¡®Jugamos en casa¡¯ y el griter¨ªo
El n¨²mero de gritos, incluso alaridos, abrazos, besos, saltos, achuchones, c¨¢nticos y aplausos que se producen por minuto en el nuevo concurso de La 1 no tiene parang¨®n
El n¨²mero de gritos, incluso alaridos, abrazos, besos, saltos, achuchones, c¨¢nticos y aplausos que se producen por minuto en el nuevo concurso de La 1 de TVE, Jugamos en casa, no tiene parang¨®n en el Occidente cristiano. Si lo que se pretende es recrear el ambiente de cualquier hogar y transmit¨ªrselo a la hipot¨¦tica audiencia familiar, una de dos: o el concepto de familia de los responsables del programa es el de un conjunto de seres hiperactivos con alg¨²n problema cr¨®nico (la sordera, por ejemplo) o se trata de una publicidad subliminal en favor de los tranquilizantes.
Con Jugamos en casa, la cadena trata de recuperar la audiencia perdida en una franja horaria complicada (de 20 a 21 horas) en la que los ni?os, los p¨²beres, incluso la mayor¨ªa de los padres y madres que tienen trabajo y los abuelos est¨¢n en casa. De momento no parece haberlo logrado. En su estreno consigui¨® un 6,3% de la audiencia, es decir, 625.000 espectadores, aproximadamente un tercio de los que tuvo Pasapalabra (Telecinco), y bastante menos de la mitad de ?Boom! (Antena 3), sus rivales.
Presentado por Los Morancos (C¨¦sar y Jorge Cardaval), uno de los escasos d¨²os c¨®micos que sobreviven y que demostraron hace mucho un talento c¨®mico que hoy se a?ora, se anima con constancia, casi con pesadez, a que participen en sus cuartos de estar los espectadores. No parece que lo consigan para tranquilidad del resto de un vecindario que, imaginamos, busca el leg¨ªtimo sosiego tras una jornada en la que los telediarios, la clase pol¨ªtica, el empleo precario y los corruptos han incrementado la tensi¨®n hasta l¨ªmites insospechados, algo que, por ejemplo, s¨ª han conseguido los responsables de la cadena ¡ªel anhelado reposo¡ª al cerrar fulminantemente el programa As¨ª de claro con el que Ernesto S¨¢enz de Buruaga y sus tertulianos pretend¨ªan ilustrarnos sobre los complejos problemas de la pol¨ªtica nacional.
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