De pronto, la mano de Dickens
El hallazgo de 20 vol¨²menes de una revista literaria dirigida por el escritor con anotaciones de su pu?o y letra arroja luz sobre algunos misterios de la literatura brit¨¢nica del siglo XIX
El ambiente en la sala, recuerdan quienes lo presenciaron, era ¡°el¨¦ctrico¡±. Hay quien habla incluso de ¡°sonoros jadeos¡± entre el escaso p¨²blico. Las revelaciones del congreso anual de la Sociedad Investigadora de Revistas Victorianas rara vez conquistan espacios destacados en los peri¨®dicos. Pero los 40 acad¨¦micos que asistieron el pasado s¨¢bado a la presentaci¨®n de Jeremy Parrott comprendieron enseguida que estaban ante un hallazgo hist¨®rico. En aquella sala de la universidad de Gante, el profesor y librero les ofreci¨® la llave para desentra?ar algunos misterios de la literatura brit¨¢nica del siglo XIX.
Parrott revel¨® que posee una colecci¨®n de una revista literaria que dirigi¨® Charles Dickens, con anotaciones manuscritas del propio autor en los m¨¢rgenes de las piezas, publicadas sin firmar, que permiten atribuir 2.500 textos a entre 300 y 400 escritores, incluidos Elizabeth Gaskell, Lewis Carroll, Wilkie Collins o el propio Dickens. Se trata, en palabras de uno de los pocos expertos que han tenido en sus manos la colecci¨®n, de la ¡°piedra Rosetta de los estudios victorianos¡±.
En septiembre del a?o pasado Jeremy Parrott adquiri¨® por Internet, a un librero de Gales, una colecci¨®n en 20 vol¨²menes de la revista All The Year Round. Pens¨® que se trataba simplemente de una lujosa edici¨®n del semanario en el que Dickens public¨® seriadas sus novelas Grandes esperanzas e Historia de dos ciudades, y en el que recog¨ªa relatos, ensayos y poemas sin firmar de otros escritores de la ¨¦poca.
Parrott, que reside habitualmente en Hungr¨ªa, no abri¨® la caja con los libros hasta que volvi¨® a Londres en diciembre. Al hojear los vol¨²menes observ¨® que hab¨ªa nombres de autores escritos a l¨¢piz junto a los textos. No fue hasta que abri¨® el segundo o tercer tomo cuando descubri¨®, junto a un cuento de Navidad, algo que no era un mero nombre, sino la firma del propio Dickens. Comprendi¨® que estaba ante la colecci¨®n personal del escritor, en la que anotaba los autores de los textos que publicaba. ¡°Fue como tener todas mis navidades de una sola vez¡±, recuerda Parrott en el diario The Independent. ¡°Esto reescribe la bibliograf¨ªa de numerosos escritores del siglo XIX¡±.
Grandes nombres
Lewis Carroll
: un probable poema.
Elizabeth Gaskell:
dos ensayos sobre poes¨ªa y m¨²sica.
Wilkie Collins
: ocho textos.
Eliza Linton:
m¨¢s de cien art¨ªculos de la primera mujer periodista brit¨¢nica.
Dickens:
varios textos atribuidos a ¨¦l han resultado ser de otros autores, entre ellos, su yerno Charles Collins.
Parrott se reuni¨® en Londres con otros tres eruditos de Dickens, que coincidieron en la magnitud del hallazgo. Expertos en caligraf¨ªa confirmaron que muchas de las anotaciones proced¨ªan muy probablemente del pu?o y letra del escritor (otras podr¨ªan haber sido realizadas por empleados de la revista). La hip¨®tesis es que se tratar¨ªa de la colecci¨®n que Dickens guardaba como archivo en su apartamento encima de la redacci¨®n del semanario. All The Year Round se public¨® entre 1859 y 1895. Dickens dirigi¨® la revista hasta que muri¨® en 1870, y despu¨¦s se hizo cargo su hijo mayor.
Entre las revelaciones que han trascendido hay dos ensayos, uno de poes¨ªa y otro de m¨²sica, de Elizabeth Gaskell, autora de Norte y Sur; ocho textos de Wilkie Collins, autor de La piedra lunar, considerada la primera novela policiaca inglesa, y un posible nuevo poema de Lewis Carroll.
Hay m¨¢s de cien art¨ªculos de Eliza Linton, considerada la primera mujer periodista brit¨¢nica, que hasta ahora se ten¨ªa por muy poco prol¨ªfica. Las anotaciones cuestionar¨ªan la reputaci¨®n mis¨®gina de Dickens: cerca del 40% de las piezas que public¨® fueron escritas por mujeres.
Defensa de la prensa libre
El hallazgo aporta m¨¢s luz sobre la figura de Dickens. Se adivina un cierto nepotismo en el hecho de que publicara textos de sus hijos adolescentes, de m¨¢s que dudoso talento. Tambi¨¦n hay muestras de su intervencionista estilo en la edici¨®n: habr¨ªa metido tanta mano que algunos textos, que los expertos en Dickens atribuyeron durante a?os al autor, han resultado ser obra de otros escritores.
El propio Dickens figura como coautor de un furibundo art¨ªculo, titulado ?Qu¨¦ es sensacional?, que exhibe su compromiso social. El texto, que publica ¨ªntegramente The Independent, arremete contra un diputado conservador que acus¨® a la prensa de tratar de manera sensacionalista la muerte de dos indigentes por negligencias en un hospital, un episodio que desat¨® una protesta nacional.
El art¨ªculo, una defensa de la prensa libre y de la protecci¨®n legal de las personas desfavorecidas, constituye un t¨ªpico ejemplo de esa literatura victoriana que, gracias al hallazgo de Parrott, se conocer¨¢ ahora un poco mejor.
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