La movida chilena fondea en Espa?a
Los j¨®venes criados en democracia rompen el aislamiento musical y convierten el pa¨ªs en una potencia del pop Esta nueva generaci¨®n desembarca estos d¨ªas en el Festival La Mar de M¨²sicas
Dentro del coche ¡ª¡°ac¨¢ se dice auto¡±, apunta el conductor¡ª suena en la radio Otra era, una de las canciones del ¨²ltimo disco de Javiera Mena. Apenas 48 horas antes, esa misma canci¨®n de electro-pop hab¨ªa sonado en el hilo musical de unos conocidos grandes almacenes, pero al otro lado del Atl¨¢ntico: en Espa?a. Pod¨ªa ser una casualidad si no fuera porque Otra era se ha o¨ªdo en los ¨²ltimos dos meses en Radio 3, la emisora espa?ola m¨¢s importante de programaci¨®n de m¨²sica independiente, y a la cantante chilena se la ha visto de promoci¨®n por Espa?a. ¡°Chile siempre ha sido como una isla. Y la m¨²sica de ahora, que es algo muy propio y lindo, tiene muchas ganas de salir fuera¡±, afirma Javiera Mena (Santiago, 1983), sentada junto a su compa?ero Gepe y los miembros del grupo Astro, en el centro cultural Gabriela Mistral, en pleno coraz¨®n de Santiago de Chile.
Todos ellos forman parte del boom musical chileno, junto a otros destacados nombres que tambi¨¦n se dejan o¨ªr con gran acogida como Francisca Valenzuela, Camila Moreno o Ana Tijoux, que opta al galard¨®n al mejor ¨¢lbum latino por Vengo en los premios Grammy y MTV y cuya m¨²sica ha aparecido en la serie Breaking Bad. Son una generaci¨®n de m¨²sicos que, como sucedi¨® en Espa?a durante la movida de los ochenta, ha roto el molde en este pa¨ªs del extremo sur de Am¨¦rica, arraigado a la tradici¨®n de la poderosa canci¨®n de autor de V¨ªctor Jara o Violeta Parra y aislado entre los Andes y el Pac¨ªfico. Y lo han hecho desde un espacio independiente y sorprendentemente creativo, convirtiendo a la tierra de Pablo Neruda, Roberto Bola?o y Salvador Allende en una potencia del pop que seduce a festivales internacionales como el Primavera Sound o La Mar de M¨²sicas, que este a?o ha dedicado a Chile su edici¨®n 2015, que se celebra desde ayer y hasta el 25 de julio. ¡°Formamos parte de una generaci¨®n que viene muy fresca y actualizada¡±, asegura Andr¨¦s Nusser (Osorno, 1983), cantante de Astro. ¡°El miedo anula la creatividad. Y nosotros estamos libres de miedos¡±, a?ade Pascuala Ilabaca (Valpara¨ªso, 1985), la int¨¦rprete que mejor reformul¨® el legado de Violeta Parra.
Al contrario que sus padres, estos j¨®venes, que forjaron su identidad con la democracia, no han conocido la autoridad de la dictadura de Pinochet. De alguna forma, esa particularidad se manifiesta en su m¨²sica, m¨¢s desenfadada y naif, menos r¨ªgida estil¨ªsticamente. Es el caso de Gepe (San Miguel, 1981), que ha transitado de la tradici¨®n de autor a los sintetizadores. ¡°Si bien estil¨ªsticamente cada uno tenemos nuestro nicho, nos une hacer un pop sin prejuicios¡±, afirma. Como hace el grupo Chico Trujillo, pionero de la nueva cumbia. Han tomado las ra¨ªces del segundo baile nacional tras la cueca para remozarlo de rock y pop. ¡°La cumbia se tocaba underground en el tiempo de oscuridad de Pinochet, que no quer¨ªa celebraciones. Tiene identidad y sabor. Prende a cualquiera¡±, explica Juan Gronemeyer (Santiago, 1976), de Chico Trujillo. Como una de las grandes aportaciones del continente americano al gran cancionero popular mundial, la cumbia, que tiene variantes en Colombia, Argentina, M¨¦xico o Per¨², es un baile social que en Chile suena en todos los acontecimientos importantes: bodas, bautizos, cumplea?os¡ Bajo el influjo de Los Paja Brava, La Sonora Palacios o La Sonora de Tommy Rey, Chico Trujillo lo incorporaron a los garitos y las salas de conciertos, diferenci¨¢ndose de su vertiente rom¨¢ntica por su contenido social, mucho m¨¢s cerca del latir de las calles chilenas. Es un sonido andino, propio de las capas populares, m¨¢s cuando la cueca fue declarada danza nacional chilena bajo el pu?o de hierro de Pinochet. Lo mismo sucede con Bloque Depresivo, que comparte cantante con Chico Trujillo y recuperan cantos tradicionales para vestirlos con ropajes contempor¨¢neos.
