¡°La codicia es transparente hoy, pero viene de las cavernas¡±
Ha sido una escritora de ¨¦xito fulgurante, desde ¡®El tiempo entre costuras¡¯ (Planeta, 2009). Ahora publica ¡®La templanza¡¯
?Qu¨¦ ha supuesto el ¨¦xito para usted? Aprendizaje, apertura a nuevos territorios, alegr¨ªas.
?Sinti¨® en alg¨²n momento que no era para tanto? Es que no es para tanto; una cosa son los titulares, lo que hace ruido, y otra cosa es lo que vives.
?Y se tiene que defender del ruido? Ya estoy alerta, no me tengo que defender... Te puedes convertir en un personaje de feria si entras por todas las puertas que te abren. Te proponen cosas que no tienen nada que ver contigo. No quiero ser esa.
?Le ha cambiado todo esto? Menos de lo que parece. Publiqu¨¦ El tiempo entre costuras con 45 a?os, a esa edad es dif¨ªcil que se altere tanto tu vida. Nada ha sido ni dram¨¢tico ni tortuoso.
?C¨®mo se lleva con el tiempo? He cumplido 50 y estoy a gusto, no llevo la edad como bandera pero no la oculto. Est¨¢ bien la madurez de los 50.
?A qu¨¦ ayuda la madurez? Nos hace m¨¢s l¨²cidos, ayuda a relativizar; nos da templanza.
En su ¨²ltimo libro hay usura, odio, pero tambi¨¦n nobleza. ?Sus personajes le ayudan a conocerse? Me conozco antes a m¨ª misma para abordar la condici¨®n humana. Pero siempre hay un viaje de ida y vuelta entre los personajes y una misma, nos muestran c¨®mo ¨¦ramos, qu¨¦ motores nos mueven...
?Qu¨¦ son esos motores? Los afectos, los sentimientos. En La templanza, por ejemplo, Mauro Larrea es un padre, un tipo rico que se arruina, y al final es s¨®lo un padre. En El tiempo... hay al final una hija cuyo inter¨¦s es volver a reunirse con su madre. Lealtad, traiciones... ?Eso viene casi de las cavernas!
Y sigue: la codicia rompe el saco... Supongo que habr¨¢ habido otras ¨¦pocas en las que tambi¨¦n lo rompiera. Ahora lo tenemos tan cerquita que resulta escandaloso. Pero est¨¢ desde siempre. La codicia ha movido guerras, ha cambiado reyes, ha movido siempre la condici¨®n humana; ahora es m¨¢s transparente.
?C¨®mo reacciona ante ella? Frustrada, enfadada, dolida, agredida, desencantada.
?Alguna manera para luchar contra eso? La educaci¨®n de los ni?os; la elecci¨®n de modelos. Si los ni?os viven pensando que Messi es el est¨¢ndar o viendo c¨®mo cada d¨ªa entra un pol¨ªtico en la c¨¢rcel les estamos dando un sistema de valores muy confuso. Desde las urnas hasta la educaci¨®n y el sentido com¨²n sirven para luchar contra la codicia.
Mauro Larrea se hunde, idea una manera de salir de la quiebra y va en b¨²squeda de la soluci¨®n. ?Ser¨ªa usted esa persona? S¨ª, facil¨ªsimamente... Todos hemos ganado y perdido pero nunca he tenido una p¨¦rdida tan dram¨¢tica como la de un pr¨®spero minero de la plata mexicana... No hay que bajar nunca la guardia ni tirar la toalla.
?Cu¨¢l es la chispa que le pone a inventar? La historia es lo ¨²ltimo que llega. En la primera obra, lo que supe por mi familia del protectorado de Marruecos; en Misi¨®n olvido, las misiones californianas por cuestiones personales m¨ªas, y aqu¨ª fue Jerez (para La templanza) lo primero que se me ocurri¨®...
?C¨®mo vive las cr¨ªticas adversas? Cuando son s¨®lidas, ayudan; cuando son gratuitas lastima ese desprecio gratuito...
?Le perdonan ser best-seller? Cuando escrib¨ª El tiempo entre costuras era una persona que conoc¨ªa a cero personas del mundo editorial... ?C¨®mo iba a tener conciencia de que estaba escribiendo un best-seller?
?Puede decirme el principio de una novela que narrara la codicia que vivimos? No voy a escribirla, pero ser¨ªa interesante una novela escrita desde la c¨¢rcel de alguien que conviviera con todos estos personajes que han tenido gloria y han ca¨ªdo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.