Jean Gruault, m¨ªtico guionista de Truffaut y Resnais

Puede que la ¨²ltima vez que se le viera en p¨²blico fuera en octubre pasado, en los pasillos de la Cinemateca Francesa. El m¨ªtico guionista Jean Gruault, fallecido el 8 de junio en Par¨ªs, recorri¨® entonces las salas de la gran exposici¨®n dedicada a Fran?ois Truffaut, de quien ser¨ªa uno de los m¨¢s fieles colaboradores. Lo tuvo que hacer en silla de ruedas, ya que su estado de salud no le permit¨ªa tenerse en pie. Muerto de un paro cardiaco a los 90 a?os, este hombre peque?o y orondo, conocido por su legendaria simpat¨ªa y humor sard¨®nico, fue algo as¨ª como el guionista oficial de la Nouvelle Vague. Su aventura empez¨® en las peque?as salas del Barrio Latino a finales de los a?os cuarenta, en las que se gest¨® la nueva ola cinematogr¨¢fica, donde coincidi¨® con Jacques Rivette, ?ric Rohmer, Claude Chabrol o Truffaut.

Gruault era entonces actor teatral y empleado ocasional de una librer¨ªa de la plaza de Saint-Sulpice especializada en literatura de las colonias ¡ªall¨¢ conoci¨® a Aim¨¦ C¨¦saire y Richard Wright¡ª en la que sol¨ªa ¡°robar algo de dinero de la caja¡± y coincid¨ªa con ese grupo de j¨®venes que cambiar¨ªan el rumbo de la historia del s¨¦ptimo arte. Rivette fue el primero en contar con ¨¦l en Par¨ªs nos pertenece, rodada en 1959 y considerada por algunos la piedra fundacional de la Nouvelle Vague. Admirado por el resultado, Truffaut le propuso colaborar con ¨¦l. Firmar¨ªan juntos hasta cinco guiones: Jules y Jim, El ni?o salvaje, Diario ¨ªntimo de Ad¨¨le H., Las dos inglesas y el amor y La habitaci¨®n verde.

Gruault firm¨® tambi¨¦n una adaptaci¨®n de Fahrenheit 451 que Truffaut terminar¨ªa por descartar, adem¨¢s de dos proyectos m¨¢s, que la muerte del cineasta dej¨® truncados: La Belle ?poque, que termin¨® la luz como miniserie en 1995, y Marguerite et Julien, un cuento hist¨®rico sobre un amor incestuoso que la cineasta Val¨¦rie Donzelli present¨® en el pasado Festival de Cannes, bas¨¢ndose en el guion original de Gruault. ¡°Estaba dispuesto a escribir otra pel¨ªcula conmigo. Quer¨ªamos hacer algo sobre Juana de Arco. Me dijo que estaba de acuerdo, siempre y cuando la convirti¨¦ramos en lesbiana¡±, declar¨® Donzelli, al enterarse de su muerte, al diario Lib¨¦ration. La an¨¦cdota dice mucho de su esp¨ªritu irreverente.

Con Truffaut trabaj¨® siempre siguiendo un peculiar m¨¦todo. Gruault escrib¨ªa una primera versi¨®n, que el cineasta anotaba y le devolv¨ªa para que volviera a trabajar en ella, y as¨ª sucesivamente. El proceso pod¨ªa durar a?os. ¡°Fran-?ois me dejaba libertad y tiempo para escribir. Nos llam¨¢bamos por tel¨¦fono y nos ve¨ªamos para cenar, pero habl¨¢bamos muy poco de cine. Puede parecer extra?o, pero fue en el momento en que empec¨¦ a trabajar con Alain Resnais cuando Fran?ois decidi¨® que deber¨ªamos vernos m¨¢s a menudo¡±, explic¨® en una entrevista en la que defini¨® a Truffaut como ¡°un ser lleno de paradojas, con mucho humor y un fondo de tristeza¡±. ¡°Fran?ois pensaba que era de su propiedad¡±, afirm¨® Gruault.

Con Resnais rod¨® tres pel¨ªculas: Mi t¨ªo de Am¨¦rica, La vida es una novela y El amor ha muerto. Adem¨¢s, colabor¨® con Jean-Luc Godard (Los carabineros), Andr¨¦ T¨¦chin¨¦ (Las hermanas Bront?), Chantal Akerman (Golden Eighties) e incluso los hermanos Dardenne (les ech¨® una mano con el guion de su segundo largometraje, Je pense ¨¤ vous).