Los brit¨¢nicos y la diversidad triunfan en los Premios Tony de teatro
¡®Fun Home¡¯, la adaptaci¨®n de la novela gr¨¢fica de Alison Bechdel, musical
La dama, su alteza teatral y cin¨¦fila, Helen Mirren fue la primera en subir al escenario del Radio City Music Hall el domingo durante la 69? ceremonia de los premios Tony. Se alz¨® con el primer premio en la gran noche del teatro neoyorquino por su papel de Isabel II en la obra The Audience, de Peter Morgan, quien hab¨ªa firmado tambi¨¦n el guion de la pel¨ªcula La reina, por la que Mirren hab¨ªa ya ganado el Oscar. La actriz se convirti¨® as¨ª en la novena en lograr ambos premios por interpretar el mismo personaje en cine y teatro, aunque en este caso las historias fueran distintas.
El de Mirren era el galard¨®n m¨¢s previsto que, adem¨¢s, anticip¨® una ceremonia muy brit¨¢nica: la producci¨®n inglesa El curioso incidente del perro a medianoche fue la mejor obra, tambi¨¦n gan¨® su protagonista, Alex Sharp; y Skylight se coron¨® como mejor revival de obra de teatro.
Todos ellos eran premios sobre los que hab¨ªa muy pocas dudas en una noche que se debat¨ªa m¨¢s en el terreno musical entre el tributo a la pel¨ªcula de Gene Kelly, Un americano en Par¨ªs; y la adaptaci¨®n del c¨®mic autobiogr¨¢fico de Alison Bechdel, Fun Home.
Pero tras alzarse con cuatro de los premios m¨¢s importantes (mejor direcci¨®n, libreto, protagonista masculino y m¨²sica), parec¨ªa claro que la originalidad y canto a la aceptaci¨®n de la diversidad y la identidad de Fun Home era la favorita. Y as¨ª se cumpli¨®.
Joel Grey, uno de esos actores con Tony y Oscar en su haber por su papel de maestro de ceremonias en Cabaret, fue el encargado de presentar, junto a su hija la actriz Jennifer Grey, la actuaci¨®n central de la noche que era, precisamente, una de las canciones pilares de Fun Home, que cuenta la historia de c¨®mo Bechdel sali¨® del armario de joven y, poco despu¨¦s, su padre, luchando contra su propia homosexualidad, mor¨ªa en lo que parec¨ªa un suicidio.
La canci¨®n elegida para la ceremonia era muy poco representativa del estilo espectacular de los musicales de Broadway, pero ten¨ªa un valor especial por su mensaje ¨Cel momento en el que la protagonista, de 11 a?os, admite su homosexualidad¨C, que reforzaron al ser presentada por Grey, quien este mismo a?o, con 82, declar¨® p¨²blicamente su homosexualidad.
Ese fue, probablemente, uno de los momentos m¨¢s emotivos y brillantes de una gala que part¨ªa con dos desaf¨ªos importantes. Por un lado, recuperar el glamour en su alfombra roja. Una labor para la que la American Theater Wing contrat¨® a Anna Wintour (y si el ¨¦xito se mide en caras conocidas, tuits y vestidos de dise?adores famosos, triunf¨®). Y, por otro, no perder m¨¢s audiencia. Una tarea complicada y encomendada a dos presentadores, Alan Cumming y Kristin Chenoweth, que tomaban el relevo de actores con tanto tir¨®n como son Neil Patrick Harris (que tuvo su momento autopar¨®dico, ri¨¦ndose de su fracaso en los Oscar) y Hugh Jackman.
A pesar de no tener todo a su favor, Cumming y Chenoweth desplegaron todos sus pasos de bailes, su mejor voz, se lo pasaron mejor que nadie; y, sin embargo, no lograron encontrar el ritmo a una gala lastrada por un exceso de actuaciones, que solo son una suerte de reclamos comerciales de los musicales, nominados o no, en los que las compa?¨ªas se gastan entre 100 mil y 400 mil d¨®lares para atraer espectadores a su teatro. Una estrategia que parec¨ªa m¨¢s innecesaria a¨²n este a?o en el que Broadway ha superado un r¨¦cord hist¨®rico de taquilla y audiencia.
