Se busca un ¡®mes¨ªas¡¯
El novillero onubense David de Miranda cort¨® una oreja de poco peso en Sevilla
En vista de que el mes¨ªas vivo decidi¨® hace tiempo retirarse del mundanal ruido de las plazas de primera y descansar en las playas malague?as mientras el toreo se desangra, urge que la fiesta de los toros encuentre un l¨ªder antes de que languidezca definitivamente por el maltrato sin piedad de los taurinos y la retirada de los verdaderos aficionados.
Con esta intencionalidad, entre otras, se celebran novilladas en Sevilla y Madrid: con la esperanza de que aparezca un mirlo blanco que est¨¦ dispuesto a morir para redimirnos a todos del hast¨ªo actual y del avance de los pocos y aguerridos enemigos de la tauromaquia.
La ¨²ltima novillada de abono se celebr¨® ayer en Sevilla y bastaron las dos horas y casi tres cuartos que dur¨® para comprobar c¨®mo el alma se te cae a los pies de aburrimiento, primero, y desesperanza, despu¨¦s.
?Qu¨¦ tost¨®n! ?Qu¨¦ pesti?o de festejo! ?Qu¨¦ sufrimiento! ?Qu¨¦ sopor¡! Media plaza se cubri¨®, -lo cual es buena noticia en tarde de calor sevillano-, gracias a los partidarios onubenses de David de Miranda; a los utreranos de Curro Dur¨¢n, a algunos extreme?os seguidores de Alejandro Ferm¨ªn, y, sobre todo, gracias a los numerosos turistas de diferentes procedencias que se sorprenden y asustan con los avatares de la lidia.
De la C¨¢mara/De Miranda, Dur¨¢n, Ferm¨ªn
Novillos del Roc¨ªo de la C¨¢mara, correctos de presentaci¨®n, mansos, sosos, parados y nobles.
David de Miranda: estocada baja (ovaci¨®n); casi entera (oreja).
Curo Dur¨¢n: estocada trasera _aviso_ y seis descabellos (silencio); cuatro pinchazos y estocada (vuelta por su cuenta).
Alejandro Ferm¨ªn: estocada tendida (vuelta por su cuenta); dos pinchazos _aviso_ y casi entera baja (silencio).
Plaza de la Maestranza. 21 de junio. Novillada de abono. Media entrada.
En el ruedo, seis novillos de desecho, referentes de la mansedumbre, la soser¨ªa y la falta de bravura, que vuelven a poner de manifiesto que el protagonista de este espect¨¢culo est¨¢ desaparecido. No es f¨¢cil generar emoci¨®n con animaluchos que huyen despavoridos de los caballos y llegan agotados al tercio final.
En el ruedo, tres novilleros cargados de sue?os que pasaron desapercibidos por la Maestranza a pesar del ruido de sus partidarios, que parecen desconocer que hay cari?os que matan. Los tres tienen ¡®cositas¡¯, que es como decir que los tres se expresan con cierto gusto y maneras si se les analiza con afecto y comprensi¨®n por su juventud y escasa experiencia. Tres chavales en apariencia conformistas y aburridos, sin sentido de la medida y m¨¢s preocupados en dar pases que en torear.
El problema es que no basta con poseer un pellizco escondido; hay que arrebatar, sorprender, apasionar y dejar a la plaza con la boca abierta; hay que embestir si el toro se niega; hay que abandonar los desplantes pintureros y torear de verdad.
De Miranda cort¨® una oreja y seguro que no le servir¨¢ de nada; sus compa?eros dieron sendas vueltas al ruedo por su cuenta y les servir¨¢n a¨²n menos. ?Ay, cu¨¢nto da?o pueden hacer los partidarios entusiastas! ?C¨®mo es posible que a estas alturas a¨²n no hayan aprendido que una vuelta al ruedo en la Maestranza es algo muy serio que no se puede manchar? ?C¨®mo no hay un padre o un apoderado en el callej¨®n que les diga 'Ni?o, t¨¢pate, que para hacer el rid¨ªculo siempre hay tiempo'?
El toreo necesita un ¡®mes¨ªas¡¯ y ninguno de los tres present¨® ayer su candidatura. De Miranda tiene buen gusto, pero se le vio con poca sangre en las venas o rendido ante su suerte; Curro Dur¨¢n torea muy despegado y mata muy mal; y a Ferm¨ªn se le atisban detalles de torero caro que no pudo o no supo manifestar.
En fin, que la fiesta no necesitan toreros que den pases y tengan ¡®cositas¡¯, sino l¨ªderes que lleguen dispuestos a arrasar. ?Alguien conoce alg¨²n ¡®mes¨ªas? De momento, parece que toca seguir esperando; ojal¨¢ no sea demasiado tarde.
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