C¨®mo sobrevivir a una noche entre zombis

Cientos de personas esperan amontonadas y acorraladas por los militares. Algunos miran preocupados a su alrededor. Otros ocultan su tensi¨®n detr¨¢s de una risa nerviosa. Unos pocos llevan una videoc¨¢mara colgando del cuello: si este es su ¨²ltimo d¨ªa, que por lo menos quede constancia de ello. Nunca se han visto antes, pero tienen algo en com¨²n: han logrado sobrevivir al apocalipsis zombi que ha infectado el planeta. Bueno, de momento. Todav¨ªa falta una noche entera. "Escuchen las reglas. No van a morir. A¨²n", grita un tipo trajeado. Luego los supervivientes son repartidos en peque?os grupos, cada uno bajo el liderazgo de un miembro de la organizaci¨®n, e instruidos: colaborar es su ¨²nica esperanza, solitario es sin¨®nimo de ser devorado. El juego se inicia.

"Si quisi¨¦ramos resumir, se podr¨ªa decir que es el pilla pilla de toda la vida, pero con zombis. Aunque es mucho m¨¢s", relata Alejandro Fern¨¢ndez, subdirector de World Real Games, la compa?¨ªa que ha organizado este Survival Zombie. Es la 25? ocasi¨®n en la que ponen en escena la lucha entre humanos y no muertos desde que crearon la empresa, en 2012. ?ltimamente, van al ritmo de una celebraci¨®n por semana en toda Espa?a. Una confirmaci¨®n m¨¢s del tir¨®n que tienen los zombis en la cultura popular: Resident Evil, The Walking Dead o Guerra Mundial Z son ejemplos claros de c¨®mo estos monstruos enamoran en series, c¨®mics, pel¨ªculas o videojuegos.

A veces la batalla de Survival Zombie es en albergues en el campo, otras juntando a m¨¢s de 2.500 participantes por las calles de Santander. Pero esta vez el juego se celebra en el festival Metr¨®poli de Gij¨®n, que cierra hoy domingo, 5 de julio, sus puertas tras 10 d¨ªas de entretenimiento de todo tipo ¨Cy al que este peri¨®dico ha sido invitado por la organizaci¨®n-.

All¨ª, en un recinto acordonado, son encerrados todos los participantes. Previamente, han pagado entre 30 y 50 euros y escogido un bando. La aplastante mayor¨ªa quiso ser superviviente. Unos pocos optaron por el lado de los zombis. Adem¨¢s, est¨¢n los miembros de la organizaci¨®n que se reparten entre militares, 26 actores que contribuyen a desarrollar la trama y retar a los jugadores y a unos cuantos no muertos especiales: corren y por lo tanto son exponencialmente m¨¢s peligrosos.

"La formula enfrenta a los supervivientes con el propio juego", a?ade Fern¨¢ndez. Traducido, significa que los humanos intentan aguantar hasta las cuatro de la madrugada sin ser mordidos mientras que los zombis tratan de saciar su apetito. Cada participante tocado es una baja para la humanidad, pero un activo para los no muertos: vuelve a la base, es maquillado como corresponde, y sale a cazar a m¨¢s supervivientes. Por si no fuera suficiente, la propia trama intenta complicarles la vida a los humanos. "Te puedes pasar todo el juego escondido. Hubo un tipo una vez que se ocult¨® cinco horas en un olivar. Pero lo suyo es intentar superar las pruebas", cuenta otro miembro de la organizaci¨®n.

Se refiere a los retos que cada l¨ªder ir¨¢ encargando a su grupo. Se arranca con tareas tan simples como encontrar los espaguetis que la jefa tanto desea. De hecho, la veintena de supervivientes aprovecha para bautizar as¨ª el grupo y evitar perderse. "Cuando escuch¨¦is espaguetis hay que volver a la base", sentencia L¨ªa, una chica que a los pocos minutos ya ha asumido el mando de su pandilla. Desde entonces, y por raro que parezca, o¨ªr "espaguetis" ser¨¢ uno de los pocos alivios en la oscuridad.

Porque pronto anochece, las pruebas se convierten en "necesito un voluntario que vaya solo en busca de medicinas" y, sobre todo, empiezan a circular cada vez m¨¢s zombis. Los hay que avanzan en hordas y otros que cazan solitarios, pero el caso es que no tardan en convertirse en una paranoia para los supervivientes. Cualquier sombra puede ser un aliado o un verdugo, toda esquina puede esconder el final de tus d¨ªas. De ah¨ª que los humanos intenten moverse en grupos y multiplicar las precauciones. Aunque a veces no basta. "Normalmente la mortalidad es del 99%", explica Fern¨¢ndez. Tambi¨¦n porque ¨¦l mismo dirige el juego como un tablero de ajedrez, encerrando a veces a los humanos en callejones sin salida.

En realidad, hay tambi¨¦n supervivientes sin mucho apego a la vida que se entregan a la horda. Quiz¨¢s simplemente tengan ganas de probar el otro bando. Porque una vez devorado y transformado en zombi, se vuelve al ruedo ya sin miedo y hasta con hambre de humanos. Basta con emitir un grito ante una quincena de supervivientes que se acercan para que salgan disparados hacia lo m¨¢s lejos posible. Arantxa L¨®pez y Beatriz Esteban, en la cola para ser maquilladas, lo corroboraban: "Jugamos ya varias veces, primero como supervivientes, pero cuando pruebas el zombi no hay vuelta atr¨¢s". Literal.