Zaz revitaliza la canci¨®n francesa ante un p¨²blico entregado en Cartagena
La cantante francesa llen¨® el auditorio en el Festival la Mar de M¨²sicas de Murcia
Isabelle Geffroy naci¨® hace treinta y cinco a?os en la ciudad francesa de Tours, art¨ªsticamente se la conoce como Zaz y debut¨® hace un lustro con un disco hom¨®nimo en el que compon¨ªa la mitad de las canciones. Su tercer y ¨²ltimo trabajo discogr¨¢fico es un homenaje a la ciudad de Par¨ªs con canciones robadas al inmenso cancionero franc¨¦s. En el festival La Mar de M¨²sicas de Cartagena lo present¨® exaltada y sonriente con estas palabras: "Para todos es la Torre Eiffel, los Campos El¨ªseos o el museo del Louvre. Para m¨ª esta ciudad es lo m¨¢ximo, un brasero multicultural y este Par¨ªs popular es el que quiero que descubr¨¢is". Concluyendo, tras casi dos horas de concierto con ¨¦xito rotundo "Ha sido una noche memorable, incre¨ªble y llena de amor". Esta fue la primera de las cuatro actuaciones que dar¨¢ por nuestro pa¨ªs.
Su tercer y ¨²ltimo trabajo discogr¨¢fico es un homenaje a la ciudad de Par¨ªs
El auditorio Parque Torres puso a prueba su capacidad, por vez primera en la presente edici¨®n, ante la sorpresa de todos. Incluso el propio director del Paco Mart¨ªn reconoc¨ªa "Cuando la programamos no pod¨ªamos prever que agotar¨ªa las entradas, siendo un concierto ¨²nico y en martes nos hubi¨¦semos conformado con media taquilla". Sin duda, este ha sido un acierto m¨¢s que a?adir a sus dos d¨¦cadas de historia.
El p¨²blico que abarrot¨® el recinto estuvo formado predominantemente por mujeres (y hombres), treinta?eras y cuarentonas -o cuarenta?eras para quien se sienta ofendido por la adjetivaci¨®n, pues no ser¨¦ yo quien estropee la sensaci¨®n de buen rollo que dej¨® la francesa en cara de todos-. Obviamente Zaz no debutaba en casa, sino que lo hizo en una tierra levantina espa?ola poco dada a los idiomas extranjeros. Por ello, tras escuchar el inmenso coro que se form¨® nada m¨¢s comenzar con ¡®Les passants¡¯ se podr¨ªa deducir que buena parte de la comunidad franc¨®fona no quiso perderse a la cantautora revelaci¨®n del pa¨ªs vecino, o bien, que a todo el mundo le ha dado por asistir a clases de franc¨¦s, ya que seg¨²n se dice: los textos de sus canciones tienen bastante aceptaci¨®n durante el aprendizaje de la lengua principal del gran Aznavour.
La banda que acompa?a en directo a Zaz est¨¢ formada por seis m¨²sicos capaces de llevar al pop grandes estilos como el revitalizado jazz manouche o la propia chanson. Var¨ªan la formaci¨®n de tr¨ªo a cuarteto o quinteto seg¨²n una conveniencia no muy justificada, al igual que la decisi¨®n de marcarse descontextualizados solos instrumentales, de no tocar viol¨ªn alguno y de s¨ª utilizar metales, bater¨ªa o teclados. Ella est¨¢ segura de s¨ª misma, avalada por el ¨¦xito de ventas y p¨²blico que la precede. Se fija en chuletas para explicar en espa?ol, por ejemplo, la moraleja de La l¨¦gende du colibri con la que apoyar un movimiento asociativo que viene a sostener la m¨¢xima ?Solos no podremos lograr el cambio pero si al menos cada uno pusi¨¦ramos de nuestra parte?.
No tiene miedo de atreverse con un bolero como Historia de un amor del paname?o Carlos Eleta Almar¨¢n -ayudada por el teleprompter- ni con el est¨¢ndar del jazz instrumental?Afternoon in Paris de John Lewis. Seguramente, tampoco le importar¨¢ mucho no haber sido la autora de sus primeros ¨¦xitos?La f¨¦e o?Je veux, cantados con arm¨®nica y mirlit¨®n en boca respectivamente, mientras se pueda permitir recoger las mieles del indiscutible ¨¦xito mientras disfruta en directo viendo la respuesta del p¨²blico en el extranjero.
La cantante ha conseguido que la canci¨®n francesa vuelve a tener poder de convocatoria
Aunque su propuesta se torne aburridamente mon¨®tona por momentos, no muestre tanta potencia vocal como se promet¨ªa, ni toque instrumento alguno, dudo que a alguien le importe todo esto vista la respuesta (casi) un¨¢nime de la afici¨®n.
Eso s¨ª, es muy placentero comprobar que la canci¨®n francesa vuelve a tener tal poder de convocatoria (aunque sea en versi¨®n contempor¨¢nea edulcorada, v¨ªa internet o mediante el boca a oreja). Pero si me dan a elegir, ?disc¨²lpenme! prefiero a una perfectamente parangonable Rozal¨¦n, a¨²n a riesgo de que se me considere chovinista.
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