Son m¨²sicos que igual miran afuera que adentro. Se criaron escuchando el rock anglosaj¨®n, que programaban las radios chilenas o encontraban por Internet, con el que adquir¨ªan ganas de experimentar. Pero no pasaron por alto su mejor pasado. Todos citan a V¨ªctor Jara, Violeta Parra o Quilapay¨²n. Tambi¨¦n a Los Prisioneros o Los Tres, que son sus antecesores inmediatos y ya anticiparon habilidad para cambiar de registros sin perder calidad, aunque su obra no traspas¨® las fronteras. Al contrario que esta generaci¨®n curtida, que cuenta con un privilegio que no tuvieron sus antecesores. Se trata de la reci¨¦n aprobada ley del 20% de transmisi¨®n de m¨²sica chilena en radios, tan proclives en el pasado a programar bandas y cantantes extranjeros. Eso permite entre los oyentes cultivar la identidad en las obras aut¨®ctonas, como tambi¨¦n sucede con la proliferaci¨®n de sellos independientes o sitios como La Tienda Nacional, ubicada en la calle Merced del barrio de Bellas Artes, que centra su negocio exclusivamente en el legado y presente creativos de los artistas chilenos, especialmente m¨²sicos, pero tambi¨¦n escritores, poetas o pintores.
Or¨ªgenes
Esta movida tiene sus or¨ªgenes con el cambio de siglo. Alrededor del 2000, se produjo el declive de las grandes discogr¨¢ficas coincidiendo con el ascenso de los sellos independientes como Quemasucabeza, C¨¢psula Discos o Algo Records. La irrupci¨®n de la crisis econ¨®mica mundial en 2008 termin¨® por cambiar el panorama musical chileno. Sony, Warner, EMI y Universal, que daban prioridad al cat¨¢logo extranjero, cerraron oficinas mientras la peque?a industria alternativa se hizo fuerte. ¡°El gran cambio es la profesionalizaci¨®n de los intermediarios: sellos discogr¨¢ficos, m¨¢nagers, agencias de booking y productores lograron vender el pop a la empresa privada chilena y surgieron ferias de industria como Pulsar¡±, afirma Gonzalo Planet, autor del libro Se oyen los pasos. La historia de los primeros a?os del rock en Chile. Durante la ¨²ltima d¨¦cada, varios artistas chilenos m¨¢s que interesantes han salido a la luz: D?nver, Perrosky, Fakuta, Congelador, Matorral, Guiso o The Ganjas. ¡°Aquello fue una bendici¨®n y una condena¡±, explica Francisca Valenzuela (San Francisco, 1987), contratada en la misma agencia de representaci¨®n art¨ªstica de Alejandro Sanz y Miguel Bos¨¦, en conversaci¨®n telef¨®nica desde su casa de Los Angeles. ¡°Nos cost¨® mucho pero nos permiti¨® aprender a andar con autonom¨ªa y haciendo una actividad artesanal¡±. ¡°Se muri¨® la industria y tuvimos que aprender a hacer las cosas de nuevo¡±, dice Camila Moreno (Santiago, 1985), que debut¨® en 2009 casi como una autora folk con Almismotiempo y acaba de publicar Mala madre, con influencias de hip hop y urban.
