R¨¦quiem por La Hune
La crisis se lleva en Par¨ªs la librer¨ªa que frecuentaron Sartre, Giacometti, Picasso o Duras
¡°Lo siento, pero hemos cerrado¡±, se?alaba un joven, amable pero firme, a quienes intentaban acceder al interior de este insigne lugar en el ¨²ltimo minuto. Sus palabras cobraban un sentido bastante m¨¢s tr¨¢gico de lo normal: el fin al que se refer¨ªa era definitivo. La librer¨ªa parisiense La Hune, fundada en 1949 en pleno barrio de Saint-Germain y frecuentada en su d¨ªa por personalidades como Andr¨¦ Breton, Pablo Picasso, Alberto Giacometti, Antonin Artaud, Max Ernst, Sonia Delaunay o Marguerite Duras, ech¨® definitivamente el cierre el pasado domingo por la noche.
El grupo Gallimard, propietario de esta legendaria librer¨ªa desde 2012, decidi¨® poner fin a sus actividades a principios de este a?o aludiendo a su deficiente rendimiento econ¨®mico. ¡°La librer¨ªa acumulaba demasiados h¨¢ndicaps¡±, argumenta su responsable, Olivier Place, director de las Librer¨ªas Flammarion, a las que pertenec¨ªa La Hune. Seg¨²n sus propietarios, el volumen de negocio habr¨ªa bajado un 35% desde 2009, lo que explicar¨ªa este abrupto final.
La Hune fue fundada tras la Segunda Guerra Mundial por el editor y coleccionista Bernard Gheerbrant, que se instal¨® en su m¨ªtica sede del 170 del bulevar de Saint-Germain, presidida por una doble escalera que le confer¨ªa cierto aspecto de buque transatl¨¢ntico. La Hune, abierta todos los d¨ªas de la semana hasta la medianoche ¡ªuna aut¨¦ntica rareza en Par¨ªs¡ª, permaneci¨® all¨ª hasta 2011, cuando fue desalojada por una sucursal de Louis Vuitton. Pas¨® a ocupar entonces un edificio de dos plantas situado a escasos metros, m¨¢s aireado pero con menos solera, pegado a la iglesia de Saint-Germain, en la llamada plaza Beauvoir-Sartre, en honor a dos de sus m¨¢s insignes vecinos, que tambi¨¦n fueron asiduos de La Hune.
El tel¨®n baj¨® por ¨²ltima vez el domingo con aplausos y silbidos, entre turistas que no entend¨ªan de qu¨¦ iba todo ese alboroto. En los escaparates, los libros daban la espalda al paseante en se?al de protesta. Como en un velatorio, decenas de fieles lectores se acumularon frente a la librer¨ªa para presenciar c¨®mo la persiana met¨¢lica ca¨ªa por ¨²ltima vez. Los empleados hab¨ªan colgado peque?os carteles en la fachada con las muestras de apoyo de sus clientes m¨¢s c¨¦lebres, como el fil¨®sofo Bernard-Henri L¨¦vy, el periodista Adam Gopnik ¡ªexcorresponsal en Par¨ªs de The New Yorker, en cuyas p¨¢ginas ha dedicado un emotivo texto a La Hune¡ª o el escritor Fr¨¦d¨¦ric Beigbeder, que vive en la acera de enfrente. ¡°Estoy de luto. Si incluso Gallimard cierra librer¨ªas, ?qui¨¦n las va a abrir?¡±, dec¨ªa su mensaje. En el interior, la artista Sophie Calle hac¨ªa cola para adquirir sus ¨²ltimos vol¨²menes: dos libros de bolsillo. Quiso ser la ¨²ltima clienta en pasar por caja. Con el certificado de defunci¨®n ya firmado, Miguel Dupont, librero de La Hune desde hace 25 a?os, sali¨® a dar las gracias a los asistentes con l¨¢grimas en los ojos. El local ser¨¢ ocupado a partir de ahora por una sucursal de YellowKorner, cadena de tiendas de reproducciones fotogr¨¢ficas de bajo coste.
Pese a su car¨¢cter emblem¨¢tico, el destino de La Hune no es excepcional en un contexto cada vez m¨¢s dif¨ªcil para los libreros parisienses, a causa de la ca¨ªda de ventas, la competencia de Amazon y la asfixiante presi¨®n inmobiliaria. ¡°Es triste asistir al cierre de una librer¨ªa tan emblem¨¢tica, pero esta situaci¨®n no es representativa del estado de los libreros independientes en Francia. En realidad, la situaci¨®n es relativamente estable¡±, rebat¨ªa ayer el delegado general del Sindicato de la Librer¨ªa Francesa, Guillaume Husson. Sin embargo, un informe encargado por el Ayuntamiento de Par¨ªs apunta a una situaci¨®n algo distinta. Entre 2011 y 2014 cerraron un 9,9% de las librer¨ªas parisienses, que hoy son unas 700. Desde 2000, habr¨ªan desaparecido hasta el 28% de ellas.
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