¨®mago, con sus ecos mestizos, su exploraci¨®n de diversidades, entre el jazz, el blues, el yiddish, el folk y el o¨ªdo puesto en las vanguardias europeas con que el autor y padre del gran musical americano, construy¨® esta ¨®pera: ¡°Fue amalsamando hasta conseguir una mezcla ejemplar. Gershwin es autor de varias obras maestras del siglo XX que no desmerecen a ninguna ¨®pera de enjundia¡±, comentaba el responsable art¨ªstico del Teatro Real, Joan Matabosch.
Fue ayer el anfitri¨®n, junto al director general, Ignacio Garc¨ªa-Belenguer, de esta compa?¨ªa, surgida, adem¨¢s, de la nada, pero convertida hoy en cantera de voces que se van desplegando como aut¨¦nticas figuras reconocidas y pujantes, ¡°caso de Pretty Yende¡±, apunta Matabosch.
Aunque la espectacularidad reconocida con premios internacionales es la del coro. Actualmente, la compa?¨ªa la forman unas 70 voces provenientes de toda Sur¨¢frica. Han ganado en 2013 el premio a la mejor formaci¨®n en los International Opera Awards, es hoy por hoy, el ¨²nico cuerpo estable y consolidado de ?frica y han interpretado recientemente esta misma obra con la Filarm¨®nica de Berl¨ªn bajo la direcci¨®n de Simon Rattle. No dejan de girar por todo el mundo y poner en pie nuevos proyectos: ¡°Nos mantenemos felices y ocupados¡±, asegura Roy Hunter, uno de los responsables de la compa?¨ªa.
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