Paz Err¨¢zuriz y Colita: conversaci¨®n en el objetivo
Las dos fot¨®grafas son premiadas con los m¨¢ximos galardones de PHotoEspa?a 2015
Tanto Paz Err¨¢zuriz (Santiago de Chile, 1944) como Colita (Barcelona, 1940) llevan varias d¨¦cadas a sus espaldas fij¨¢ndose en lo que ocurre a su alrededor para contarlo y conmover al espectador. La mirada hacia los excluidos, la pasi¨®n por el retrato y el gusto por el blanco y negro son algunas de las muchas cosas que estas dos grandes luchadoras tienen en com¨²n. Ayer lunes recibieron los m¨¢ximos galardones que anualmente concede el festival PHotoEspa?a. Err¨¢zuriz por el rigor y la empat¨ªa de una obra armada sobre la documentaci¨®n y la experimentaci¨®n est¨¦tica; Colita, Premio Bartolom¨¦ Ros, por la coherencia de su trayectoria y su independencia profesional. Horas antes conversaron con EL PA?S sobre su manera de entender el oficio, sobre la mirada diferente de la mujer y sobre la existencia de la fotograf¨ªa latinoamericana, entre otros asuntos.
Err¨¢zuriz
Paz Err¨¢zuriz (Santiago de Chile, 1944). Su obra, reconocida en todo el mundo, est¨¢ dedicada a los marginados de la sociedad. Autora de series a las que vuelve una y otra vez, sus protagonistas son personas que sobreviven entre la exclusi¨®n y el olvido: boxeadores, ancianos, campesinos, enfermos mentales, travestis, artistas de circo ambulante. Su obra se puede ver dentro de la colectiva Latin Fire en CentroCentro Cibeles. En diciembre inaugurar¨¢ una antol¨®gica en Mapfre.
Para Paz Err¨¢zuriz, con obra en la Tate Modern y con una emocionante representaci¨®n de retratos de homosexuales y travestis, v¨ªctimas por partida doble durante la dictadura de Pinochet en la Bienal de Venecia, este es su primer premio. "Es un logro para Latinoam¨¦rica y un gran aliciente porque me da una seguridad tremenda para proseguir con mi trabajo". Colita, quien rechaz¨® el Nacional de Fotograf¨ªa el pasado a?o, se mostr¨® encantada con recibir un galard¨®n que "da la gente, no un ministro. Y me encanta coincidir con Paz Err¨¢zuriz, una mujer valiente, una todoterreno como yo, que lleva toda la vida arriesg¨¢ndose para dejar su testimonio. Despu¨¦s de partirte el lomo toda una vida trabajando, est¨¢ bien recibir un premio como este".
La actual edici¨®n de PHotoEspa?a est¨¢ dedicada a Latinoam¨¦rica. Sin embargo, ninguna de las dos ve claro que pueda hablarse de una fotograf¨ªa latinoamericana con unas caracter¨ªsticas diferentes respecto a lo que se hace en el el resto del mundo. Err¨¢zuriz opina que hay una iconograf¨ªa com¨²n en los diferentes pa¨ªses latinoamericanos que pueden llevar a confusi¨®n: "Creo que hay unas experiencias muy semejantes como son las dictaduras, la guerrilla, los paisajes... pero tambi¨¦n hay una po¨¦tica y una manera de investigar muy semejante a la de otras partes del mundo. No somos diferentes". Las dos coinciden en la diferencia entre hombres y mujeres a la hora de retratar la realidad pero Colita recurre a los desastres para explicar la diferencia. "En una guerra, por ejemplo, creo que una mujer jam¨¢s tomar¨ªa primeros planos de un cuerpo reventado o del corte de una cabeza decapitada. En general, s¨¦ que hay excepciones, la mujer pone el objetivo en detalles que te hablan del drama, pero sin adentrarse en los intestinos". Err¨¢zuriz pone como ejemplo el caso de la fot¨®grafa peruana Milagros de la Torre, quien en su serie sobre cr¨ªmenes famosos que se puede ver estos d¨ªas en CentroCentro Cibeles, en la colecci¨®n de Anna Gamazo, retrata las armas usadas para cometer los asesinatos. "No hace falta m¨¢s para contar una historia terrible de manera sublime".