Mientras Santiago pasa el tr¨¢nsito del oto?o al invierno con horario de oficina, Moreno se encuentra puliendo los ¨²ltimos detalles de Mala madre -el disco ya sali¨® al publicarse este reportaje-. El estudio donde ensaya se esconde en una casita. Ella, como otros m¨²sicos de su generaci¨®n, comenz¨® a darse a conocer en Myspace. Luego, llegaron los peque?os sellos que colgaban sus discos en p¨¢ginas web. ¡°Uno tiene que aprender a pulsar lo que hace y aprendimos a darnos a conocer en Internet¡±, comenta. Con sus comienzos dentro de la tradici¨®n de cantautores, aunque nunca se ha visto dentro de este g¨¦nero, tal vez sea la int¨¦rprete menos pop de esta nueva generaci¨®n sonora chilena. Pero se asocia al resto por su ¡°falta de prejuicios¡± y sus ganas de romper antiguos techos. ¡°Los chilenos somos como una isla. Y tenemos cierta mirada negativa de la realidad. Supongo que tiene que ver con la cultura del patronaje, de la servidumbre. Tambi¨¦n que puede que sea que la dictadura sigue siendo un tab¨². Pero hay una tendencia en mi generaci¨®n de salir de esa amargura¡±.
La actividad artesanal a la que se refiere Francisca Valenzuela tiene un lugar de gestaci¨®n, el mismo lugar en el que esta generaci¨®n m¨¢s r¨¢pidamente sali¨® de la amargura: el colorido barrio de Bellavista, epicentro del carrete (fiesta) nocturno santiaguino. Valenzuela recuerda c¨®mo iba con una cinta de casete con sus primeras grabaciones por los concurridos bares, que con sus terrazas y sus conciertos en directo dejan en el olvido los a?os de toque de queda de la dictadura militar. Gepe y Javiera Mena comenzaron actuando juntos en Loreto, Bizarre o Cellar. Por sus calles tambi¨¦n han pasado Astro o Marineros, la ¨²ltima sensaci¨®n, que con s¨®lo un EP ya han tocado en Lollapalooza, el prestigioso festival estadounidense que desde hace cinco a?os tiene una franquicia internacional en Chile. El siguiente en asentarse es el S¨®nar, que celebrar¨¢ su primera edici¨®n en diciembre.
Marineros ha sido el ¨²ltimo fichaje del productor Christian Heyne, quien se encuentra detr¨¢s de este nuevo sonido desprejuiciado que se ha abierto paso en Chile. Su mano a los mandos de la producci¨®n se ha dejado notar en este d¨²o formado por Constanza Espina y Soledad Puentes, pero tambi¨¦n en Camila Moreno, Javiera Mena, Gepe o D?nver. Algo de m¨¦rito tiene en este barniz que ha tomado la canci¨®n chilena.
Es de noche y Bellavista bulle. El club Chocolate est¨¢ a rebosar para ver a Ana Tijoux (Lille, 1977). El p¨²blico joven vibra con su hip hop, arropado por una potente banda de vientos. Se agitan y cantan cada uno de sus versos. ¡°Chile es un pa¨ªs muy diverso, como nuestra m¨²sica. No lo digo como un eslogan. Cuando uno entiende su historia, puede entender su identidad y hacer un caminar propio¡±, asegura despu¨¦s de un trepidante concierto. Como un eco incansable, similar al grito de protesta que cada semana recorre las calles de Bellas Artes a trav¨¦s de cientos de estudiantes que se quejan por las altas tasas universitarias, herencia de la Constituci¨®n pinochetista, todav¨ªa parece escucharse la letra de Shock: ¡°La hora son¨®¡ No permitiremos m¨¢s la doctrina del shock¡ El futuro es ahora¡±. Tal vez, el futuro es ahora para Tijoux, como para el resto de sus compa?eros de movida, que han roto el aislamiento de la m¨²sica chilena. Como lo es para toda esa juventud que viene empujando fuerte contra las cadenas del pasado, ejemplificadas en una ¡°sociedad todav¨ªa clasista y desigual¡±, en palabras de Camila Moreno, pero tambi¨¦n de Chico Trujillo, Javiera Mena o Marineros. Este nuevo caminar musical ya supone todo un cambio generacional para Chile y una buena noticia para el resto del mundo. Puede que sea la banda sonora de otros cambios que est¨¢n por venir en la patria de V¨ªctor Jara y Violeta Parra.
El domingo otra entrega dentro de la serie el 'boom' de la m¨²sica chilena.
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