¡°Los pol¨ªticos espa?oles nunca han respetado el cine¡±

Una jornada laboral tirada por la borda. El asunto empieza cuando el ministro de turno telefonea para anunciar que ha recibido el Premio Nacional de Cinematograf¨ªa. En el caso de Fernando Trueba (Madrid, 1955) ni por un momento intuy¨® que le tocaba a ¨¦l el galard¨®n. ¡°Es que no lo pensaba ni ayer ni ma?ana¡±, cuenta en el jard¨ªn de su casa. Consecuencia directa: su mujer, la productora Cristina Huete, se pasa la tarde dando bebidas a periodistas asfixiados por el calor. ¡°En vez de estar a lo m¨ªo...¡±, confiesa ella feliz.

Trueba asegura que tras recibir la noticia ayer al mediod¨ªa, lo primero en que pens¨® no fue en su posible discurso pol¨ªtico ¡ªque lo ser¨¢¡ª sino en su edad. ¡°Dios m¨ªo, medit¨¦. Qu¨¦ viejo soy que me dan este galard¨®n. Me voy a comprar una boina, me disfrazo de Pla y me voy al Ampurd¨¢n. Me jubilo. Ha sido una sensaci¨®n de vejez...probablemente porque he cumplido sesenta a?os y todav¨ªa estoy bajo los efectos del shock¡±. Pero hace dos a?os lo recibi¨® un director mucho m¨¢s joven, Juan Antonio Bayona. ¡°Eso, como dec¨ªa alguien, lo cura el tiempo¡±.

Tras un carrera con pel¨ªculas como La ni?a de tus ojos, Belle ?poque (con su consiguiente Oscar), El sue?o del mono loco, ?pera prima, El a?o de las luces o El artista y la modelo ¡ªpor escoger algunas¡ª, lo que en realidad llama la atenci¨®n es que Trueba a¨²n no hubiera recibido este galard¨®n. ¡°Un premio no tiene tanta trascendencia ni importancia... Me explico: un goya ayuda a la carrera comercial. Ahora mismo yo no tengo un estreno, en febrero o marzo empiezo la pr¨®xima, as¨ª que me pilla fuera del calendario profesional. En resumen, me lo tomo con pachorra y una tranquilidad impresionantes¡±.

Al director nunca le han ilusionado los premios. ¡°Ni el Oscar, de verdad, porque jam¨¢s he tenido la m¨ªtica de ese galard¨®n. Pero a veces s¨ª que vienen bien y alegran la vida de quienes te quieren. Ayuda a la batalla principal, que hoy en d¨ªa m¨¢s que nunca es poder hacer las pel¨ªculas con libertad e independencia. Cada vez es m¨¢s duro. Si no es el dictado de una cosa es el dictado de otra. Por citar a Billy Wilder ¡ªs¨¦ que soy un pesado siempre mencion¨¢ndolo¡ª, ¨¦l pon¨ªa en las portadas de sus guiones C D, siglas de Cum Deus, Con Dios. Wilder me explic¨® que no sab¨ªa si exist¨ªa Dios o no, pero que hacer una pel¨ªcula es tan dif¨ªcil que cualquier ayuda es bienvenida. Me pareci¨® una respuesta cojonuda¡±.

A Trueba estos meses la vida le ha cambiado en que ha recibido este reconocimiento, en que ha cumplido esos sesenta a?os que le pesan y en que ya es acad¨¦mico de Hollywood. No va a variar en su l¨ªnea ideol¨®gica, que le mantiene ¡°beligerante¡± y ¡°poco diplom¨¢tico¡±. ¡°Siempre estoy protestando. Muchas veces de forma muy exagerada. As¨ª que no tengo necesidad ahora de devolver el premio, como han hecho en otras artes ¨²ltimamente. Creo que hay que ser humilde y recogerlo. Me parece igual de leg¨ªtimo rechazarlo o no aceptarlo¡±. Entre sus peticiones ¡ª¡°y me da igual que el Gobierno sea de izquierdas o de derechas, porque ninguno me ha hecho caso¡±¡ª, que tanto el ICAA (el organismo del Ministerio de Cultura que regula el cine) como la Filmoteca Espa?ola ¡°sean aut¨®nomos, como en Francia, y no dependan del poder¡±.

Para el cineasta madrile?o, los pol¨ªticos tienen una ventaja: ¡°Abren y cierran el grifo y la gente espera ese agua de rodillas, y eso lo han practicado todos. Al cine nunca lo han respetado¡±.

Y en el futuro, en la pr¨®xima primavera, el rodaje de La reina de Espa?a. Segunda parte de La ni?a de tus ojos, transcurre 18 a?os despu¨¦s de la primera. ¡°Nunca me hab¨ªa pasado que una pel¨ªcula haya surgido de mi cabeza as¨ª. Yo iba andando por la calle y los personajes [recuperar¨¢ a los ocho principales de aquella comedia de 1998] no me dejaban en paz. Jam¨¢s me hab¨ªa planteado qu¨¦ hab¨ªa ocurrido con los de ?pera prima o de Belle ?poque. En cambio estos, no s¨¦ la raz¨®n, puede que porque sean colegas, me han dado la tabarra cont¨¢ndome c¨®mo les ha ido desde entonces¡±. ?Y les ha ido bien o mal? ¡°A unos mal, a otros bien, a algunos les ha pasado el tiempo. Tambi¨¦n de eso trata un poco. Como la vida misma con todos nosotros, ?no?¡±.