"Yo resumir¨ªa este asunto", remata Colita, "diciendo que las mujeres afrontamos la parte cotidiana de la guerra. O mejor, preferimos hablar de nuestras guerras m¨¢s pr¨®ximas. Las otras, el puro campo de batalla con cuerpos mutilados, son m¨¢s de machotes, aunque hay excepciones de reporteras extraordinarias con las que no me voy a meter".
?Qu¨¦ tipo de fotograf¨ªa no har¨ªan nunca? Ambas coinciden: jam¨¢s har¨ªan moda. Las dos han hecho mucho retrato de encargo por parte de empresas o de particulares, pero rechazan de plano la publicidad del mundo de la moda: "Son temas que a la semana est¨¢n muertos", bromea Colita.
Colita (Isabel Steva Hern¨¢ndez, Barcelona, 1940). Ha trabajado en casi todos los medios nacionales como reportera todoterreno y ha retratado cada rinc¨®n y cada personaje de su ciudad, tanto a los integrantes de la famosa gauche divine como al ¨²ltimo mendigo. Ha protagonizado m¨¢s de 40 exposiciones y publicado una treintena larga de libros. El pasado a?o rechaz¨® el Premio Nacional de Fotograf¨ªa. La galer¨ªa Fern¨¢ndez-Braso expone OJOCOLITA, una selecci¨®n de sus principales series. En septiembre, el centro Conde Duque, en Madrid, expondr¨¢ la antol¨®gica procedente de La Pedrera (Barcelona).
Sobre sus trabajos m¨¢s conmovedores, Colita recuerda un reportaje que realiz¨® en los 90 con un grupo de enfermos de sida y que vio despu¨¦s como cada uno de ellos se fue muriendo hasta no quedar ninguno.
Una y otra han tenido incontables problemas con la censura y han vivido d¨¦cadas en las que el trabajo de fot¨®grafo no disfrutaba del respeto que, en general, disfruta ahora. Se?alan la cifra de 30 a?os como la media para considerar que dominan la profesi¨®n y lamentan el desconocimiento de la historia de la que hacen alarde las nuevas generaciones. "Los chicos de 20 a?os no saben quien fue Pinochet en Chile", lamenta Err¨¢zuriz, "ni parece que quieran saberlo. As¨ª es muy dif¨ªcil trabajar sobre el futuro".
La artista chilena trabaja desde hace tiempo en una serie ("Nunca las acabo del todo", reconoce) dedicada a la ceguera. "Estoy retratando a personas que sufren cromatopsia, un trastorno de la vista por el que se ven objetos de una coloraci¨®n inexistente. Un amigo escritor trabaja sobre la parte documental y yo retrato a la persona. Son obras en blanco y negro donde queremos contar qu¨¦ es lo que la persona no ve".
Colita, gran cronista de la Transici¨®n, est¨¢ entusiasmada con el momento pol¨ªtico que se vive en Espa?a. "Estoy segura de que est¨¢ empezando algo parecido a lo que ocurri¨® despu¨¦s de la muerte de Franco. No s¨¦ c¨®mo evolucionar¨¢, pero s¨¦ que es un momento de grandes cosas. Me entusiasman las alcaldesas de Barcelona y Madrid, Ada Colau y Manuela Carmena. De entrada est¨¢n demostrando que es falso que los vecinos comunes de ambas ciudades no se entiendan. Me gustar¨ªa mucho participar en esta nueva situaci¨®n con mi c¨¢mara, pero las r¨®tulas no me responden y ya no estoy para correr de un lado para otro. Hace un a?o, el ambiente pol¨ªtico era deprimente. Ahora siento que cualquier cosa puede ocurrir y yo quiero estar ah¨ª".
Y tras explicar a su colega chilena quien es quien en los nuevos partidos pol¨ªticos espa?oles, Colita le regala un oportuno abanico rojo con lunares negros, imprescindible para moverse bajo los calores madrile?os.
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