El rey y yo, una de esas obras taquilleras de la temporada, fue la otra gran ganadora de la noche, consiguiendo cuatro de los nueve premios a los que aspiraba, entre ellos el de mejor revival musical. La obra lleg¨® a Broadway por primera vez en 1951 con Yul Brynner, otro de esos actores con Tony y Oscar por un mismo papel a los que Helen Mirren acaba de unirse.
Porque si algo prueban los premios Tony es que el cine y el teatro, Hollywood y Broadway, est¨¢n siempre m¨¢s cerca de lo que parece. Y no s¨®lo por sus actores estrella. No hab¨ªa m¨¢s que mirar en la gala del domingo al patio de butacas, donde se sentaba relajado Harvey Weinstein; y tambi¨¦n sobre el escenario, donde el temible Scott Rudin intent¨® suavizar su mala imagen tras los correos de Sony al recoger uno de los premios brit¨¢nicos de la noche para Skylight.
El sal¨®n de una funeraria que arrasa en Broadway
El p¨²blico rodea por los cuatro costados el escenario del Circle Theatre en Broadway donde el musical inspirado en la novela gr¨¢fica 'Fun Home' ha reventado la taquilla. All¨ª aparece recreada la mansi¨®n de Pensilvania donde la ilustradora Alison Bechdel creci¨®, esa casa en la que su atormentado padre se volc¨® con obsesivo ah¨ªnco para restaurarla. Y all¨ª conviven y van alternando sus voces las tres actrices que encarnan a Bechdel: como ni?a que no acaba de entender a su padre pero disfruta jugando con sus hermanos entre los ata¨²des del negocio familiar y se niega a ponerse vestidos; como adolescente, que decide salir del armario y asumir su homosexualidad al llegar a la Universidad de Oberlin; y como adulta, convertida en ilustradora, tratando de dar forma a su peculiar historia en una novela gr¨¢fica. ¡°Creo que necesitar¨ªa hacer otro libro para explicar todo el proceso de este musical¡±, explicaba la autora sentada en un parque de Nueva York a finales de mayo.
La compositora Jeanine Tesori y la dramaturga Lisa Kron (ganadoras de los galardones en sendas categor¨ªas en los Tony¡¯s) trabajaron durante cerca de cuatro a?os en el libreto antes de que Bechdel viera esbozo alguno. En 2013 la obra se estren¨® en el Public Theatre y este a?o lleg¨® finalmente a Broadway. ¡°?Un musical sobre una lesbiana? ?Sobre un suicidio? Cabr¨ªa pensar que mucha gente se resistiera a verlo¡±, reflexionaba Bechdel a quien la fama teatral, y el haberse convertido en un rostro c¨¦lebre a¨²n la pilla por sorpresa. ¡°Pero el musical es tan bueno, tan extra?amente alegre que supongo que por eso ha gustado tanto¡±.
La obra, de poco m¨¢s de una hora y media de duraci¨®n sin pausa, funde las 231 p¨¢ginas de la autobiograf¨ªa ilustrada que Bechdel public¨® en 2007, con canciones que apuestan por un tono dialogado y no omiten el drama ni la intensidad de lo que se est¨¢ contando. La autora escarba en su memoria y repasa su infancia para tratar de acercarse a su padre, un homosexual con refinado gusto, profesor de ingl¨¦s en una escuela y encargado de la empresa familiar, que a pesar de sus escarceos no quiso salir del armario y acab¨® suicid¨¢ndose unos meses despu¨¦s de que su hija, Alison, se declarara lesbiana. Las lecturas que su padre le recomend¨®, el piano que su madre tocaba, los apuestos j¨®venes que cuidaban del jard¨ªn, y los juegos infantiles entre los hermanos Bechdel, se combinan en la escena con las preguntas que la ilustradora se hace mientras trata de plasmar su historia. El ritmo que no puede faltar en Broadway se adapta a la personal historia.
La novela ¡°Fun Home¡± (Reservoir Books) se convirti¨® en un aut¨¦ntico fen¨®meno entre la cr¨ªtica y el p¨²blico, lo mismo que ha ocurrido con el musical. ¡°Creo que el hecho de que fuera una novela gr¨¢fica hizo que la historia llegara m¨¢s a la gente, el momento en le que el libro sali¨® coincidi¨® con un auge de este g¨¦nero¡±, comentaba Bechdel. ¡°La aceptaci¨®n del gran p¨²blico de esta historia no deja de sorprenderme¡±.
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