Arthur Miller, contra viento y marea
El mundo del teatro conmemora un siglo del dramaturgo estadounidense que fuera aclamado como un cl¨¢sico en vida
Cuando Arthur Miller, de quien este a?o se cumple el centenario de su nacimiento, estren¨® La muerte de un viajante (1949), su obra m¨¢s popular, pulveriz¨® de un solo golpe dos lugares comunes del teatro estadounidense: que la tragedia estaba reservada a los h¨¦roes y que el realismo cr¨ªtico hab¨ªa muerto a finales de los a?os treinta (y, de paso, que cualquier pieza con la palabra ¡°muerte¡± en el t¨ªtulo era veneno para la taquilla). Si Todos eran mis hijos (1947), su primera pieza estrenada, hab¨ªa nacido a la sombra de Ibsen, con la segunda Miller (Harlem, 1915-Roxbury, Connecticut, 2005) entr¨® de lleno en la tradici¨®n "nacional" de Eugene O¡¯Neill, Thornton Wilder, Clifford Odets, y el teatro yiddish.
La muerte de un viajante, dirigida por Elia Kazan y protagonizada por Lee J. Cobb y Mildred Dunnock, obtuvo un ¨¦xito descomunal: gan¨® el Pulitzer, el Tony al mejor autor y el trofeo del c¨ªrculo de cr¨ªticos de Nueva York. Al acabar su primera temporada hab¨ªa recaudado 1.250.000 d¨®lares y permaneci¨® dos a?os en cartel, con 742 funciones. El triunfo llevaba aparejada una condena: todas sus piezas posteriores iban a sufrir la inevitable comparaci¨®n con aquel atronador pistoletazo de salida.
Las brujas de Salem (1953), alegor¨ªa de la caza de brujas del senador McCarthy, le vali¨® el Tony a la mejor obra pero tuvo cr¨ªticas hostiles y no lleg¨® a las doscientas representaciones, aunque remont¨® en su siguiente producci¨®n y en su estreno europeo, protagonizado por Ives Montand y Simone Signoret. Algo similar sucedi¨® con Panorama desde el puente, para mi gusto su obra m¨¢s poderosa y concentrada. En 1955 se estren¨® su versi¨®n en un acto, en programa doble con Recuerdo de dos lunes, eleg¨ªaca evocaci¨®n de su adolescencia durante la Depresi¨®n, y tuvo menos espectadores que Las brujas de Salem. Al a?o siguiente, ya en versi¨®n de dos actos, Panorama desde el puente fue mucho mejor recibida en Londres, a las ¨®rdenes de Peter Brook, con una gran interpretaci¨®n de Anthony Quayle.
Aplausos y silencios
En 1957, Miller se niega a dar nombres ante el comit¨¦ de McCarthy, a diferencia de dos de sus mejores amigos, Elia Kazan y Lee J. Cobb, art¨ªfices de su primer ¨¦xito. Fue multado y pas¨® a la lista negra, aunque su causa result¨® sobrese¨ªda por el tribunal de apelaciones un a?o m¨¢s tarde. La prensa estadounidense de la ¨¦poca le colg¨® dos clich¨¦s a la espalda: para unos era ¡°el peligroso comunista¡± y para otros ¡°el marido de Marilyn¡±, con la que se hab¨ªa casado en 1957 y de la que se divorciar¨ªa en 1960. Para Marilyn escribi¨® el espl¨¦ndido y desolado gui¨®n de Vidas rebeldes (1961), la pel¨ªcula de John Huston. Y ella est¨¢, igualmente, en el centro de Despu¨¦s de la ca¨ªda (1964), su obra m¨¢s personal (y tambi¨¦n la m¨¢s desequilibrada), casi un ¡°Miller Ocho y Medio¡±, donde intent¨® abordar en clave psicoanal¨ªtica su tormentosa relaci¨®n matrimonial, su trayectoria como autor y la culpa del Holocausto. La funci¨®n fue p¨¦simamente recibida por los cr¨ªticos, que le acusaron de querer ajustar cuentas con la actriz y aprovecharse de su tr¨¢gica muerte.
Reci¨¦n casado con la fot¨®grafa Inge Morath, Miller visita el campo de exterminio de Mauthausen y cubre los juicios a los nazis en Fr¨¢ncfort para el New York Herald Tribune, experiencia de la que surgir¨¢ Incidente en Vichy (1964), una nueva obra en un acto que pas¨® fugaz (32 funciones) por Broadway y que en Londres contar¨ªa con un actor de excepci¨®n: sir Alec Guinness. En 1968 estrena El precio, su ¨²ltimo ¨¦xito: un personaje de comedia, el anciano y vital¨ªsimo Gregory Solomon, se lleva de calle la funci¨®n. En 1969 se proh¨ªben sus obras en Rusia por su apoyo a los escritores disidentes como presidente del International Pen Club. Durante esos a?os viaja con su esposa por todo el mundo, sigue la puesta en escena de sus montajes en China o Turqu¨ªa y escribe libros sobre esas experiencias. Es aclamado como un cl¨¢sico vivo, pero cada vez le resulta m¨¢s dif¨ªcil estrenar en su tierra natal, y cuando lo consigue obtiene magros resultados, como las veinte funciones de The Creation of the World and Other Business (1972) en el Shubert Theatre de Broadway, o las doce, su cota m¨¢s baja, de The American Clock (1980), en el Biltmore.
Biograf¨ªa de un famoso dramaturgo
- Hijo de una familia de inmigrantes jud¨ªos polacos, Arthur Miller naci¨® en Harlem (Nueva York) en 1915. Su padre ten¨ªa una empresa textil, que no fue mal hasta que la Gran Depresi¨®n acab¨® con ella. As¨ª que se mudaron a Brooklyn, a un apartamento, modelo del piso de La muerte de un viajante.
- La muerte de un viajante, su segunda obra, le lanz¨® a la fama y le supuso el Tony a mejor autor y el Pulitzer.
- Escribi¨® el guion de Vidas rebeldes para su entonces esposa, Marilyn Monroe. El filme de Huston fue el ¨²ltimo que completaron Monroe y Clark Gable.
- Con la fot¨®grafa Inge Morath tuvo dos hijos. Al segundo, con s¨ªndrome de Down, lo intern¨® a los pocos d¨ªas de nacer. Solo le reconoci¨® en su testamento.
En los noventa Miller vuelve a la carga con la ambiciosa Broken Glass (1990), en la que aborda la toma del poder por parte de los nazis (la tristemente c¨¦lebre ¡°noche de los cristales rotos¡±), y vuelve a chocar con el desinter¨¦s de p¨²blico y cr¨ªtica: 73 funciones en el Both Theatre. Obtiene, sin embargo, su mayor triunfo de esa d¨¦cada con unas extensas memorias, Time Bends (1987), publicadas en castellano por Tusquets (Vueltas al tiempo). En 2002 recibe el premio Pr¨ªncipe de Asturias, y el premio Jerusal¨¦n al a?o siguiente. En 2004 estrena en el Goodman Theatre de Chicago Finishing the Picture, sobre su relaci¨®n con Marilyn Monroe durante el rodaje de Vidas rebeldes. Cuatro meses m¨¢s tarde muere en Conecticut, a los 89 a?os.
Babelia
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