Pon un dinosaurio en la pantalla
Desde los a?os cuarenta, el cine ha explotado el mito prehist¨®rico de estas especies
Eran grandes, dominaban la Tierra y vino un pedrusco y se los cepill¨®. Podr¨ªamos estar hablando del ser humano, pero hubo un animal hace unos miles de a?os cuya vida tambi¨¦n corresponde a esa definici¨®n: los dinosaurios. Y como todo mito que se precie, acrecentado por el hecho de que nunca cruzaron sus pasos con los hombres, ha tenido su reflejo en el cine.
En la mayor parte de las pel¨ªculas, los dinosaurios tienen la fea costumbre de querer matar a la humanidad. Como en Hace un mill¨®n de a?os, que cuenta con dos grandes de los efectos especiales: el maestro del stop motion Ray Harryhausen, m¨ªtico creador de mu?ecos que daban el pego en pantalla como si fueran aut¨¦nticos, y Rachel Welch, toda ella un efecto especial c¨¢rnico. La mayor parte del p¨²blico solo recuerda a estas dos figuras del filme brit¨¢nico de 1966¡ y nada m¨¢s. La frase publicitaria resum¨ªa ese sentir: ¡°Vea a Rachel Welch con el primer biquini de la humanidad¡±. Por cierto, este filme producido por la Hammer era una versi¨®n de otro de 1940 con V¨ªctor Mature ¨Cque suponemos daba vida a un humano y no a un Tiranosaurio Rex-, Carole Landis y Lon Chaney jr. Por cierto, la Hammer vio el fil¨®n, y sigui¨® con filmes prehist¨®ricos ¨Cpor supuesto, sin ninguna l¨®gica biol¨®gica ni hist¨®rica- con, por ejemplo, Slave girls y Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra.
Durante d¨¦cadas, los dinosaurios han sido carne de terror en la pantalla: King Kong se atizaba con uno de ellos, Godzilla asolaba ciudades como quien sale al aperitivo¡ Incluso los m¨¢s ni?os han tenido su mascota dino con la saga En busca del valle encantado -?con 13 filmes!- o con Ice age 3: el origen de los dinosaurios. O una serie cl¨¢sica de la televisi¨®n, Dinosaurios, que con cuatro temporadas a inicios de los noventa mostraba la vida de una familia de dinosaurios antropom¨®rficos, en una mezcla de Los Cosby y Un chapuzas en casa, con animaci¨®n de la factor¨ªa Jim Henson. Solo algunos como Arthur Conan Doyle se los tomaron m¨¢s en serio, y su novela El mundo perdido ha tenido varias adaptaciones al cine, la ¨²ltima en 1992. O Julio Verne, con Viaje al centro de la Tierra (tambi¨¦n abundantemente trasladada a la gran pantalla).
Como todo seudog¨¦nero, hay pel¨ªculas muy malas con dinosaurios, como El planeta de los dinosaurios, rid¨ªculo filme de 1978, carne de ca?¨®n para sesiones infantiles de tarde de s¨¢bado, que cuenta las aventuras de los miembros de la Odisea, una nave espacial que naufraga en un planeta poblado por dinosaurios. Cumple estrictamente el mandamiento de ¡°Si no lo veo, no lo creo¡±.
Fue Steven Spielberg, que llevaba a?os rodando la idea, quien nos record¨® que aquellos saurios eran animales salvajes, con Parque Jur¨¢sico, pel¨ªcula que no pudo hacer hasta 1993, cuando por fin las im¨¢genes generadas por ordenador, los CGI, estuvieron a la altura de los deseos de Spielberg y el p¨²blico pudo entender la amenaza de las fieras. Sus dos continuaciones tambi¨¦n rozaban el rid¨ªculo, por lo que Jurassic World se ha planteado como una segunda parte de la original, salt¨¢ndose esa pareja de filmes.
Los dinosaurios no van a acabarse con Jurassic World. En Navidades Pixar estrenar¨¢ El buen dinosaurio, otra de saurios antropomorfos¡ porque en este filme de animaci¨®n los humanos son las mascotas.
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