Ya era hora

Le llega tarde el premio. Y sospecho que se le ha pasado moment¨¢neamente por su insumisa cabeza la tentaci¨®n de rechazarlo. Es un premio institucional, concedido por un gobierno sin excesiva afici¨®n a la cultura, que ha castigado a eso tan insustancial del espect¨¢culo (cine, teatro, danza... algo que no alimenta el cuerpo pero que si es bueno puede servirle al alma) con un IVA vendedor y asesino del 21%. Y Fernando jam¨¢s ha reprimido su vitri¨®lica o admirada boca en sus fobias y en sus filias. No s¨¦ si tendr¨¢ que soltar un discurso, pero si eso ocurre el ministerio que le ha galardonado tiene razones para ponerse a temblar.

Siempre ha dispuesto de tanta fe en lo que hac¨ªa que los premios nunca han aumentado su ego. En algunos casos se siente agradecido porque sabe que le convienen a la carrera comercial de las criaturas que ha engendrado, pero nada m¨¢s. Creo que lo que m¨¢s le gust¨® cuando Belle ?poque recibi¨® el Oscar fue la emotiva dedicatoria que pudo hacerle a uno de sus dioses, un tal Billy Wilder.

Enumera Cabrera Infante en Un oficio del siglo XX las pintorescas, pragm¨¢ticas o delirantes profesiones a las que quieren dedicar su vida los ni?os. En la mayor¨ªa de los casos, no se cumple su deseo. Conoc¨ª a Fernando Trueba en la edad de la incertidumbre, cuando ten¨ªa 17 a?os y absolutamente claro que iba a dedicar su existencia profesional a contar historias con una c¨¢mara. Un a?o despu¨¦s y con el conocimiento ¨ªntimo que provoca la amistad no tuve la menor duda de que iba a conseguirlo. Pero si me hubiera dicho que iba a ser astronauta, tambi¨¦n estoy seguro de que ya hubiera pisado todo el sistema planetario.

Este hombre complejo possee aut¨¦ntica pasi¨®n, determinaci¨®n, ama lo que hace. No solo el cine. Tambi¨¦n los libros, la m¨²sica, la pintura. Como se enamore de algo te puede volver loco habl¨¢ndote continuamente del mismo tema. Y este seductor es due?o de m¨²ltiples talentos orales y art¨ªsticos. Aunque lo que m¨¢s ama es re¨ªr, hacer re¨ªr, que le hagan re¨ªr, compartir la risa. Con su mujer, con su hijo, con sus hermanos, con sus amigos, en la vida y en el cine. Y por supuesto, conoce las tinieblas. Por ello, el inmenso poder terap¨¦utico de la risa.

Hay pel¨ªculas suyas que me gustan mucho, otras menos, alguna nada. Pero todas ha querido hacerlas, no hay ning¨²n encargo mercenario. Es una de las personas m¨¢s inteligentes, imaginativas y cultas que he conocido jam¨¢s. Y, sobre todo, nos hemos re¨ªdo tanto...