Renovados

Debido a antecedentes familiares muy tristes, a veces me sobresalto temiendo que el alzh¨¦imer y la demencia senil sean precoces y voraces conmigo. Estoy de acuerdo con Brel en que ¡°morir no importa, pero envejecer, ay... envejecer¡±. Siento los estragos salvajes que sufre una memoria que fue privilegiada, confundo fechas, tambi¨¦n a personas que no s¨¦ si me suenan de algo o las acabo de conocer.

Por ello, me siento confuso ante la identidad del presentador del ¡°nuevo proyecto moderno y reformista del PP¡±. ?Se trata de Javier Arenas, un se?or de mi generaci¨®n que lleva modernizando y reformando al partido de su alma y de su n¨®mina 35 a?os, o bien es un jovenzuelo revolucionario que se llama igual que ¨¦l? ?Le est¨¢ ocurriendo algo grave a mi cerebro por sufrir un ataque de risa ante la posibilidad de que la encarnaci¨®n de tanta reforma y modernidad sea el Arenas que yo imagino?

Constato en el logotipo del PP abrasivos cambios al haber condenado a la soledad a su l¨ªrica gaviota. Su expulsada compa?era debi¨® de negarse a evolucionar. Y tambi¨¦n es prodigiosa su adaptaci¨®n al lenguaje juvenil en los m¨®viles al cambiar la preposici¨®n en el exaltante lema ¡°Por el futuro de Espa?a¡±, por algo m¨¢s escueto en la comunicaci¨®n de las nuevas generaciones, resumido en ¡° X el futuro de Espa?a¡±.

Pero tambi¨¦n se apuntan a la consigna del incendiario Celaya cuando ped¨ªa: ¡°A la calle, que ya es hora de pasearnos a cuerpo¡±. Y efectivamente, se descorbatan, dulcifican su gesto, se disfrazan de pueblo llano y se toman unas coca-colas deseando contestar a cualquier interrogante divino o humano que les planteen sus compa?eros de bar. Lo he visto en la tele, lo juro. Ese esp¨ªritu juvenil lo encarnan Casado (el excelente actor Albert Rivera debe divertirse mucho al ver ese pat¨¦tico intento de clonarlo), Maroto y Ma¨ªllo. Y nos van a bajar los impuestos. ?C¨®mo no creer en su profunda renovaci¨®n?